Medellín se ha narrado de mil maneras desde el arte. En el cine con Laura Mora, Catalina Arroyave, o Victor Gaviria, en la literatura con Gonzalo Arango o Rocío Vélez de Piedrahita y en la pintura con Débora Arango, entre muchos y muchas otras personalidades.

En la voz afónica del nacido en Apartadó, Antioquia,  Mateo Montaño, la ciudad es retratada desde la ironía y la crítica, con un estilo particular que destruye el contexto y lo reformula dándole un doble sentido de una manera única. Es una de las mitades de Gordo Sarkasmus, beatmaker y solista cuyos discos son la evidencia de una nueva sangre en el rap de la montaña.

Hoy en Sudakas, Mateo Montaño, más conocido como Granuja.

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