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[PODCAST] Minga: mujeres y resistencia

Noelia Campo es la única mujer en el grupo de consejeros mayores del CRIC. Es una de las voces que representaron a más de 7000 personas en la Minga, una movilización masiva convocada por los pueblos indígenas del Suroccidente colombiano en medio de la pandemia por Covid-19. Aquí, su historia.

por

Angie Ramirez, Laura Gutierrez, Olga Cecilia Guerrero, Laura Grisales, Lizbeth Mejia, Laura Acero, Olga Nohelia Benavides y Laura Ubaté


16.11.2020
Minga: mujeres y resistencia

Esta historia fue creada en la Mediatón #Resonar, organizada por Chicas Poderosas y la UNESCO, con el apoyo de Google News Initiative. Para escuchar todas las historias sonoras creadas de forma colaborativa e interdisciplinaria por mujeres y personas no-binarias de Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, visita chicaspoderosas.org/historiasresonar 

 

El Podcast “Minga: mujeres y resistencia”, es un producto sonoro que narra la participación de los liderazgos de las mujeres dentro de la acción política de los pueblos indígenas del departamento del Cauca en Colombia. El relato está construido a través de la experiencia de Noelia Campo, una de las voceras de la Minga Social y Comunitaria por la defensa de la vida, el territorio, la democracia y la paz, que se realizó en octubre del 2020.

En esta historia se expresa la experiencia personal de Noelia, una mujer indígena de 28 años que pese a su corta edad, es la única Consejera Mayor dentro del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric). A través de ella conocemos la minga, un proceso de movilización que reunió diferentes sectores sociales y que se tomó durante diez días, algunas carreteras y plazas principales del país. Durante esta protesta, hecha a bordo de chivas y acompañada por 7.000 personas, se le expresó a los colombianos que en los territorios rurales siguen ocurriendo las masacres y el olvido estatal, en procesos como el no cumplimento de los acuerdos de paz y la persecución a lideresas y líderes sociales colombianos. 

La experiencia personal de Noelia, quien cuenta cómo fue el reto de asumir la vocería siendo una de las pocas mujeres dentro de estos espacios organizativos dentro de la minga, conecta con las reflexiones en torno a lo que representan los liderazgos de mujeres indígenas:

Roseli Fiscué, la coordinadora de mujer del Cric y representante de la Red Nacional de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos amplía la perspectiva frente a lo que implica perder una lideresa indigena, como ha pasado tantas veces debido a la violencia que se vive en el Cauca. Además, el relato de este podcast contrasta las visiones de las mujeres indígenas del sur del continente, a través de la entrevista a la lideresa indígena Felipa Huanca. Quien aporta su experiencia dentro de la Confederación de Mujeres Bartolina Sisa, rescatando los liderazgos de mujeres en estos procesos que cada vez toman más fuerza en La Paz, Bolivia.  

Este podcast fue ideado, escrito y producido, basado en técnicas de periodismo narrativo, y con un híbrido que reúne elementos de formatos como: reportaje, testimonio y entrevista. Fue realizado por un equipo de 8 mujeres, que desde diferentes ciudades contribuyeron en diferentes procesos en su creación, durante la mediatón #Resonar. «Minga: mujeres y resistencia», es el resultado de tres semanas de trabajo colaborativo, de ocho mujeres que desde distintas ciudades hicieron posible esta historia:

Angie Ramírez es la narradora y vive en Popayán. En la investigación Olga Cecilia Guerrero desde Bogotá, Lizbeth Mejía desde La Paz, Bolivia, y Laura Acero desde una travesía en bici. El diseño de sonido es de Laura Gutiérrez y Angie Ramírez. En la posproducción Laura Gutiérrez, Angie Ramírez y Laura Acero, con la colaboración de Laura Grisales desde Pereira. El guión fue escrito y editado por Laura Gutiérrez y Laura Acero. Olga Nohelia Benavides hizo la producción de campo y la ilustración. En la dirección general: Laura Ubaté, desde Bogotá. 

 

Transcripción

[Noelia Campo]: “Un saludo de resistencia, de armonía, a todos los mingueros…”

[Laura Gutierrez]: En Colombia, octubre ha sido un mes cargado de tensiones. Primero, por la pandemia. Segundo, porque a pesar de ella, vivimos una gran movilización liderada por los pueblos indígenas del suroccidente del país. Esta movilización se conoce como Minga y a ella se unieron campesinos, afros y otros grupos sociales.

