#Balance2016 | La adopción por parejas del mismo sexo: ¿un debate menor?

A los defensores del referendo para establecer adopción exclusiva para parejas heterosexuales les preocupan las decisiones que tomado la Corte Constitucional en relación con temas de familia y adopción. Los críticos del proyecto cuestionan el hecho de someter los derechos de las minorías a la voluntad de las mayorías.

por

Congreso Visible


13.12.2016

 

Por: Lina Martínez, integrante del semillero de investigación del programa Congreso Visible*.

 

El proyecto de ley ya completó la mitad del trámite. Hasta el momento, defensores y críticos han expresado de manera amplia sus posiciones, sin embargo persisten algunos interrogantes que posiblemente se abordarán durante la discusión en Cámara de Representantes.


 

El 20 de Julio de 2016, al comienzo de una nueva legislatura, la senadora Viviane Morales del Partido Liberal del Partido Liberal radicó, junto con el vocero del Comité de Promotores, Carlos Lucio López, un proyecto de ley que busca convocar a referendo a los colombianos para añadir un parágrafo al artículo 44° de la Constitución (derechos fundamentales de los niños) que establezca la adopción de menores solo por parejas heterosexuales (conozca la propuesta original).

El proyecto de referendo constitucional llegó al Congreso con el respaldo de más de 1.740.000 firmas avaladas por la Registraduría Nacional, de un total de 2’135.000. Se requerían  1’665.000, el equivalente al 5% del censo electoral de entonces. Los argumentos principales del equipo promotor han sido que el Estado debe garantizar y reconocer la primacía del interés supremo de los menores, como sujetos especiales de protección constitucional, y que la adopción no es un derecho de los que pretenden brindar un hogar. Esta iniciativa surgió un poco más de un año después de que la Corte Constitucional, en la sentencia C-683 de 2015 permitiera a las parejas del mismo sexo adoptar cuando se trate del hijo biológico de alguna de las dos personas.

El debate alrededor del proyecto de referendo se ha centrado, desde el punto de vista de sus defensores, en la protección de los derechos de los menores, desde la otra orilla, en los riesgos de dejar en manos de los ciudadanos los derechos de una minoría.

La senadora Morales, principal promotora del proyecto en el Congreso, ha dicho que no se discrimina a las personas LGBTI porque “la adopción no es un derecho de los adultos. Es un mecanismo de protección al niño que perdió su familia”, basándose en que la Corte Constitucional ha reiterado (por ejemplo en la sentencia C-093 de 2001) que los derechos de los menores prevalecen sobre los intereses de los demás; que la adopción es una medida de protección que intenta materializar el derecho del menor a tener una familia, y por ello toda la institución está estructurada en torno al interés superior del niño.

Para la senadora Claudia López de Alianza Verde, una de las fuertes opositoras de la iniciativa, se trata de un referendo discriminatorio e inconstitucional, porque viola “derechos fundamentales a la dignidad humana e igualdad ante la ley de adultos y familias” ya que constituye un obstáculo para la adopción de solteros, viudos o divorciados. Además, López argumenta que se busca establecer requisitos de idoneidad para constituir familia que son injustificados porque prejuzgan basados en el estado civil y la orientación sexual.

 

Principales argumentos de defensores y opositores del referendo

La audiencia pública realizada en dos sesiones: 24 y 31 de agosto en las instalaciones del Congreso facilitó la discusión del proyecto, con participación de ciudadanos y representantes de organizaciones de la sociedad civil, en lo que fue la antesala a la aprobación en primer debate.

Los defensores del referendo se refirieron con preocupación a decisiones que ha tomado la Corte Constitucional en relación con temas de familia y adopción, que a su juicio carecen de legitimidad democrática (como la sentencia C-683 de 2015 que ya mencionamos). A su juicio, lo democrático es que los ciudadanos ejerzan su derecho de pronunciase a través de mecanismos de participación ciudadana, como el referendo, sobre temas tan trascendentales como este para la sociedad en general. También, reiteraron que la adopción no es un derecho sino una medida de protección para los menores, e insistieron en la importancia que tendría en el desarrollo de los niños la presencia de un padre y una madre.

