Entrar en The Vintage Lab es sumergirse en épocas pasadas que le dan a la moda capitalina un toque de glamour. Desde los negocios de compra-venta de ropa y mercados de pulgas en Bogotá, Estados Unidos y Europa llegan todas las prendas y accesorios para cualquier ocasión.

Natalia (en la foto) y Andrea López son las hermanas creadoras de The Vintae Lab. La idea empezó así: la mamá de Andrea y Natalia era cliente frecuente de anticuarios a los que iba con sus hijas. Ellas, más grandes, empezaron a recorrer mercados de pulgas y compraventas en búsqueda de accesorios y prendas raras e interesantes.

TVL, un proyecto que empezó por Facebook, hoy en día tiene un hermoso almacén ubicado en una casa en la 56 con 6ta, en Chapinero Alto, barrio que reúne restaurantes, tiendas y bares siempre a la vanguardia. La decoración del espacio fue algo a lo que las dos hermanas dedicaron mucho tiempo.

Hoy en día, Andrea está viviendo en Nueva York en donde busca la ropa que le manda a su hermana, por lo que la mayoría de las prendas que usted encontrará en el almacén vienen de Estados Unidos. Según Natalia, EE.UU. tiene más para ofrecer en sus mercados de ropa usada que los nacionales.

Como en Bogotá todavía no hay un cultura una vintage muy desarrollada, todavía hay desconfianza frente a las prendas usadas. Por esto, TVL busca tener precios bajos y razonables. Aún así, al haber prendas de alta costura y de diseñador, los precios pueden alcanzar los $400.000, mientras que el promedio es de $60.000.

Al principio era difícil vender los tesoros que encontraban, pues siempre querían dejarlos para ellas. La chaqueta que tiene puesta Natalia está a la venta pero en realidad la había comprado para ella.

Natalia hace una recomendación de atuendo con prendas del almacén. Nos dice que es una pinta urbana, para la calle y que debajo de los zapatos se pondría unas medias “igual de bonitas”.

Cuenta Natalia que el top y el cinturón de la foto son dos de las prendas que un día llevó una señora de edad diciendo que esa era la ropa que ella había usado en su juventud y que quería venderla. Le causa mucha gracia pensar en una señora tan elegante como la que llegó a la casa de Chapinero Alto usando prendas tan arriesgadas.

No es común encontrar piezas de diseñadores contemporáneos o comerciales salvo contadas excepciones, como estos llaveros.

Varias de las prendas que hay en TVL son de lentejuelas, lo que para Natalia no significa que sean para la noche. Ella cree que con la combinación perfecta, son dignas de usar en el día. “No hay que tenerle miedo a las lentejuelas”, dice.

The Vintage Lab se describe a sí mismo diciendo: “no es la añoranza del pasado, es traerlo al presente”.