«Tan grande y tan ‘bobo’» #PeligrosamenteInapropiado
Hay un corto circuito entre el periodismo y la ciencia que produce reportajes disparatados, titulares sensacionalistas y una epidemia de desinformación. Este blog se encargará de poner esos disparates bajo el microscopio.
En el programa del pasado 14 de Marzo, La Luciérnaga abrió su sesión de “noticias buenas” con una nota científica. En el minuto 5, Gustavo Álvarez Gardeazábal lanzó el siguiente comentario: “En Ricaurte, Valle,…han aparecido, durante toda su historia, 300 años, una serie de enfermos mentales, de bobos, de retrasados mentales”. Luego explicó que se trata de una enfermedad denominada síndrome de fragilidad X, cuya incidencia en Ricaurte, corregimiento de Bolívar, Valle, es la más alta del mundo. Añadió que, actualmente, el grupo de clínica genética de la Universidad del Valle, en colaboración con el Instituto MIND de la Universidad de California en Davis, han unido esfuerzos para investigar, en Ricaurte, las causas de esta enfermedad y un posible tratamiento.
Luego, Hernán Peláez le pide detallar la relación entre el síndrome de fragilidad X y ciertos factores ambientales, a lo que Gardeazábal respondió: “El problema es que…aumentó el número de bobos…en el momento en que tuvieron agua que salía de la mina de magnesio que estaría atrás. Cuando cambiaron el agua y la pusieron a pozo artesiano, disminuyeron [sic] el número de bobos. Y cuando volvieron, porque no tuvieron con qué pagar la electricidad, volvió a aumentar el número de bobos. Entonces están buscando a ver si el magnesio tiene algo que ver”.
La Luciérnaga se destaca por el excelente humor con el que aborda temas de actualidad y por una labor periodística seria. Sin embargo, es claro que usar el término “bobos” para referirse a enfermos mentales no solo es inapropiado y peyorativo, sino que deja mal parado al programa de Caracol y al estudio que se está llevando a cabo en Ricaurte, restándole la importancia que tiene. Si bien es cierto que “bobo” es un término corriente en jerga popular colombiana – todo pueblo dice tener su bobo, por ejemplo –, esto no justifica que La Luciérnaga se refiera a estas personas de una manera tan despectiva. Hacer periodismo responsable es una condición necesaria, no solo para informar sobre actualidad política, tal como lo hace La Luciérnaga, sino al abordar todo tipo de temáticas. La ciencia muchas veces resulta siendo la cenicienta del periodismo, el material de relleno con el que los medios añaden “datos curiosos” a sus agendas informativas. Sin embargo, si estamos de acuerdo en que la ciencia atraviesa una gran parte de las decisiones políticas que tienen lugar en nuestra sociedad, la rigurosidad con que se abordan estos temas y su lugar deberían ser sacados de la marginalidad.
Para redondear la historia sobre la investigación: Científicos de la Universidad del Valle en Cali, de la Universidad Nacional en Bogotá y de la Universidad de California en Davis están investigando el síndrome de fragilidad X. El lugar fue escogido porque allí la incidencia para esta enfermedad es muy elevada, lo cual facilita su estudio. El trabajo, bautizado como “Proyecto de la Esperanza”, demostró que la población de Ricaurte tiene una alta incidencia en mutaciones genéticas relacionadas con el síndrome X. Evaluando poblaciones de mayor tamaño en el territorio colombiano, el proyecto también busca determinar qué tan prevalente es esta enfermedad a nivel nacional. Así mismo, se tiene el objetivo de crear programas de educación sobre el síndrome de fragilidad X y de apoyo a las familias que tengan individuos con la enfermedad.
