Las películas siempre nos muestran lo mismo. El nacimiento de un bebé, la infancia de ese bebé que se convierte en niño. Y el niño que se convierte en un adolescente insoportable. Si ese adolescente cuenta con suficiente suerte en la vida, se convertirá en un adulto que le tiene nostalgia a ese ser anterior, con energía infinita, y también un poco de alivio de no ser la misma persona que antes tenía una visión muy cerrada sobre la vida.
Estas etapas tienen ciclos que las delimitan fuertemente: el jardín, el colegio, la universidad. Siempre hay un tiempo de estadía en un sitio y un logro al final. Claro, siempre hay de cuanto invento existe para participar, que concursos, intercambios, MUNs, etc. Pero los logros están claros, los grados de cada etapa son la culminación de la estadía en un sitio (si estudiaste) y uno pasa a trabajar ocho horas diarias.
Y uno llega a eso y dice ajá y ¿ahora qué?
Eso mismo me dijo una muy buena amiga:
“Yo pensaba que uno estudiaba se graduaba, se esforzaba por tener buenas notas y ya, a uno le iba bien. No que todos los días costaba levantarse y todos los días tocaba esforzarse para que le fuera bien. No sabía que la vida se volvía así.”
Algunos se casan (¡y eso está bien!)
Hay especializaciones, maestrías, voluntariados en fundaciones, clubs de lecturas y los deportes de la vida, pero ya no hay una estadía que garantice un logro. Te puedes quedar en el mismo trabajo y eso no garantiza necesariamente que mejores profesionalmente.
Esta es la parte bacana y al mismo tiempo, angustiante.
Todo depende de uno.
Puede ser una modalidad recargarda de angst de los veintes, que simplemente es darse cuenta que la vida va en serio. Hay gente que prefiere seguir repitiendo los ciclos, manteniendo las mismas cosas intactas, pegadas a las mismas dinámicas, después de todo lo desconocido siempre asusta.
Creo realmente que lo valioso de este momento es poder seguir manteniendo la conexión con las personas, sitios, lugares, cosas que te transformaron para poder tener una perspectiva distinta, así sigas en el mismo sitio.
Y creo sin duda, que eso último es el logro de esta etapa sin hitos, sin los llamados milestones.
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