Multitud, arte y utopías: el futuro de la movilización feminista
A propósito del Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, conversamos con líderes y activistxs feministxs sobre el futuro de la protesta feminista en un contexto marcado por promesas incumplidas del gobierno, el auge de corrientes fascistas y las lecciones aprendidas en los últimos años.
Hace un año, durante el 8M de 2024, organizaciones como Somos un Rostro Colectivo–la plataforma que lidera y articula la principal marcha en Bogotá– denunciaron múltiples ataques por parte de la UNDMO (antiguo Esmad).
Según esta organización, no hubo acompañamiento de funcionarios de la alcaldía, no se dio acceso ni luz en la Plaza de Bolívar y desde estas fuerzas policiales utilizaron sus armas de teaser contra las defensoras de DDHH. Un año después, pese a las mesas articuladas que se han hecho con la Secretaría de Gobierno, estas reclaman que no ha habido respuestas claras por la Alcaldía. Con este antecedente, la pregunta es: ¿cómo se prepara la movilización feminista para este año?
El sentimiento de frustración también ha crecido ante recientes decisiones del gobierno de Gustavo Petro, como la salida de las exministras Susana Muhamad y Gloria Inés Ramírez, y el nombramiento de Armando Benedetti, acusado de violencia de género contra su esposa. Estos hechos generan incertidumbre sobre el verdadero compromiso del gobierno con las causas feministas. Sin embargo, las organizaciones no bajan la cabeza. “Nunca fuimos ingenuas con este gobierno”, afirman.
En ese panorama, hablamos con varias voces que saldrán a marchar o acompañar este 8 de marzo para preguntarles: ¿cómo se imaginan el futuro de la movilización feminista? ¿qué lecciones se han aprendido? ¿cuáles son los retos que no hay que perder de vista? Ahora, más que nunca, se preparan para salir a las calles con rabia y una resistencia que invita a otras voces a ser parte de ese futuro.
"Yo creo que es necesario que quienes estamos en ese camino de acción y sobre todo desde la creación, nos pensemos hacia dónde se puede ir, cuáles son esas utopías, cuáles son esos mundos posibles"
La descentralización de la protesta: arte y nuevas voces
Este año, la movilización principal iniciará en la Calle 45 con carrera séptima, en el mural de ‘Las Cuchas tienen razón’. Este año las organizaciones acogen en las denuncias el reclamo de las madres y buscadoras, sobrevivientes del conflicto armado, para hablar de la potencia de la lucha colectiva. “Lo que pasa con ese mural es cómo los discursos en contra de los derechos no solo de las mujeres sino también de las poblaciones más excluidas se siguen negando. Crímenes sistemáticos como la desaparición forzada, con el visto bueno de agentes del Estado. Nos parece coherente con nuestras causas y es una forma de abrazar a estas mujeres y reconocer su lucha”, afirma Carolina, una de las líderes de Somos Un Rostro Colectivo. Y agrega: “A este país le falta mucho por trabajar en memoria histórica. Creo que desde la movilización podemos hacerlo”.
También desde esta organización, señalan que en los últimos años se han incluido otras voces y que hay que seguir apostándole a esto. “Nuestro movimiento también se ha fortalecido por muchas mujeres de la academia. No la universidad necesariamente, pero sí los colegios, las bachilleres que hacen desde sus diferentes entornos. Nosotras venimos trabajando siempre con un enfoque feminista principalmente lesbo, feminista, trans, incluyente, antirracista, anticapitalista, contra capacitista, y tratamos de llegar como a todos los diferentes entornos que habitamos como mujeres”.
Ellas son enfáticas en que no son la única movilización distrital y que es clave reconocer los diferentes escenarios de acciones.
Crespa, líder y activista de la movilización en San Cristóbal y miembro de la Bachufada –Batucada feminista–, resalta la importancia de descentralizar la protesta: “¿Dónde quedan las madres? ¿Dónde quedan las hijas? ¿Dónde queda, pues? ¿Dónde quedamos las mujeres populares que no nos podemos desplazar hasta Chapinero para ir a una marcha? Entonces por eso la apuesta de nosotras es poder hacerlo en los sures, poder llegarle a las mujeres del barrio”.
En esta localidad, la jornada incluirá una pequeña comparsa en el barrio, presentaciones artísticas, galerías, tejido comunitario y una olla para compartir alimentos. Para Crespa, el arte es vital para la articulación de nuevas voces. “Nos ayuda a ampliar redes, conectar con otras mujeres y fortalecer la lucha”, dice Crespa.
Desde la Colectiva Mujeres Muralistas, Julx Morales y sus compañeras trabajan en el arte como una estrategia de visibilización de sus causas y ampliación de sus redes. “Hay una mayor fuerza hacia las acciones artísticas. Cada vez hay más batucadas, mujeres que hacen murales, performance, desde la danza, el teatro, que están uniéndose a las movilizaciones”, explica. De hecho, este 22 de marzo, este colectivo invita a la Vlll Toma Cultural Feminista SÁFICAS DESOBEDIENCIAS para conmemorar el quinto aniversario de la Galería Feminista Siempre Vivas, un espacio dedicado al arte y la juntanza en Bogotá.
