La edición de hoy de El Tiempo trae una interesante entrevista de Maria Paulina Ortiz con Gay Talese, uno de los periodistas narrativos más importantes del siglo. Crónicas como «El perdedor» sobre la desvencijada autoestima del boxeador Floyd Patterson, o «Frank Sinatra está resfriado», un magistral perfil sobre el cantante que nunca quizo atenderlo, son […]
La edición de hoy de El Tiempo trae una interesante entrevista de Maria Paulina Ortiz con Gay Talese, uno de los periodistas narrativos más importantes del siglo. Crónicas como «El perdedor» sobre la desvencijada autoestima del boxeador Floyd Patterson, o «Frank Sinatra está resfriado», un magistral perfil sobre el cantante que nunca quizo atenderlo, son hoy clásicos de del periodismo americano. Además una lección de precisión, inquisitiva reportería y una escritura esmerada.
Aquí un fragmento de la charla donde Talese recalca sobre la urgencia de que los periodistas salgan a ver el mundo y no se queden en sus escritorios:
A usted lo incluyen como uno de los maestros del Nuevo Periodismo -bautizado así por Tom Wolfe-, pero alguna vez dijo que le molestaba ese término. ¿Por qué?
No me opongo a lo que afirmó Tom Wolfe. Él dijo que la no ficción era tan creativa como lo que hacían los novelistas y era muy crítico de los escritores de ficción. Tuve problemas, sí, con los que se autodenominaban periodistas pero no salían a ver el mundo. A muchos les gustaba la idea de ser parte del Nuevo Periodismo porque les parecía glamuroso. Pero no hacían el trabajo y cometían errores. No les preocupaba la exactitud, quizá porque nunca se la enseñaron, a diferencia de Wolfe o yo, que veníamos de grandes periódicos. En fin: lo que me incomodó, y me incomoda, es que no se haga bien el trabajo: salir a experimentar personalmente sobre lo que se va a escribir, no preguntarlo por correo, ni buscarlo por Google.
Viene de una familia de sastres. Papá, tíos. ¿Por qué no siguió ese camino?
Mi interés en el periodismo nació cuando yo tenía 14 o 15 años, y fue al ver a mi papá leyendo periódicos. Leía The New York Times todos los días. A mí me llamó la atención cómo con el periodismo se podían cubrir los grandes temas. Además, en su sastrería tenía un cliente que era escritor de editoriales de The New York Times y él se volvió para mí la personificación de alguien sofisticado. Y era periodista. Papá quería que yo viajara a París a ser aprendiz de sastre. Pero me fui por el periodismo. No tanto por el cubrimiento de noticias, sino por hacer un periodismo con estilo propio. Así como él hacía con los trajes: lograr un estilo al escribir.
Talese está en Bogotá para participar en la Feria del Libro de Bogotá. Les recomiendo mucho que traten de ir a verlo. Digamos que es el Paul McCartney de la no-ficción y la boleta vale como 100 veces menos.
