En un hato, las vacas Jersey son las más productoras de leche, las Holstein son las más elegantes y las normanda siempre van al matadero. Este es el día a día alrededor de una vaca en el Valle de Ubaté.
En la gran mayoría de desayunos en Colombia hay algo que incluye leche. Queso, chocolate, yogur, mantequilla, etc., son el día a día de millones de personas en el país. Pero ¿cómo llega esta leche al plato?, ¿cómo es el día a día de una vaca y de los primeros intermediarios en el proceso?
Un grupo de estudiantes de la maestría en periodismo de los Andes se propuso hacer un proyecto periodístico alrededor de la leche en el Valle de Ubaté —capital lechera de Colombia— mirando el proceso y los actores involucrados. Así nació LA VÍA LÁCTEA.
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EL ORDEÑO: $50 de ganancia
En uno de los sondeos realizados a ganaderos de Ubaté por la UMATA, se encontró que el precio de producción de un litro de leche aproximadamente de 800 pesos, generalmente, el litro de leche es comprado a 850 pesos, así que las ganancias no son muy rentables, pues aunque existen grandes ganaderos, la mayoría no lo son y su oficio tan solo les da para vivir.
La leche que es comprada a mejor precio, es la de los grandes ganaderos —dicen los campesinos del lugar— los dueños de estas fincas han formado un especie de monopolio. Esta era una de las demandas de los pequeños ganaderos de Ubaté cuando sucedió el pasado paro agrario. Otro de los factores problemáticos, para los pequeños productores de leche es la carencia de tanques de refrigeración, por esta razón la leche no puede ser almacenada, una gran desventaja para la producción.
* Alejandra Caicedo es comunicadora social y estudiante de la maestría en periodismo del CEPER. Esta nota se hizo en el marco de la edición LA VÍA LÁCTEA, de la clase Narrativa multimedia.