Lo político: tensiones con el gobierno y exigencias
La coherencia: el error táctico del feminismo en la política colombiana
Me resisto a creer que la única salida posible, para las representantes de los feminismo en el poder, sea la de pararse de la mesa, y dejarle la vía libre a los hombres machistas y presuntamente violentos en el llamado gobierno del cambio. Es hora de pensar horizontes más tácticos y, quizá, menos coherentes.
“Yo en el fondo tampoco me siento completamente desengañada. No somos ingenuas y sabemos que dentro de la izquierda también existe el machismo”, señala Laura, de Somos un Rostro Colectivo. Para ellas, no ha cambiado mucho el escenario de las reivindicaciones debido a las violencias estructurales que siempre permanecen. No obstante, aclaran: “Con esto no quiero decir que en este gobierno las cosas estén bien o que nos sintamos escuchadas y representadas adecuadamente. El panorama de la situación de las mujeres en el país no ha tenido un cambio significativo”. El pasado 25N recuerdan que hicieron un muro de escrache en la movilización en el Concejo de Bogotá. Allí se colgaban los rostros y nombres de personajes del Gobierno.
Para Carolina, miembro de esta misma organización, cree que la solución está en seguir avanzando y no generar pánico. “Cada gobierno tiene unas exigencias. No es como que todo está en crisis y que todo está mal, sino buscar las herramientas para seguir avanzando. Eso es lo que nos permite seguir creciendo como movimiento feminista acá en la ciudad”.
Crespa reconoce que para ella como gestora cultural feminista hay muchas frustraciones con el gobierno pero insiste en la valentía de quienes han estado: “Sabemos que estar en espacios políticos para las mujeres es complejo. Así que lo primero es reconocer cómo tratan a las mujeres en estos espacios, es muy valiente estar allí”.
Para Heidy Sánchez, del Concejo de Bogotá por la Unión Patriótica, no hay un reconocimiento desde la alcaldía. “Va a pasar lo que siempre pasa y es que después de la movilización, van a decir: ‘que rayaron las estatuas, las paredes, todo está dañado’. Ese es el problema de la movilización para ellos. Hay una desconfianza institucional pero yo reconozco que en la Secretaría de Gobierno hay un espíritu de diálogo”.
De hecho, Somos un Rostro Colectivo sigue a la espera de una respuesta por parte de la Alcaldía Mayor de Bogotá frente a los abusos de violencia policial ocurridos hace un año. “Se han hecho unas mesas, ha habido unas voluntades dentro de la administración pero directamente desde la Alcaldía como institución no ha habido reparación, ni un reconocimiento ni verdad o claridad sobre qué fue lo que pasó”, señalan.
Laura Tamí, secretaria Distrital de la Mujer, señala que desde su entidad han hecho presencia constante de estas mesas. “Producto de este trabajo es que este año estamos insistiendo en las capacitaciones, en que ahora que estamos en el Centro de Comando de Emergencias C4, hacemos parte del Consejo de Seguridad en la Alcaldía. Yo creo que muchas de esas lecciones aprendidas se verán este 8 de marzo”, señala.
Y agrega: “Siempre habrá acompañamiento, disposición para conversar. Nosotras tenemos un Consejo Consultivo de mujeres donde pasamos todas las propuestas. Cada política que sacamos desde esa Secretaría tiene ese enfoque. Tenemos estrategias con enfoque de género que le hemos tratado de pedir a otras entidades. Yo personalmente estuve en la sesión de la Policía. Este 8M vamos a estar con gestoras acompañando las marchas”.
Para la organización feminista, si bien la Secretaría de la Mujer hace parte de estas mesas, no están en un vínculo de interlocución con esta entidad. Sánchez, desde el Concejo, también señala que el alcalde salió a prometerle hace un año a las organizaciones que se iba a sentar a conversar con ellas pero nunca pasó. “Yo espero que este año sea mejor. Y pues que Galán, a ver si después de un año, es capaz de reunirse con las organizaciones de mujeres”.
Foto: María José Rojas.
Fascismo y violencias en el panorama
“¡Por el trabajo y la vida digna, avanzada feminista y resistencia colectiva!”, es el mensaje de Somos un Rostro Colectivo para este 8M. “Incluimos también lo de avanzada feminista y resistencia colectiva porque aunque estamos en en un momento político mundial de mucha misoginia, eso no puede robarse la atención de las resistencias en las que nosotras somos una parte de esas cadenas de resistencia”, señalan.
