
La relación entre la prensa y el poder político es compleja. El periodismo en Latinoamérica está sometido a la presión de los gobiernos de turno y debe asumir las consecuencias de no rendirse ante los mercados para garantizar su sostenibilidad. El interés económico de los medios, en muchas ocasiones, produce falta de información y complicidad de estos con el Estado: no lo investigan, no lo cuestionan y ocultan hechos relevantes para la opinión pública con tal de no enemistarse con el poder y así sobrevivir. Y cuando no es así, cuando hacen su labor y se vuelven incómodos, entonces comienza la persecución, la censura, las demandas, la intimidación, los bloqueos.
Aprovechamos el Festival GABO para entender, a través de periodistas de la región, cómo se comportan los medios frente a sus gobiernos en los países de América Latina.