[EN VITRINA]: Cristián Ochoa y el sueño sudamericano

El fotógrafo chileno Cristián Ochoa retrató la migración colombiana a la ciudad de Antofagasta. Un proyecto que incluye exposiciones itinerantes, talleres y un libro documental que cuenta la vida cotidiana de esta población.

por

cerosetenta


22.09.2017

Fotos: Cristián Ochoa

En sus palabras…

 

La idea de El sueño sudamericano estuvo presente desde el 2013 cuando, después de un partido de futbol entre Chile y Colombia, vi peleas en el centro de Antofagasta luego de un empate a última hora de los cafeteros. Luego de este episodio, a mi parecer cambió todo. Aparecieron rayados xenófobos y se organizó una marcha anti-migrantes unas semanas después (llamada tambien la marcha anti-colombianos) que tuvo mínima concurrencia.

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Empezó a salir a la luz el racismo y discriminación, algo arraigado principalmente en el clasismo de parte de los habitantes de esta ciudad minera llamada por algunos ‘La Dubái’ de Latinoamérica. Ocurrieron noticias como que un exintendente atribuyó un supuesto aumento de las enfermedades de transmisión sexual a las prostitutas colombianas o que a más de 10 niños migrantes se les negó la nacionalidad por ser hijos de padres catalogados como transeúntes, siendo que llevaban años en el país.

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También la prensa (Principalmente de capitales de derecha) jugó y sigue jugando un papel a veces muy negativo, y no solo la local. Todo delito cometido por un colombiano es visibilizado de manera exagerada, para vender.

Todo eso me hizo estudiar acerca del tema y comenzar a trabajar en él.

Foto: Cristián Ochoa.

No se si a todo chile le llama la atención la migración colombiana. A mí sí.

En un par de años Antofagasta ha cambiado bastante, tiene un carácter claramente multicultural. Ese rápido cambio produjo la atención de muchos, dentro de los cuales me incluyo. En estos momentos, mas del 5 % de la población de la ciudad proviene de Colombia siendo que la tasa de migración en Chile es menor al 3 %.

Foto: Cristián Ochoa.

Una vez que decidí involucrarme en el proyecto, partí realizando un típico registro fotográfico documental, pero al conocer sus historias, no sólo quise abordarlo de esta forma y empecé a pensar en mi vida como migrante interno, a generar empatía, quizás asociando mi pena por no tener la familia cerca o no poder sentir la lluvia como lo hacía en el sur del país desde donde provengo. Buscando esta relación encontré el llamado Duelo migratorio, un análisis sicológico que nació en Europa por la migración africana.

Posteriormente empecé a concretar entrevistas de video a migrantes en base a los tipos de duelos establecidos en estos estudios: Duelo por la separación de la familia y amigos, Duelo por la cultura, Duelo por la pérdida de la tierra y otros, complementando con preguntas acerca de cómo cruzaron la frontera, episodios de discriminación o racismo que los haya afectado en la ciudad, sueños, cómo ven Chile, cómo lo veían desde Colombia antes de partir, etcétera. El libro es una mezcla de fotografías de mi autoría con frases tomadas de estas entrevistas.

Foto: Cristián Ochoa.

La conexión costó bastante. El colombiano es muy alegre y cercano, pero acá es desconfiado por cómo se le ha tratado. Esa barrera es difícil de romper, pero es cosa de tiempo. Por ejemplo, en medio del trabajo de El sueño sudamericano realicé un taller de fotografía con niños en un campamento/invasión, gracias a lo cual pude confluir con la comunidad de estos lugares con mayor confianza.

Parte de las historias que conocí, eran de familias que ya habían aparecido en los medios de comunicación o que acudieron a las organizaciones que trabajan con migrantes. Otras imágenes salieron del día a día, dando vueltas. También llegué a relatos por oficios o lugares arquitectónicos que me atraían, como el complejo de Condominios Costa Laguna, con una de las piscinas más grandes del país, donde trabajan solo migrantes limpiando el interior de la alberca y aplanando la arena diariamente para que no se noten pisadas, lo que me pareció una muestra de la superficialidad tremenda por parte de la supuesta elite.

Foto: Cristián Ochoa.
Me interesa provocar estas discusiones por medio del arte, para provocar el cuestionamiento

Vengo de una familia totalmente involucrada a los temas sociales y es lo que me interesa, me marca. Especialmente en esta investigación he tenido un fuerte compromiso activista, apoyando a muchas personas con contactos, acompañándolos en sus procesos de documentación, yendo a la frontera a buscar familias, etc. Esto genera una mejor relación para generar el trabajo.

Foto: Cristián Ochoa.

Hay muchas historias que me impactaron. Al principio quería realizar un trabajo con la migración colombiana en general, pero después de conocer algunas historias, me intereso dar a conocer al ciudadano chileno la vida de quienes migran por fuerza, el que trabaja en lo que sea.  No me interesaban los que vienen a estudiar o los profesionales que vienen a trabajar en áreas como la salud o minería, que además son la mínima proporción.

Para los jóvenes migrantes entrar a la universidad es muy difícil debido a las trabas que poseen para obtener la documentación definitiva, que es lo que el gobierno exige para dar la prueba de selección PSU. Hay personas esperando más de un año por la respuesta a su petición de visa definitiva y en esa espera no pueden trabajar, habiendo estado dos o tres años en el país con conducta irreprochable. Eso es incomprensible.

Foto: Cristián Ochoa.

Padres o madres que viven en condiciones muy básicas para poder enviar remesas a su países, familias que atravesaron el desierto para poder llegara al país, una familia con nueve hijos que sobrevive vendiendo comida rapida en calles y playas.

También me sorprendió la superficialidad y clasismo que existe en Antofagasta y en Chile en general, como que me comentarán sobre el alto racismo que existe en Colombia.

Por otro lado lo pase muy bien, comí muy bien, rumbeé bastante y aprendi mucho de la fortaleza de sus historias de vida.

Foto: Cristián Ochoa.

Me gustaría ver este proyecto en el espacio público, colegios, o sitios de alta confluencia de público.

En estos momentos la ciudad posee un carácter altamente multicultural. Ahora el desafío es mutar a una interculturalidad de calidad, que en estos momentos escasea. En los restaurantes colombianos raramente encuentras a un chileno, lo mismo pasa en las discotecas. Este cambio debe partir en la casa y apoyarse en la educación formal. Por lo menos en los liceos públicos el gobierno está haciendo esfuerzos. Me preocupan los niños y jóvenes de colegios privados, esos que nunca se han relacionado con migrantes, que viven al otro lado de la ciudad, en burbujas.

Foto: Cristián Ochoa.

070 RECOMIENDA...

El libro del proyecto 'El sueño sudamericano' de Cristian Ochoa

Click acá para ver

Realicé una expo-intervención en la plaza principal de la ciudad de Antofagasta, donde en el último panel de la obra pedía que el público se expresara, «En una palabra define migración», decía. Buena parte de las frases escritas eran negativas, lo cual te habla del clima que existe. Independiente del tono de las respuestas, me interesa provocar estas discusiones por medio del arte, para provocar el cuestionamiento.

 

* Cristián Ochoa estará en Bogotá dictando un Taller 070 de Fotografía y migraciones. Las inscripciones son gratuitas y habrá cupos limitados que se seleccionarán entre las personas que se presenten. El taller es presencial del 3 al 5 de octubre en la Universidad de los Andes. Inscripciones y mayor información acá o en el correo mm.robles126@uniandes.edu.co

 

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