Yo soy Laura Gutiérrez y durante tres semanas, junto a ocho mujeres nos reunimos para contar la historia de una lideresa que alzó su voz en esta Minga.

[Noelia]: “…aquí estamos los pueblos y las organizaciones con la dignidad en alto…”

Minga es un nombre que se le da a las reuniones para el trabajo conjunto. Es juntarse a limpiar una huerta, a construir, a sembrar. Para muchas comunidades es unirse a caminar hacia un objetivo común y lo que vimos en octubre es una de las mingas políticas más grandes del país. 

Juntas, más de 7.000 personas viajaron 580 kilómetros, desde el Cauca hasta la plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá. Dentro de tantas personas, vestida con un sombrero, una ruana oscura y su bastón de autoridad, estaba nuestra protagonista.

[Noelia]: Al principio cuando tomé el micrófono allá en la plaza de Bolívar donde estaba lleno, si sentí un poquito de temor, de temor, porque ver tanta gente, tanta fuerza, y que… uno esté representando a toda esa gente y que esté liderando como, como vocera, es, a la vez se siente una alegría pero a la vez sentí un poquito de miedo, un poquito de temor. 

[Laura]: Les doy la bienvenida a “Minga: mujeres y resistencia”.

Hoy les traemos la historia de Noelia Campo, una lideresa indígena. Desde Popayán, Angie Ramírez nos cuenta. 

[Angie Ramírez]: Soy Angie Ramírez, y hoy me encuentro en la casa del Consejo Regional Indígena del Cauca, el CRIC, en la ciudad de Popayán. Aquí en la capital del Cauca se encuentra una tensión entre la herencia colonial y la diversidad étnica de los diez pueblos indígenas que conviven en el departamento.

En cada parte de la casa en la que avanzo, me reciben diferentes sonrisas como forma de saludo, en medio del ruido y alrededor de muchas oficinas. 

Estamos en una sala en la parte más alta de la casa. Sale a mi encuentro una mujer indígena de 28 años a la que todos le dicen Mayora. Ella es una autoridad indígena, y es la única mujer en el  grupo de 9 consejeros mayores. 

[Noelia]: Bueno yo soy Noelia Campo, hija del pueblo nasa, y pues mis autoridades en junta directiva, pues me delegaron la tarea de, de asumir la responsabilidad como consejera mayor del consejo regional indígena del cauca, CRIC. 

[Angie]: Nasa Yuwe significa gente del agua, es uno de los pueblos indígenas que habitan el departamento del Cauca. Como consejera mayor, Noelia orienta decisiones importantes del gobierno propio de su comunidad. ¿Se acuerdan de la Minga de 7.000 personas que nombramos al principio? Noelia tiene la responsabilidad de ser una de las voceras:  

[Noelia]: Pues no es fácil ser lideresa de todo un pueblo, de los 10 pueblos indígenas porque yo soy Nasa pero no respondo por mi pueblo sino que nos toca responder a nivel regional, de los, de los 10 pueblos, y ahora que pues ya estamos hablando a nivel nacional ¿no?

[Angie]: Noelia salió de su casa hace más de 20 días y todavía no regresa. Por estos días se está quedando en Popayán.

[Noelia]: Pues la verdad, estas son las horas que no he podido llegar a mi casa (risas) porque llegue de la minga, tengo una piecita por acá arrendada porque pues nunca he sido de la ciudad ¿no? Nos tocó pues, acá el consejero mirar una piecita, al menos cuando uno llega puede quedarse, pero… lo que es a mi territorio, lo que es a ver a mi mamá, a mi familia, no he llegado todavía y pues estoy esperando el fin de semana para llegar a mi casa.

[Angie]: Todo comenzó el 10 de octubre cuando la minga convocó al presidente de Colombia. Lo esperaban en Cali para debatir sobre los problemas que afectan la vida, el territorio, la paz y la democracia… Pero el presidente nunca llegó.

[Noelia]: Por eso se enrutó hacia la ciudad de Bogotá y no era tanto que íbamos a buscar a Duque o por verle la cara a Duque, porque ese no era el objetivo de nosotros como Minga. El objetivo era dejar un mensaje claro al mundo, al país, a los ciudadanos y convocar a todas aquellas, eh, voces que pues estaban calladas, uno por el miedo de las amenazas, por el miedo de los asesinatos.

[Angie]: Con su salida a Bogotá, la minga llevó un mensaje de urgencia: que el gobierno tome medidas para proteger la vida. Pero en lugar de atender a la minga, el presidente hizo declaraciones que la estigmatizaban. 

