El 2 de diciembre de 2023, el presidente Gustavo Petro, junto a la ministra Susana Muhamad y a Luis Olmedo, director de Parques Nacionales Naturales, hicieron un anuncio en Dubai. El escenario: la COP28. Petro y compañía anunciaron la declaración del parque número 61 en la lista del Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia: Serranía de Manacacías.

Esta nueva área protegida, ubicada en el municipio de San Martín de los Llanos, en el departamento del Meta, consta de 68.030 hectáreas en las que hay 12 ecosistemas propios de la región de la Orinoquía: sabanas estacionales tropicales, bosques, palmares mixtos, pastizales, matorrales, herbazales y una extensa red de cuerpos de agua que se mantienen en un buen estado de conservación y sirven de refugio a cientos de especies de fauna.

Este parque tiene las condiciones perfectas para la vida de especies de flora y fauna, algunas de ellas incluidas en alguna categoría de riesgo. A la fecha hay 1093 especies de plantas con flores y en fauna sobresalen mamíferos, reptiles, aves (51 son especies migratorias), anfibios, peces y crustáceos. En cuanto a mariposas hay dos nuevos registros para Colombia y dos posibles especies nuevas para la ciencia.

Y aunque la constitución de un nuevo parque es siempre un motivo de júbilo, Serranía de Manacacías levantó una pregunta: ¿será este el último parque que se vaya a constituir en el país? ¿No habrá más y nuevas áreas protegidas de este tipo? En un reportaje de The New York Times, Thomas Walschburguer, científico jefe de The Nature Conservancy en Colombia, dijo que se “alegraba de que Manacacías existiera. Colombia había experimentado una ambiciosa oleada de construcción de parques nacionales en las décadas de 1970 y 1980, pero la minería, la gran agricultura y los grupos armados hicieron que establecer nuevos parques fuera cada vez más difícil”. Walschburger, junto con muchos de sus colegas, considera que Manacacías, el parque nacional número 61 de Colombia, “probablemente será el último”.

¿Realmente la Serranía de Manacacías será el último Parque Nacional Natural de Colombia? Le preguntamos a diferentes expertos en el tema y estas fueron sus respuestas.

Clauda Leal, profesora del departamento de Historia y Geografía en los Andes y una de las personas que más ha hecho investigación sobre la historia de los parques nacionales en Colombia, dice que la razón que dificulta que se hagan nuevos Parques “es legal y política. Porque la mayoría de la tierra tiene dueño. Además, en las últimas décadas ha habido una cantidad de categorías de unidades territoriales de muchos tipos que hacen que cada área de Colombia tenga una cierta designación (por ejemplo, para los resguardos o para minería) lo que hace prácticamente imposible convertir un área en parque nacional”. 

Además, dice Leal, en la constitución de un nuevo parque se busca que sean zonas muy grandes, bien conservadas. “Un dato llamativo es que antes, cuando se crearon los primeros parques en las décadas de los 60, 70 y 80, las dificultades eran mucho menores: la mayoría de parques se crearon por decreto sin consultarle a nadie, ni siquiera había una consulta en el Congreso”. Eso facilitó mucho la creación de los parques que tenemos, dice Leal.

Julia Miranda, actual representante a la Cámara y directora de Parques Nacionales Naturales durante 16 años, entre 2004 y 2020, dice que el proceso que se debe seguir para que un parque tenga la categoría de Parque Nacional Natural de Colombia es muy exigente. Esta es la categoría más alta y estricta que le pueden asignar a un área protegida. Las otras categorías que le pueden poner a un área son: Las Reservas Forestales Protectoras, Los Parques Naturales Regionales, Los Distritos de Manejo Integrado, Los Distritos de Conservación de Suelos, Las Áreas de Recreación y hay unas áreas privadas a las que categorizan como Las Reservas Naturales de la Sociedad Civil.

¿Cómo se establece un Parque Nacional Natural?

Antes que nada, se tienen que identificar las áreas que podrían beneficiarse de la categorización como parque natural. En esta identificación trabajan de manera conjunta los institutos de investigación científica, las universidades, las comunidades locales, junto con autoridades nacionales. 

Se hace, entonces, un análisis ecológico en el que se aseguran de que el ecosistema no esté protegido ya en otro parque (pues el objetivo de cada parque es proteger uno o varios ecosistemas). “El sistema de parques es haz  de cuenta un álbum de monas, las monas del álbum de jet, en donde cada mona representa uno de los ecosistemas de nuestro país, ahí tiene que estar representado para garantizar que se conserve a perpetuidad y que haya gestión del Estado para garantizar esa conservación”, dice Miranda.

En segundo lugar se hace un análisis social y económico, dirigido por el Ministerio del Interior, en donde se consideran la propiedad privada dentro del futuro parque, las comunidades indígenas y afrocolombianas que allí habitan y que se verían afectadas. Con estas últimas se hace una consulta previa.

(A la par de este proceso, La Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, también ofrece su punto de vista). 

Una vez el Ministerio del Interior recibe todos estos documentos emite un concepto que puede ser favorable o desfavorable, basándose en la información presentada. 

Si el concepto es positivo, el Ministerio o la corporación autónoma regional encargada emiten una resolución y se procede a la compra de tierras. En casos en donde hay propiedad privada, el Estado puede comprometerse a comprar tierras para cumplir con los requisitos de conservación.

Una vez completados todos los pasos, se procede a la declaración oficial del área como parque natural, ya sea nacional o regional, según la jurisdicción correspondiente.

Como se ve, son muchos los requisitos que se necesitan para declarar una zona como Parque Nacional Natural de Colombia. En la gran mayoría de casos el lugar no cumple con uno o varios de los requisitos. Por eso, Julia Miranda ve muy difícil que tengamos un nuevo Parque Nacional Natural.