Virus Tropical

La segunda parte de reflexiones acerca de esta maravillosa película. La identidad como virus – Juan Esteban Alvarado Virus Tropical es una película autobiográfica muy bonita, donde (otra vez) me logré identificar… no literalmente con la historia de Paola, sino con el sentimiento que se quería narrar; (el encontrarse como persona y vivir acorde a […]

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Varios


03.03.2021

La segunda parte de reflexiones acerca de esta maravillosa película.

La identidad como virus – Juan Esteban Alvarado

Virus Tropical es una película autobiográfica muy bonita, donde (otra vez) me logré identificar… no literalmente con la historia de Paola, sino con el sentimiento que se quería narrar; (el encontrarse como persona y vivir acorde a eso). A simple vista, juzgando desde el plano de la estética, la película parecería una película para niños, con ilustraciones. Pero no, esta película a través de la ilustración logra narrar perfectamente ese cambio de atmósfera al crecer, ese shift en la percepción del tiempo – en la toma de decisiones, aprendizajes y duelos que trae crecer.

Un concepto que en algunas ocaciones asusta o simplemente aparenta borroso, pero aun así es un concepto, una palabra que nos forja como personas – concepto y palabra que nos diferencia o nos iguala al otros, concepto que nos maquilla con los tonos de experiencia que nuestros ojos han vivido, palabra que nos hace quienes somos. Esa fue el aprendizaje que me dejó la película – que de cierta forma no lo absorbo como un “aprendizaje” pero si como un manual  para entender por qué hay veces que está bien tenerle miedo al cambio, y cuando hay que tenerle miedo al no estar cambiando ni creciendo.   

Otro aspecto que me gustó mucho fue la mezcla de culturas – donde en cada plano de la película se diferenciaba  Ecuador y Colombia, o incluso a veces Medellín de Cali – una mezcla de culturas donde si bien se conservaban la esencia de ciertos pensamientos tradicionales, siempre había una crítica importante, ya fuera a la iglesia, al machismo, al arte, a la sensibilidad. 

Identidad Latinoamericana en constante construcción, no estamos solas. – Alejandra Arenas

La película virus tropical es muy fiel a lo que es visualmente una novela gráfica, me sentí en un principio leyendo persépolis en el colegio, que igualmente me encantó. La animación es buenísima, me atrapó desde la primera secuencia de la lluvia que se convierte en espermatozoides. Este embarazo imposible es esta idea de virgen María que queda embarazada por milagro de un exsacerdote la cual pretende borrar lo duro de la maternidad y la dibuja cómo un deber sencillo y desaparece el acto sexual de la vida femenina, pues las mujeres de bien no hacemos esas cosas. Es fácil identificarse con la película siendo una mujer latinoamericana, fruto de un embarazo no deseado, un virus tropical.

Por otro lado, la música de la película me permitió sentir como si estuviera inmersa en la novela gráfica, es muy divertida de ver. La escena capturada es una escena que muestra una inocencia infantil, un reconocimiento del cuerpo mientras hay una preparación para ir a ver al papa. Esta escena yo la viví, me acuerdo que cuando vino el papá mi mamá también me dijo que me pusiera toda bonita elegante para ir a la 26 a gritarle en el papamóvil que la bendición. La película es cómo la memoria y la representación.

Es increíble cómo ver esta película me hace entender que somos muchas mujeres latinoamericanas que hemos vivido estas situaciones cotidianas, la promesa a Jesus de hacer un sacrificio por él para hacer la primera comunión, hablar en español con acento jugando con las Barbies para que parecieran gringas, los gritos de nuestras mamás, la mujer de otra provincia que trabajó siempre en la casa que era nuestra segunda mamá y ahí sí empieza lo difícil, empezar a crecer, conocer hombres después de muchos años estando en colegio de niñas (en mi caso) y odiarlos y después amarlos y después llorarlos, conocer buenas y pésimas influencias, mamarnos de la gente con la que andamos y probar cosas, conocer el mundo afuera de nuestras casas de mujeres latinoamericanas que nacimos en una familia privilegiada que pretendía ser un núcleo familiar tradicional.Creo que somos Virus Tropicales descontrolados y cómo hemos podido evidenciar en esta pandemia NO HAY QUIÉN PARE A UN VIRUS  jajjajaja muy buena, pasé un buen rato.

La tercera dimensión del papel. – Carlos Eduardo Ballen

Indudablemente unos de los puntos más notorios de la película Virus Tropical de Santiago Caicedo, es la animación. Si alguien fuera a ver la película por primera vez y solo conociera su titulo, seguramente se llevará una sorpresa al ver que es una película animada, y más aún que el tipo de animación que se utiliza es bastante peculiar; evocando a dibujos de cuaderno con sólo trazos y siluetas que se expanden por una escala de grises.

De entrada el espectador siente que se trata de una historieta a lápiz, pero tan pronto pasan un par de escenas la magia de la animación de la película empieza a relucir, y es que la maestría de poder generar una profundidad tridimensional a objetos planos de dos dimensiones como los que se pensaban que eran los dibujos en blanco y negro, pudo llegar a ser una de las características más complicadas al momento de crear la película, y a la vez más desapercibidas al momento ver la película. Pero esta característica, si bien puedo decir única en su ejecución, hace que Virus Tropical envuelva al espectador en su trama, y pase por alto el tipo de película animada que se está mirando para darle más carisma y carácter a los personajes que llegan a tener más humanización por parte nuestra al verlos con nuestros ojos y sentirlos como un personaje real con más profundidad, más allá que una simple caricatura plana de dos dimensiones. 