[Audio Iván Duque]: Como lo ha dicho la OMS, que evitemos las aglomeraciones, donde se presentan aglomeraciones se incuba el camino a un rebrote, y un rebrote significa retrocesos y aquí se trata es de avanzar. Nada ni nadie puede argumentar que para ser escuchado en una democracia se requiere la promoción de una aglomeración. 

[Angie]: Al punto que Claudia López, alcaldesa de Bogotá, también tuvo algo que decir sobre la minga, el Covid y la falta de atención del Gobierno nacional. 

[Audio Claudia López]: Aquí el riesgo es al contrario. Es Bogotá la que puede terminar contagiando a la Minga. Pero todo esto se hubiera podido solucionar muy fácil. Yo preferiría por supuesto… todo esto nos lo hubiéramos ahorrado, si en vez de que 10.000 indígenas tengan que venir a Bogotá, el presidente hubiera cogido un vuelo y hubiera concertado con la Minga en el Cauca, obviamente, mucho más fácil. 

[Angie]: En Colombia, los casos confirmados por Covid-19 pasaron el millón de personas y han fallecido más de 31.000. Bogotá es la ciudad con más casos: 288.800 contagios. El Instituto Nacional de Salud, también reportó cerca de 1.300 casos de Covid-19 en la población indígena del Cauca. 

Sin embargo, para los pueblos indígenas que salieron en la minga, el Covid no es la mayor amenaza. 

[Noelia]: Cuidándonos del Covid, llegó, pues… aumentó, porque ya estaba, el tema de las amenazas, el tema de los desplazamientos, el tema de la, de los asesinatos selectivos, ya estaba, pero aumentó con mayor fuerza en el tiempo de pandemia. 

[Angie]: Según registros de Indepaz, desde el primero de enero de 2020, 237 líderes sociales y defensores de derechos humanos han sido asesinados en Colombia. En el Cauca la violencia acabó con la vida de 90 personas, 46 eran indígenas. 

Para entender este panorama de violencia hablamos con Roseli Fiscue, la coordinadora del programa de mujer del CRIC y representante de la Red Nacional de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos. 

[Roseli Fiscue]: Desafortunadamente después de los acuerdos teníamos mucha esperanza, no la hemos perdido pero se ve un poco oscura. Lo que se ha incrementado es el conflicto, la disputa territorial y esto sí ha representado pues mayores riesgos pero también mayores, eh, víctimas de las comunidades y principalmente indígenas. 

[Angie]: El 15 de octubre la Minga partió de Cali rumbo a Bogotá. Aún con tanto dolor, decidieron movilizarse. Llevaban algo muy especial de los pueblos indígenas del Cauca: la alegría que es el sello de su resistencia.

Este es el sonido de la Minga a bordo de chivas llenas de personas, provisiones y música hasta en el techo.

[Hombres cantando]: “Viva la minga y el paro nacional…”

[Angie]: Ver una chiva es como ver un bus grande, tipo camión, con hileras de bancas que tienen su propia entrada al lado derecho. En su mayoría son azules y verdes, pintadas con orquídeas, según las características de las chivas caucanas. 

[Noelia]: En las chivas eran momentos de alegría, la chirimía se trepaba, las chivas floreadas de, de la simbología de los colores de cada organización, era una alegría bastante grande por… uno, pues porque muchos pueblos estuvimos encerrados en temas de pandemia, ¿no? pero fue una alegría, un compartir… porque en la Línea, no sé si vieron, pero ya subiendo la Línea se vararon unas chivas en donde colocaban la música y a la gente no le importaba si estaba haciendo frio o no y arrancaban a bailar. 

[Hombres cantando]

[Angie]: Iban a llegar a Bogotá para defender sus derechos y por supuesto, disfrutando el camino. Ya sea bailando en la Línea, la carretera que atraviesa la cordillera central, o alrededor de una olla comunitaria, la alegría, es una forma de resistencia. 

El 19 de octubre la minga llega a la plaza de Bolívar en Bogotá. Cada paso que Noelia daba hasta allí, acompañada de miles, implicaba una responsabilidad más grande. Había que contar lo que estaba pasando, había que transmitir muchas emociones. 

[Noelia Campo]: “Un saludo de resistencia, de armonía, a todos los mingueros y mingueras que hoy nos hemos convocado en este espacio. Con más fuerza tenemos que tejer este proceso organizativo para seguir defendiendo nuestra vida. Y que ya no queremos más asesinatos, ya no queremos más militarización en nuestros territorios, un saludo de resistencia a todos aquellos que hoy seguimos caminando y seguiremos caminando”.

