Más allá de condones y San Valentín: no nos estamos haciendo cargo de las cañerías

La campaña en los moteles de Chapinero que llevó al desencuentro que hubo hace pocos días entre el Acueducto de Bogotá y el gremio motelero es apenas la punta del iceberg de un problema mayor: la mala relación que tienen los bogotanos con sus cañerías.

por

Eduardo Santos Galeano

@edusantosg


15.02.2024

Arte por Nefazta.

Este lunes 12 de febrero, bien temprano a eso de las 7:45 de la mañana, el Acueducto de Bogotá llegó con maquinaria pesada a la famosa zona de los moteles de Chapinero, entre la calle 63 y la calle 53. También iban a bordo su directora Natasha Avendaño, algunos periodistas convocados por la entidad y el reconocido influencer Estiwar G, que fue contratado para ayudar a hacer viral una de las campañas más importantes dentro del portafolio de la entidad.

El motivo de todo este espectáculo mediático, que le salvó los clicks del día a un montón de medios de comunicación y fue tendencia en redes, era realmente algo importante para la ciudad: concientizar a la ciudadanía y meterle presión al gremio motelero para que las personas boten los condones a las basuras y no a los sanitarios. Según cifras del Acueducto, la deposición de los condones al sistema de cañerías fue una de las razones por la que tuvieron que invertir más de 22 mil millones de pesos en limpieza de canales, quebradas, ríos, sumideros y estructuras para el drenaje de la ciudad solo el año pasado. Además, en su informe de rendición de cuentas, dicen haber renovado unos 274 kilómetros de redes entre acueducto y alcantarillados el año pasado. 

Según la directora del Acueducto de Bogotá, “los condones llegan a las redes de alcantarillado de la ciudad, las bloquean, las obstruyen y se demoran en degradarse. Muchos de ellos alcanzan a llegar a la PTAR Salitre, donde hay que hacer un trabajo adicional para removerlos y poder tratar adecuadamente las aguas residuales”. Esto lo confirma Juan Pablo Rodríguez, profesor del Departamento de Ingeniería Ambiental de la Universidad de los Andes: “la planta de tratamiento tiene equipos mecánicos e hidráulicos, y si dejamos que esa basura llegue hasta la planta, ella no puede hacer el adecuado tratamiento del agua”.

“Las tuberías se bloquean no solamente porque la gente ponga sus preservativos en los sanitarios. También hay una mala disposición del papel higiénico, de los residuos sólidos y en general de elementos de mayor tamaño como llantas de carros, televisores viejos e incluso camas” dice el ingeniero. “Nos hace falta entender que cuando vivimos en una ciudad no solamente hay inundaciones porque llueve mucho, eso también tiene que ver con que el sistema de tuberías que transportan esas aguas ya no tienen capacidad”. El experto además advierte que con la temporada de lluvias que se avecina este fenómeno de inundaciones urbanas podría aumentar mientras “la ciudadanía no sea consciente de que la responsabilidad del sistema de cañerías no es solo de las entidades públicas”.

Esta campaña, que fue bautizada como ‘Que el amor no contamine’, lleva activa desde 2021 y tiene su espacio en la semana del Día de San Valentín, cuando según la entidad la mala disposición de los condones aumenta, así como en épocas decembrinas, días previos a Semana Santa y los meses de junio y julio. Sin embargo los esfuerzos de la campaña se habían puesto más sobre la ciudadanía y esta es la primera vez que llega directamente y con todo este ruido mediático a la zona de los moteles de Chapinero, uno de los lugares donde afirman se desechan más condones en Bogotá. Así lo intentaron comprobar fotográficamente frente a la ciudadanía:

Fotos cortesía del Acueducto de Bogotá.

Representantes de Inhotelcol, el gremio que reúne a propietarios de establecimientos de alojamientos por horas –dígase hoteles, hostales, moteles o residencias– y reúne al 80% de los moteles en la zona de Chapinero, le expresaron a Cerosetenta su molestia por una posible estigmatización hacia el sector y una supuesta falta de comunicación entre esta agrupación y el Acueducto de Bogotá a la hora de realizar la campaña en la zona de los moteles. “La percepción que se da dentro de lo que ellos plantean es como si nosotros fuéramos culpables de lo que está pasando. Los moteles precisamente tienen unos sistemas al interior en donde la persona que utiliza el servicio tiene que depositar en unas cestas que se han dispuesto en el interior de cada habitación para que los coloquen allí”, dijo Gerardo Sarmiento, miembro de Inhotelcol que en septiembre del año pasado alertó en medios sobre la caída que tuvo el sector motelero después de la pandemia y pidió que se abriera una conversación sobre el tema con el Gobierno Nacional. 

Según Alexander Alvarado, presidente de Inhotelcol, la excusa que les dio el Acueducto por no haberse comunicado con ellos previamente fue supuestamente porque no los pudieron contactar. Algo que para este líder gremial no tiene sentido, tomando en cuenta las apariciones en medios que tuvieron el año pasado. Y agrega que “nosotros por supuesto acatamos las recomendaciones del Acueducto aunque la medida de prevención debe estar dirigida hacia el huésped, el culpable no es el dueño del establecimiento”. 

Otra visión es la de Lady Belalcazar, supervisora del Secret Motel, uno de los establecimientos a los que llegó el Acueducto en la mañana del lunes y que protagoniza una de las piezas promocionales de la campaña que se hicieron virales. Belalcázar, que fue entrevistada para uno de esos reels de Instagram, le dijo a Cerosetenta que la entidad se comunicó con ellos desde el viernes 9 de febrero. Es decir que toda la intervención en la calle y el material, que fue publicado en las redes de Estiwar G dentro del motel, fue autorizado desde la administración. Es honesta en decir que no tiene conocimiento sobre el daño total que los condones mal desechados han tenido en las cañerías de la zona de los moteles, sin embargo piensa que el hecho de que Acueducto haya ido a limpiar y se esté generando conciencia podría ayudarlos a atajar un mal mayor en el futuro cercano. “No todos los clientes tienen la educación de tirar el condón a la basura”, dice.

Después de todo el ruido en redes sociales, está pendiente una reunión que Inhotelcol le pidió a la directora Avendaño, mientras piden que esta campaña también pueda llegar a otras zonas donde hay también hay moteles y se ejerce el trabajo sexual como el barrio Santa Fe o la Primera de Mayo. Cerosetenta no recibió respuesta del Acueducto de Bogotá cuando se les preguntó por el bache de comunicación con el gremio más importante de este sector en la ciudad. Únicamente comentaron que están estableciendo un cronograma de trabajo para una futura alianza con Inhotelcol. 

El profesor Rodríguez, que además es miembro de la asociación global ‘Joint Committee on Urban Drainage (JCUD)’, hace énfasis en que más allá del titular jocoso sobre los condones que contaminan las tuberías, estamos frente a otra muestra de que los ciudadanos no conocemos cómo funciona el sistema de acueducto y por eso no nos hacemos cargo ni tampoco exigimos grandes mejoras a las entidades encargadas. “Muchas veces se nos olvida que la ciudad de forma natural regula el agua, la presencia de zonas verdes es clave. Nos falta ejercer presión y la única manera es entender de lo que estamos discutiendo y así podamos proponer”. 

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Eduardo Santos Galeano

@edusantosg


Eduardo Santos Galeano

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