En este país los niños son criados por mamás solteras, mamás divorciadas, abuelas. Por papás solteros, papás divorciados y abuelos. Hay muchas formas de familia y no solo una como promueve la senadora Viviane Morales. Lo más grave de su referendo no es el ataque a la comunidad LGBTI en su mal llamada defensa de los niños, sino que el sistema deje que hoy alguien promueva un único modelo de familia en Colombia. Contradice la realidad y envía un mensaje muy doloroso para los millones de niños que crecen en familias sin un papá y una mamá.
Este referendo discrimina e invalida todas las demás formas de ser familia. Niega la adopción a mujeres solteras, viudas o divorciadas. A hombres solteros, viudos y divorciados. A todos miembros de la comunidad LGBTI. Va en contra de nuestros derechos y de los de todos los niños colombianos que han sido hasta ahora adoptados por personas sin contrato civil de matrimonio heterosexual vigente.
Las mamás como yo, divorciadas y con hijas, tenemos familias tan válidas como las que viven con su pareja. No necesitamos que nadie nos lo recuerde, pero teniendo en cuenta el país que somos, si la validez de mi familia dependiera de los votos de un referendo, ganaría el No y yo tendría que explicarle a mis dos hijas que viven en un país que considera su hogar de segunda categoría.
La familia tradicional, de papá y mamá, no asegura un mejor bienestar ni la réplica de modelos. Para eso hay que hablar de otros tantos factores y responsabilidades que no vienen al caso con el referendo. La defensa de ese modelo no protege los derechos de los niños. Al contrario, valida solo a parejas heterosexuales como padres y discrimina todas esas familias que son mayoría en Colombia y en el mundo.
No al referendo de Viviane Morales. Que la Corte lo invalide porque pisotea los derechos de las mayorías. Porque ni mi familia no yo somos de segunda categoría. Porque los niños de este país tienen derecho a que los adopten. Porque los hombres y mujeres que no están casados o que están casados con otros hombres y otras mujeres tiene derecho a ser papás.
Yo fui adoptada y crecí en un hogar patriarcal con mamá, papá, hermana y perro. Tengo dos hijas que nacieron de mi barriga, soy divorciada y ahora, las tres vivimos con los abuelos. Defiendo que en un futuro, ellas y todos los demás, puedan adoptar sin ser discriminados por su orientación sexual ni su estado civil.