Las activistas también expresan su preocupación por el aumento de la violencia contra las mujeres. “Yo estoy muy preocupada por el aumento de la sevicia en los casos de feminicidios, el aumento de los casos de violencia intrafamiliar, el aumento de los casos de delitos sexuales y el aumento de los casos de delitos sexuales y desapariciones”, señala Heidy Sánchez. Según el Observatorio Colombiano de Feminismos, hasta octubre de 2024 se reportaron 745 feminicidios, superando significativamente los 525 casos registrados en todo el año 2023. En enero de 2025 hubo 79.
Para Julx Morales, de la colectiva de Muralistas, organizaciones de ultraderecha también se están fortaleciendo y organizando en generar acciones violentas contra las causas feministas. “Eso implica que una de las cosas que tenemos que asumir para seguirnos movilizando es generar más acciones de cuidado individual y colectivo, de mejorar como la seguridad personal y la protección. Las violencias están aumentando así como se evidencia a través de los aumentos de los feminicidios que están ocurriendo no solamente en Colombia. Y con la impunidad pues se genera un ambiente donde se da permisividad a que se sigan realizando”, señala.
Asimismo, frente al panorama electoral, plantean interrogantes sobre el rol de las mujeres en la política y el impacto de figuras como Vicky Dávila o María Fernanda Cabal. “Si estas mujeres llegan al poder, ¿cuál será nuestra postura como movimiento feminista?”, cuestiona Sánchez. También se refiere a casos internacionales como el ascenso de Giorgia Meloni en Italia y Alice Weidel, de la ultraderecha alemana. “El fascismo como que nos está respirando aquí en la nuca y eso es lo que a nosotras nos tiene que unificar y decir: ‘tenemos que trazar esta hoja de ruta’. A mí me preocupa todo lo que ha pasado con el tema del Conpes del cuidado y por ejemplo la la manera como ha venido escalando también la violencia en el discurso político”, señala la concejala.
Morales propone una respuesta a este ascenso de la ultraderecha. “Un discurso que le puede hacer un contrapeso al discurso de ultraderecha antifeminista debería ser un discurso que invite, que conecte, no que genere rechazo, sino que acerque a la gente. El discurso de ultraderecha nos hace ver como personas, por ejemplo, que no queremos a los hombres”, señala.
Hacia el futuro: resistencia, cuidado y acción colectiva
Todas coinciden en que han percibido una mayor participación en las últimas décadas, principalmente desde el 2019. Respecto a las nuevas voces, Julx también considera que ha habido un incremento en mujeres jóvenes, de 20 años, que están tomando más posturas para movilizarse.
Las movilizaciones feministas se fortalecen cada vez más. «Las mujeres jóvenes ya no se resignan a vivir en violencia, sino que se movilizan y toman acción», asegura Morales. La rabia y la indignación no han desaparecido, pero se han transformado en organización y nuevas estrategias de lucha.
Crespa se imagina el futuro de la movilización feminista como una unión. “Ojalá más mujeres alcen la voz y ojalá que un día seamos una marcha gigante por Bogotá”, señala. Para Laura, de Somos un Rostro Colectivo, señala que las emociones deben seguir invadiendo la movilización. “Nos invade la indignación, la rabia ante la injusticia. Pero esas emociones a la vez están acompañadas de emociones de mucha emoción, de resistencia, de esperanza”, agrega.
Desde esta organización, señalan que ampliar la convocatoria es clave para poder tener mayores acciones. “Yo puedo ser feminista en mi práctica personal y ya está. Pero ser activista implica una triple jornada de trabajo en muchos casos y demás, entonces eso implica unos desgastes. El futuro que yo espero es que ojalá esto fuera tan multitudinario que pudiéramos entre todas transformar estas realidades desde diferentes lugares. Ojalá fuéramos muchísimas más y pudiéramos hacer acciones mucho más impactantes dentro de las ciudades”, explica.
Por último, Julx Morales habla de que la movilización feminista también debe hablar de utopías. “Es importante que propongamos utopías hacia donde las generaciones más jóvenes puedan ir caminando. También hay un nuevo ambiente como de no futuro donde chicas jóvenes no tienen ganas de intentar nada, jóvenes de 20 que sienten que no hay posibilidad de cambiar nada. Entonces, ¿para qué actuar? Yo creo que es necesario que quienes estamos en ese camino de acción y sobre todo desde la creación, que nos pensemos hacia dónde se puede ir, cuáles son esas utopías, cuáles son esos mundos posibles. Y promover el pensamiento crítico. Al encontrarnos y debatir sobre ello, pues proponer caminos que permitan ir dando pasos en esas transformaciones”, concluye.
*En Bogotá, la marcha principal de la Calle 45 tendrá un acto previo con un Conversatorio al aire libre “Mujeres en resistencia” desde las 2:30 p.m con buscadoras, trabajadoras domésticas, y sobrevivientes del conflicto armado. Se partirá desde el mural “Las cuchas tienen razón” para llegar hasta el Concejo de Bogotá, donde habrá una tarima con artistas y otras actividades culturales.