El Refuerzo Escolar es uno de los proyectos sociales más significativos de Progresa Fenicia. A partir de 2013 los estudiantes de la Universidad de los Andes han acompañado a los niños del Triángulo de Fenicia, en su crecimiento personal, académico y social. Acérquese a esta bella historia.
Un niño de sexto grado lucha por comprender qué es el marxismo, el capitalismo, la plusvalía y el PIB. Todo hace parte de un mismo encargo. Son preguntas que debe contestar para una tarea del colegio. El niño, angustiado, llega a su casa del triángulo de Fenicia, se cambia el uniforme, toma un cuaderno, un esfero y se va para Casa Fenicia, con la seguridad de que le ayudarán los mentores de la Universidad de Los Andes, estudiantes voluntarios del programa Refuerzo Escolar de Progresa Fenicia.
Gabriela Vargas, estudiante de economía de 1º semestre, recuerda la tarea del niño: “era muy densa, yo pude colaborar porque precisamente estaba viendo esos temas en Historia Económica General”. En las tardes, entre semana, un grupo de muchachos saca tiempo de sus obligaciones académicas para acompañar a los niños de Fenicia. Matemáticas, lenguaje, economía, artes plásticas, historia, biología, química, entre otras, hacen parte de las asignaturas que los niños repasan, refuerzan y comprenden.
“Nos dimos cuenta que los niños hacen las tareas por hacerlas y ya. Nosotros tratamos de cambiar eso haciéndoles ver para qué sirven esos conocimientos”, agrega Gabriela Vargas, quien hace parte del grupo de veinticinco mentores de este semestre. Catalina Carreño, estudiante de último semestre de Diseño, lleva dos temporadas como mentora. En este tiempo ha podido ver cómo los niños han incrementado su interés académico: “este semestre hicieron las tareas más juiciosos, prestaron mayor atención, no se salieron del salón. Hemos captado su interés, el refuerzo funciona”.
Juan Sebastián Pardo, antropólogo de la Universidad de Los Andes y coordinador del Refuerzo Escolar, resalta que “hay un gran avance en el desarrollo de los niños, en la forma de interactuar. Uno de los puntos más positivos es que se ha logrado una integración importante entre los estudiantes de la Universidad y los niños del refuerzo, porque también se trata de eso, se trata de formar la comunidad del Triángulo de Fenicia”.
El Refuerzo Escolar con mentores voluntarios funciona desde el 2013. Juan Sebastián Pardo señala que en estos dos años ha aprendido muchísimo, “es una experiencia muy enriquecedora en doble vía porque además de aprender de los niños, ellos tienen la oportunidad de interactuar con otras personas, con distintos gustos y procedencias. Los niños aprenden a vivir en comunidad”.
Hay niños aplicados y tranquilos. Otros tímidos y receptivos. Algunos no pueden quedarse quietos y se asemejan a pequeños huracanes que desordenan todo a su paso. Para cada tipología hay un método didáctico. Catalina Carreño dice que: “es impresionante cómo los niños más inquietos, los más difíciles se transforman en tremendos artistas cuando llevamos a cabo actividades relacionadas. Entonces uno ve que se trata de darles las herramientas para explorar la creatividad que tienen adentro. Y es ahí cuando todo ese potencial es aprovechado”.
Al principio de cada semestre el Refuerzo Escolar abre convocatoria para nuevos mentores voluntarios. Si le interesa hacer parte de esta bella experiencia, esté pendiente el próximo semestre y desarrolle con Progresa Fenicia su vocación pedagógica, su vocación de servicio.