Lo han definido como “el rapero favorito de tus raperos favoritos”, aunque él mismo no se considere rapero y el rap no lo defina, como ha dicho el escritor Santiago Cembrano. Para unos, una rareza dentro del hip hop nacional, para otros un genio camaleónico. Lo que es innegable, es ese rasgo único en el que logra converger universos abstractos, ideas de su alter ego transitando en un mundo de ficciones con su asociación libre de ideas.

Su música invita a caminar por paisajes taciturnos, como si se tratara de una ciudad en penumbra que encuentra en callejones historias escondidas, narradas desde lo incógnito, imágenes capturadas que se convierten en un collage que transgrede tiempos y espacios. Es, como él mismo se ha descrito en canciones, el último rinoceronte blanco, malabarista de letras en zancos. Una joya extinta, una pieza como ninguna.

Hoy, en Sudakas, Nelson Martinez, más conocido como N.Hardem, uno de los artistas más fascinantes del rap Colombiano.

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