Los ciudadanos en contra del proyecto centraron su posición en cuestionar la posibilidad de someter derechos de las minorías a la voluntad de las mayorías, ya que esto podría desembocar en discriminación. Plantearon que el referendo es regresivo porque niega la existencia de otras formas de familia (actualmente solo el 53% de las familias colombianas están conformadas por el prototipo que establece el referendo). Reivindicaron la facultad de la Corte Constitucional de tomar decisiones que afectan los derechos de grupos históricamente discriminados. Además, defendieron el interés superior del niño, de la misma manera que los promotores del proyecto pero desde otro enfoque, afirmando que este se ve afectado si se limita el universo de adoptantes exclusivamente a parejas heterosexuales. Presentaron testimonios de padres y madres homosexuales, madres solteras y personas que crecieron en hogares conformados por personas del mismo sexo, o de un padre soltero, para reforzar sus puntos.

 

El episodio Pruett

Los argumentos científicos aparecieron en la audiencia pública, pero han estado presentes desde que inició el trámite del proyecto. En la exposición de motivos, adjunta a la propuesta radicada, los promotores del referendo afirmaron que se han refutado los centenares de artículos que plantean que no hay grandes diferencias en el desarrollo e identidad sexual de los niños criados por parejas homoparentales, en comparación con aquellos criados por parejas de hombre y mujer. Añadieron que en Colombia no hay estudios concluyentes sobre posibles efectos y, que ante la duda, prevalece la posición defendida de “manera contundente” por la psicología y las ciencias sociales del “irrefutable” beneficio para el menor de crecer con un padre y una madre.

En ese sentido, para justificar la importancia para el desarrollo óptimo de los niños de la crianza por padres de diferentes sexos se citó, entre otros, al psiquiatra infantil Kyle D. Pruett, profesor de la Universidad de Yale, que ha investigado por más de 30 años el rol de los padres en la crianza de los hijos. Apartes de su trabajo, como la afirmación de que los roles de género masculino y femenino del padre y de la madre son centrales para el menor, aparecieron en la justificación del proyecto. Esta mención resultó polémica porque Pruett expresó de manera oficial al Congreso y a medios de comunicación a mediados de agosto que la senadora Morales escogió fragmentos de sus estudios de forma conveniente para sustentar su propuesta de referendo. “Yo hablo de la importancia de los hombres en la vida de los niños, sin insistir en que tengan un lazo biológico, que deban ser heterosexuales, o siquiera deban estar casados”, dijo en una entrevista que concedió a Semana.com. La respuesta de Morales se centró en que ella, a diferencia de lo que afirmó el investigador estadounidense, no “usó sus argumentos para decir que él estaba en contra de la adopción homoparental”. Detractores del proyecto como Claudia López y el constitucionalista Rodrigo Uprimny hicieron eco del hecho, criticando a la senadora. Otros actores de la sociedad civil, como por ejemplo, Marcela Sánchez, Directora de Colombia Diversa, cuestionaron los estudios citados por los autores de la iniciativa en los últimos meses.

 

¿En qué va el proyecto?

El proyecto de ley ya completó la mitad del trámite, la correspondiente a Senado, con la aprobación en Comisión I y en Plenaria.

 

 

 

 

Hasta el momento, defensores y críticos han expresado de manera amplia sus posiciones, sin embargo persisten algunos interrogantes que posiblemente se abordarán durante la discusión que tendrá lugar el próximo año en la Cámara de Representantes. ¿Tener padres heterosexuales garantiza el desarrollo integral del niño?; ¿qué explica la cantidad de niños abandonados?; ¿se verían afectadas las familias colombianas que no están conformadas como postula la reforma?; ¿cómo se explican los altos niveles de violencia intrafamiliar en familias conformadas por parejas heterosexuales?; ¿aparecerán de manera explícita argumentos de tipo religioso?


 

*Politóloga y Abogada de la Universidad de los Andes, con énfasis en Relaciones Internacionales y Política Comparada. Miembro del semillero de investigación del programa Congreso Visible del departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes, durante el segundo semestre del 2016. Sus temás de interés son organizaciones internacionales, partidos políticos y elecciones, democracia, opinión pública, derechos humanos y construcción de paz. Correo: lm.martinez12@uniandes.edu.co.


 

Otros artículos de balance del Congreso en el segundo semestre del 2016:

 

Colombia y la lucha contra el cambio climático: ¿en qué vamos?

¿Quién le ‘colabora’ a Uber?

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