Una de las banderas con las que Gustavo Petro llegó al poder fue la de la cultura y una de las primeras movidas desde el Ministerio de Cultura bajo su gobierno fue enterrar definitivamente la “economía naranja” de Iván Duque para darle espacio al “estallido cultural”, un guiño al estallido social clave para su ascenso a la presidencia. Sin embargo a la maestra Patricia Ariza solo la aguantó Petro como ministra hasta el 27 de febrero, cuando salió entre críticas de varios sectores de la cultura que venían reclamando una falta de socialización de los avances de la política del “estallido cultural”, como contamos en esta nota de noviembre del año pasado. 

Desde entonces el ministro encargado –no nombrado en propiedad– ha sido el director de orquesta Jorge Antonio Zorro, un hombre cercano a la primera dama Verónica Alcocer con la que estuvo en Venezuela visitando el llamado “sistema de orquestas”. Aunque el mismo Petro ha hablado de querer replicar este sistema en Colombia, para varios críticos dentro del sector hacerlo es una amenaza a la diversidad musical del país. Este tipo de preocupaciones llevaron a que el pasado 16 de mayo más de 1.000 representantes de la cultura le enviaran una carta al presidente pidiendo una reunión para hablar sobre el abandono al MinCultura. Finalmente lograron reunirse con el presidente el 25 de mayo y aunque el dramaturgo Fabio Rubiano dijo sentirse “entusiasmado” sobre lo que fue la conversación, el presidente todavía no ha dado  razones sobre quién asumirá el ministerio de manera definitiva y por tanto cuál será la línea de trabajo en la agenda de cultura en adelante. 

Da tristeza y sobre todo es preocupante que en un gobierno que se llama progresista la cultura vuelva a ser lo último en la lista de prioridades. Si para el presidente Petro la cultura es una verdadera apuesta política de paz, esto no debería estar pasando. 

Mientras esperamos que el descuido a la cultura de parte del gobierno se resuelva pronto, abrimos acá como cada mes un espacio para reconocer y resaltar lo mejor de la música local del último mes.

Mestizo – Mestizo 

Los inicios de Mestizo se pueden rastrear al Festival Jazz al Parque de 2019 en Bogotá, cuando el British Council —organización que fue también clave para el primer disco de Ondatrópica— trajo a algunos músicos del Reino Unido para que improvisaran con músicos locales en uno de los slots del festival. De ahí se armó el puente entre el multiinstrumentista Ahnansé y Daniel Mitchel, el productor detrás del sello Mambo Negro ubicado en el barrio Palermo. Una pandemia, muchos intercambios de canciones por Internet por cuatro años y finalmente una grabación con toda la banda desde Bogotá dieron como resultado este disco: la unión definitiva entre el sonido tradicional colombiano y la escena jazz-hip hop londinense. Este es un disco vital y enérgico que reúne a músicos del celebrado colectivo Steam Down con nombres claves para entender la música colombiana contemporánea como Diana Sanmiguel de La Perla, Marco Fajardo del Frente Cumbiero, el propio Mitchel y N. Hardem, el MC bogotano que supo conectar con la rapera SHANTÉH a la vez que hace de frontman cuando Mestizo se presenta en vivo. Probablemente esta sea la gran joya de este 2023. 

Lalo Cortés – Re-Encuentro 

El disco debut de Lalo es una introspección profunda acerca de su identidad como una mujer negra bogotana que, como ella explica, se compone de siete cortes para reencontrarse con ella misma. Bajo esa impronta R&B que la ha puesto en la órbita de otros artistas locales como TSH Sudaca y la maga Briela Ojeda, Lalo va creando un universo discursivo en el que se para frente a los patrones hegemónicos de belleza en “No se ve”, reivindica su propia infancia en “Faltaron páginas” o le hace un homenaje junto a N. Hardem a otras personas negras que, como ellos, crecieron en las grandes urbes, lejos de su ascendencia Caribe o Pacífica. Además de ser la muestra de su rango vocal impresionante, Re-Encuentro fue la tésis de grado de Lalo en la Universidad Javeriana con la que logró mención meritoria. 

Loyal Lobos – Una Freak

Andrea Silva AKA Loyal Lobos es otra artista de la diáspora colombiana en el exterior que de a pocos, y como lo hizo Kali Uchis en su momento, se está abriendo un espacio en el mercado masivo norteamericano. En 2020 lanzó su disco debut con el que logró críticas en medios grandes como Pitchfork y The New Yorker y ahora, después de colaborar en el último disco de Mitú, publicó este EP. Cinco canciones cantadas en español en las que presenta un pop hiperactivo en el que resaltan su voz y los arreglos electrónicos. 

Juliana Quédate Otro Día – Canciones sociales para animales resentidos

De la entraña del indie rolo, los Juliana Quédate Otro Día presentan un álbum que resume bien lo que ha sido el movimiento alterno capitalino desde 2017 y 2018. Guitarras reverberadas, una voz melódica que canta sobre la cotidianidad del joven bogotano y en general esta sensación de estar caminando por un parque en un día soleado parece la apuesta de este trabajo en el que se siente fuerte la influencia que ha dejado una banda tan importante como Nicolás y los Fumadores. 

Oblivion’s Mighty Trash – MONSIEUR

Oblivion es una de las promesas del rap colombiano y, con apenas 20 años, ha sabido absorber como una esponja el legado de sellos icónicos de la última década en el rap paisa como Moebiuz y Afterclass, a la vez quejunto a un montón de influencias frescas de afuera. Aunque todavía le queda mucho trecho por delante, en su delivery se escucha la influencia de nombres como Vic Deal, Luis7Lunes o Crudo Means Raw. Yy las pistas sobre las que se monta, una especie de fusión entre jazz, soul y R&B, son una caricia para el oído. Ojalá MONSIEUR sea apenas una pequeña probada del MC que se tomará por asalto al rap latino en poco tiempo. 

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