[Angie]: Motivada por la necesidad de defender la vida y de llevar el mensaje de la minga, Noelia se dirigió a la gente. 

[Noelia]: Al principio cuando tomé el micrófono allá en la plaza de bolívar donde estaba lleno, si sentí un poquito de temor, porque… pues ver tanta gente, tanta fuerza, y que uno esté representando a toda esa gente y que esté liderando como vocera, es, a la vez se siente una alegría pero a la vez sentí como un poquito de miedo, un poquito de temor. Pero la, los mismos… aplausos, eh, la misma, digamos el mismo himno de la guardia, y la misma fuerza que uno ve que alzan los bastones desde donde están… eso me dio mucha fuerza para poder dirigirme y pues también, eh hablarle ahí a todos los mingueros y mingueras a qué es que habíamos ido allá a Bogotá. 

Entonces es una alegría bastante grande, que a uno le digan que se sienten representados es una alegría inmensa. 

Esta minga tan grande que se acaba de dar, no, yo, yo la defino como ese tejido tan grande que dejamos no, esa huella ahí el tejido colectivo de ese pensamiento diferente pero que desde la diversidad de pensamientos, se construye la unidad.

[Angie]: Dos semanas después de que la Minga volviera a sus territorios, el 29 de octubre el pueblo Nasa se reunió para conmemorar el aniversario de un año de la masacre de Tacueyó. Grupos armados asesinaron a la gobernadora Cristina Bautista y a cuatro guardias indígenas. 

[Roseli]: Cristina se había ido configurando en un proceso organizativo, y entonces ella venía como ya con ese perfil de… conciencia femenina, la conciencia de trabajar por las mujeres y defender a las mujeres. Entonces tener ese referente de ser autoridad implicó mucho para nosotras, era como esa esperanza en ese contexto, y además que estaba surgiendo el movimiento de las mujeres en ese espacio. Entonces que las hayan asesinado pues en últimas representa como todo un… un magnicidio decimos nosotras.

[Angie]: Roseli dice que para las mujeres como Noelia y Cristina, ser lideresa indígena representa la oportunidad de dar voz a las mujeres y a su vez implica poner su vida en riesgo. Perder una lideresa indígena es retroceder en los espacios de liderazgo para las mujeres. Como líder, Noelia siente que cada vez más, las mujeres indígenas adquieren roles políticos y pasan de “cuidar la familia chiquita para ir a atender a la familia grande”. 

[Noelia]: Pues en este mundo y también en los pueblos indígenas está el tema del machismo, el patriarcado, y eso no hay por qué negarlo, pero también con la ayuda de las mismas autoridades y nuestros compañeros es como la, la mujer va cogiendo esa fuerza porque en algunos casos se le da el espacio, pero hay mujeres que pues… o que nos da un poco de miedo asumir ¿no? 

Y que se vaya mermando un poco ese pensamiento también de que la mujer tiene que ser la que cuida la casa, la que lava la ropa, la que cocina, la que atiende el marido, y nosotras no, no solamente estamos para eso. Nosotras somos políticas, culturales, espirituales y tenemos también las mismas capacidades que el hombre, para asumir esta, digamos estos roles en los procesos organizativos ya sea a nivel local, ya sea a nivel zonal, regional, nacional e incluso internacional.

[Angie]: Las dificultades para que las mujeres indígenas alcancen posiciones de liderazgo no solo existen en Colombia. En el caso de Bolivia, ellas también han tenido que luchar para abrir esos espacios. Mientras yo entrevistaba a Noelia y otras lideresas indígenas, mi compañera Lizbeth Mejía, hizo lo mismo en La Paz. Aquí, Lizbeth:

[Lizbeth Mejía]: Me encuentro en la ciudad de La Paz. Hoy conversé con Felipa Huanca, una de las principales lideresas de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” fundada en 1980. 

Le consulté, si ella notaba algún cambio en el trato dado a las mujeres indígenas en los últimos años, y cómo ha sido el acceso a posiciones de liderazgo para ellas. 

[Felipa Huanca]: La mujer, más que todo, en área rural, no tenía oportunidades de participar en las instancias como cargos públicos y también, ser autoridad o ser dirigenta.

[Lizbeth]: Por mucho tiempo, las mujeres indígenas habían estado relegadas, pero hoy hacen parte de espacios en los que se gesta la política.