Una Carta a mamá – Daniela Giraldo Quintero

Crecí rodeada de mujeres y con un padre un poco ausente. Por lo cual, para mí es inevitable pensar que tengo una conexión con esta película, Virus Tropical. Admiro el personaje de Hilda pues considero que es como mi mamá. Por lo cual, intento describir la escena a continuación con una carta que le dedico a Hilda y a todas las mamás. 

Nadie dijo que iba a ser fácil, nadie dijo que era pasajero. Este, es un trabajo de valientes, que es para siempre y requiere de todo tu tiempo. Te vas a equivocar, pero tranquila que no hay ningún manual. Eres una increíble mamá y has demostrada que para este mundo tienes mucho por dar. Sacaste a tus hijos adelante y enfrentaste todos los retos. Ser madre te obliga a ser fuerte y a esconder todos los miedos.  Eres una mujer poderosa y te admiro como nadie lo ha hecho. Por favor, nunca olvides eso. 

 Tu amor no reconoce lo imposible, es el amor más genuino, el más sincero, el que lo da todo y no busca recibir nada en retorno. Gracias mamá y perdón por esas veces que te he hecho llorar, se que la mejor hija no soy y que a veces puedo ser lo peor. Tal vez no era lo que esperabas, pero te prometo escuchar y espero algún día ser igual de buena mamá. 

Vida amor, vida dolor. Vida bella, bella, bella – Sol Gonzalez Marmolejo

Quizá es el filtro en búsqueda de una visión diferente…
negros predominantes de rabia y fortaleza,
grises de inseguridad y constante incertidumbre
y los blancos fríos de los cuales no se distingue tranquilidad o resignación.


Las líneas simples de naturalidad que componen los personajes,
estos, que al mismo tiempo las rompen con cansancio y entendimiento
en un ciclo donde lágrimas se vuelven gotas de lluvia y las manos
en calma construyen aves.


Tropical son torrentes naturales
Y el virus… las sensibilidades ardientes
reflejo de la hipocresía, el control que se rompe, la culpa que se pierde…
las despedidas y desobediencias.


Las infancias irrespetadas de hermosura,
las relaciones que traicionan la eternidad y se liberan…
las dependencias y responsabilidades que al verse irreales emanan alegrías.


Es la vida que corre, choca, cae y vuelve,
que llega al lugar que no existe del silencio,
donde es leída y aceptada
recordada y conllevada.
El punto en el cual no se podría existir sin haber sentido vivir.


Así es el virus tropical,
una casualidad sentimental,
que nunca se va
y que es importante mantener.

Coming-of-age y la función escapista del arte en Virus tropical. – Santiago Mendoza

Coming-of-age es una clasificación literaria y cinematográfica interesada en la exploración del crecimiento psicológico y moral del personaje principal, por lo general, de la juventud hasta la madurez. Aunque podemos encontrar referentes desde los cimientos de la cultura occidental como la Telemaquia, es decir, a los primeros cuatro cantos de la Odisea (siglo VII a.C.) de Homero, en donde se presenta el tránsito de la adolescencia a la adultez por parte de Telémaco, uno de los héroes griegos por antonomasia, este género ha presentado una serie de permutaciones caracterizadas por responder a un contexto social determinado. Por esta razón, el coming-of-age no es un modelo narrativo relegado al desuso, ya que el desarrollo físico y psicológico del ser humano es transversal a todas las culturas, sin importar las particularidades del entorno en el que hayamos vivido.

A partir del anterior razonamiento, es posible reflexionar sobre una de las últimas películas animadas de la filmografía nacional. Virus tropical (2018) es un filme dirigido por Santiago Caicedo basado en la historieta homónima de Power Paola publicada en el 2009, en la cual se recrea los primeros años de vida de la autora; los conflictos familiares entre sus padres y hermanas, y, sobre todo, el problemático y hermoso vínculo entre una madre y sus hijas. Cabe precisar que, al ser un largometraje que emplea las técnicas del coming-of-age, dichas temáticas no se perciben desde la perspectiva materna, sino desde la óptica de una niña que no entiende el mundo que la rodea, que prefiere refugiarse en la fantasía que ella misma crea por medio de sus juguetes, y, de lo que más adelante será su pasión: el dibujo. Desde mi punto de vista, la función escapista de la creación artística es el detalle más interesante del largometraje. De este modo, aquello a lo que recurrimos cuando a nuestro alrededor todo se descompone y se tiñe de negro, poco a poco, y con mucha dedicación, puede transformarse en la pasión que nos motiva a seguir con nuestra vida. Mientras que Hilda, pelea con su hija debido a los secretos y las malas decisiones que las separan, Paola se sumerge en sus trazos, y así logra silenciar los gritos y las dificultades que la rodean.

Para finalizar, quisiera destacar la importancia de la visión femenina en la construcción de una cosmovisión a través de la cual podemos evidenciar conflictos sociales como la droga y la presión social por consumir alcohol o tener relaciones sexuales. Así, Santiago Caicedo y Power Paola exhiben una visión de la adolescencia en la que en repetidas ocasiones nos hallamos frente al peligro de un país, que incluso hoy en día, no es capaz de garantizar el bienestar de sus niños, y que se nutre de la narcocultura. 

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