[Felipa]: Pues lo importante que hay que recalcar la organización de mujeres Bartolina sisa desde 2006 o 2010 elecciones que ha habido ya tenemos esa participación en las instancias por ejemplo legislativo, poder ejecutivo, en las alcaldías, concejalas, las mujeres ya pueden decir, sí, yo voy a participar.  

[Lizbeth]: También nos habló sobre la valentía de los pueblos indígenas de Colombia y la de los pueblos indígenas de Abya Yala.

[Felipa]: Las hermanas y hermanos indígenas de Colombia tienen un principio valor, tienen ese coraje porque saben esta naturaleza se complementa con ser humano, entonces por qué hay que tener miedo. Los hermanos y hermanas de Colombia no han tenido miedo: vamos a salir, vamos a reclamar porque había una necesidad. Entonces el gobierno tiene que considerar. Los indígenas originarios campesinos aquí en Bolivia nos hemos afrontado también con nuestras propias medicinas, porque ha prevenido… no creo que ellos marchen así por así, sabiendo han marchado, se han prevenido, que no va a pasar nada… pasará pero luchar es una necesidad, además beneficio a los indígenas de Colombia.

[Lizbeth]: Y me despido con la reflexión final de Felipa, la necesidad de un intercambio de saberes y la unión entre las mujeres.

[Felipa]: En el Abya Yala antes que lleguen los españoles, siempre estábamos unidos, no había voz estás de aquí, vos eres Bolivia, vos eres Brasil. A eso estamos, no hay límite, somos hermanos, hermanas nosotros, las mismas similitudes tenemos. Tenemos que unirnos como mujeres para seguir fortaleciendo, para seguir aportando a nivel internacional, económicamente, socialmente, y culturalmente.

[Angie]: Gracias a Felipa vemos que la lucha de las mujeres indígenas, que buscan liderar en lugar de ser representadas por otros, es compartida por muchas mujeres en el sur del continente. 

[Mujeres cantando]: ...señor presidente. Por todas las nasas luchando en el Cauca, por todas las chicas desmovilizadas, a las indígenas asesinadas, a las campesinas, y afrocolombianas, cantamos sin miedo, pedimos justicia, luchamos por cada desaparecida…

[Angie]: En el caso de Noelia, ella no buscó la responsabilidad que le implicaría ser líder de su comunidad. El camino que había construido fue el que la llevó hasta allí.

[Noelia]: Pues la verdad yo no estaba preparada para asumir digamos este tema de liderazgo que es de bastante importancia.

[Angie]: No importó que ella creyera que no estaba lista o que aún tenía mucho que aprender, su comunidad ya confiaba en ella.

[Noelia]: Por eso yo cuando, cuando mencionaron mi nombre en mi resguardo yo lo manifesté así, uno porque soy muy joven, dos porque tengo que seguir caminando el proceso y creo que no es tiempo de yo asumir esa responsabilidad. Se levantó una mayora y dijo “no compañera, usted aquí no se manda sola, la comunidad decide, y si la comunidad dice que tiene que asumir esa responsabilidad y que llegó el momento, usted lo tiene que asumir”. 

[Angie]: Pero hay días que las dudas crecen, aunque a veces lo que hace falta es consultarlo con los ancestros. 

La tulpa es un fuego sagrado en donde se convoca al pensamiento para el pueblo Nasa. Allí, Lizandro Campo, el padre de Noelia, le había entregado las palabras que hoy le dan fuerza para trabajar por su comunidad. 

[Noelia]: He sentido mucho el apoyo espiritual de mi papá, porque pues, uno, él ya no está acá ¿no? Y el de mi madre, pero como él, mi padre cuando yo era niña me enseño y me dijo: “el día que este asuma esas grandes responsabilidades tendrá que dejar a la familia chiquita para ir a atender a la familia grande”. Entonces, eh, lo que me ha motivado son las palabras, los consejos que me daba de niña, digamos alrededor de la tulpa y ha sido la fuerza de este caminar. 

A veces se presentan muchas dificultades porque es mucha la responsabilidad, y en un momento yo sentí eso y… como que… tenía un sueño y como que mi papá hablaba y decía “no, fuerza, tiene que terminar la tarea que le colocaron”. Un sueño que yo tenía eh, pues, que tuve en algún momento, que mi papá como que me daba esa fuerza ¿no? en el sueño. Entonces yo dije, no, yo no puedo (risas) defraudar a mi papá (risas) todo lo que me aconsejaba. 

[Angie]: Todo el valor que acompañó a Noelia en su camino, representa la lucha de un pueblo que logra unirse en una movilización que defiende la vida.

[Noelia]: Para los indígenas la lucha no es solamente para los campesinos los afros… nosotros luchamos por tener agua limpia, por tener un oxígeno, aire puro, mmm, por tener un territorio donde sembrar la yuquita, el platanito, el maíz. Pero sobre todo para que la misma tierra nos cuide, porque nosotros… la tierra no es nuestra, nosotros hacemos parte de ella, ella es nuestra madre y por eso pues nos acobija con todo el calor, el páramo, la lluvia, los ríos.

[Hombre]: “Vamos pal Cauca” 

[Hombre]: “Hagale pues…” 

[Mujer]: “…mi gente ya vamos de regreso” 

[Hombre]: “Epa, vámonos pa la tierrita…” 

[Angie]: Después de la movilización en Bogotá, la minga regresó a sus territorios. Debían cumplir con diferentes mesas de trabajo en busca de compromisos con las comunidades. Pero los asesinatos y las amenazas no han parado. 

Noelia seguirá luchando y soñando grandes cosas para las mujeres.

[Noelia]: El sueño tan grande es que todas y, todas las que estemos en este planeta tierra, como mujeres indígenas, afros, campesinas y mestizas, pues, nos podamos encontrarnos en ese pensamiento tan grande que es poder contribuir a todo un proceso organizativo, ya sea indígena, ya sea campesino, afro, ó… a nivel de latinoamérica. Porque hay mujeres comunicadoras, hay mujeres políticas, hay mujeres espirituales, y ese pensamiento y sueño grande mío es que, eh… estemos en todas las estructuras organizativas y seamos participes y que esa voz tan sabia de las mujeres sea escuchada a nivel Latinoamérica. 

[Angie]: Noelia es juventud y tradición a la vez. En ella está viva la identidad del pueblo Nasa, la espiritualidad, la cultura y la fuerza política de los 10 pueblos que lidera. Agradezco a ella por la generosidad que tuvo con nosotras para acercarnos a su historia. 

[Noelia Campo]: “…ya no queremos más militarización en nuestros territorios, un saludo de resistencia a todos aquellos que hoy seguimos caminando y seguiremos caminando. ¡Qué viva la minga! ”.

[Laura]: Esto fue Minga: mujeres y resistencia. En esta historia, desde la voz de una mujer, pudimos acercarnos a la lucha que por muchos años han liderado los pueblos indígenas de Colombia en busca de defender la vida. Una lucha que debe ser de todes. 

Este podcast es el producto del trabajo colaborativo de ocho mujeres que desde distintas ciudades hicieron posible esta historia:

Angie Ramirez es la narradora y vive en Popayán. En la investigación Olga Cecilia Guerrero desde Bogotá, Lizbeth Mejia desde La Paz, Bolivia, y Laura Acero desde una travesía en bici. El diseño de sonido es de Laura Gutierrez y Angie Ramirez. En la posproducción Laura Gutierrez, Angie Ramirez y Laura Acero, con la colaboración de Laura Grisales desde Pereira. El guión fue escrito y editado por Laura Gutierrez y Laura Acero. Olga Nohelia Benavides hizo la producción de campo y la ilustración. En la dirección general: Laura Ubaté, desde Bogotá. 

También queremos agradecer especialmente a Lindos Payaneses y La Errática Electro-Chirimía por su música. A Nusmen Acosta por toda su colaboración. A Federico Arbeláez desde Panorámica Sound Works en Bogotá y a Juan Ciro desde Popayán, por su ayuda en grabación. Jarold Silva, Laura Serna y Juan Muñoz por su material de archivo. Y por supuesto, a Chicas Poderosas por darnos este reto.

Esta historia es producto de la Mediatón #Resonar organizada por Chicas Poderosas y la UNESCO, con el apoyo de Google News Initiative. Para escuchar todas las historias sonoras creadas de forma colaborativa por mujeres y personas no-binarias de Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, visita chicaspoderosas.org/historiasresonar

[Roseli]: El buen vivir para nosotros es el ´wueb finsen´ y eso significa vivir siempre contento, vivir siempre sabrocito, vivir siempre alegrecito.

 

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Angie Ramirez, Laura Gutierrez, Olga Cecilia Guerrero, Laura Grisales, Lizbeth Mejia, Laura Acero, Olga Nohelia Benavides y Laura Ubaté


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