Las elecciones son un espectáculo de la democracia. Y la democracia consiste en elegir al mejor, pero en Colombia convertimos la democracia en elegir al que diga Uribe (pongamos que hablamos de Santos) o en votar contra el castro-chavismo-madurismo-petrismo (pongamos que hablamos de Duque). Tal vez por eso, en Colombia hemos llegado a tener con Duque un presidente cero competente. Sobre él hay un acuerdo nacional: ha sido el peor presidente de nuestra historia. Y el otro acuerdo: Todos podemos ser mejor que él. Y uno más: Nos salió un excelente meme-maker y presentador de televisión. Y un extra: Ya a nadie le importa su presidencia, por eso las noticias ahora son sobre las campañas para remplazarlo.
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Le dije a un amigo que tenía que escribir una columna sobre medios y elecciones, y me dijo “¡qué pendejada!”. Hice cara de no entiendo. Y me contextualizó: eso es la misma pendejada siempre: nada importa, como en los reinados, solo interesa lo banal.
¡Qué pendejada! esto de las elecciones. Otra vez a lo mismo: en televisión preguntan si usa Ferragamo o Crocs, que si sonríe, que si canta o juega fútbol, que si come bandeja paisa o sancocho, que si juega tejo o tenis, que si es fake o no…. Y muchas más profundidades del periodismo colombiano.
¡Qué pendejada! ese cubrimiento de escándalo donde se informa según diga Uribe, de acuerdo con la provocación de Petro y si no hay nada nuevo, se hace evidente el todos contra Petro y defender el “statu quo” como objetividad periodística.
Y al final todo es una bobada, sino miren al pendejo de Duque y sus tonteras. Hemos llegado a la inutilidad democrática.
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He aquí otra pendejada: esta conversa «off the record», algo así como en modo chisme (ese género periodístico escogido por los medios para contar las elecciones en Colombia).
Angie: Los medios encargan encuestas, informan encuestas y con base en eso crean la noticia; por eso, el cubrimiento desde los medios está muy ligado a la aparición de los candidatos en las encuestas.
Omar: Y los ganadores en campaña son las encuestadoras. Y las perdedoras el día de las elecciones son las encuestas, que llevan fracasando hace rato. Esto es como una carrera de caballos, pura narración deportiva.
Angie: El tema es que en la mayoría de ellas no hay una respuesta espontánea de las personas, sino que les muestran una tarjeta con determinados nombres y fotos. Las encuestadoras hacen un filtro inicial en el que no está muy claro cuáles son los factores que inciden para decidir qué candidat@s le muestran a la ciudadanía.
Omar: Pero es que con más de 40 egos que creen que pueden ser presidentes no hay como medir a tanta gente. El nivel está tan bajo con Duque que en Colombia todos creen que pueden hacerlo mejor que él. Y es verdad, ante Duque: todo es mejor.
Angie: Pero hay medios que permiten que los candidatos que se cuentan prácticamente en el margen de error se luzcan. Y es que a pesar de que en las encuestas los candidatos de centro derecha como Gaviria, Galán, Gutiérrez, Echeverry y Lara aparecen muy lejos en intención de voto e incluso en reconocimiento, el cubrimiento de su aspiración presidencial ha sido muy notorio.
Omar: Y la gran telenovela fue la de Alejandro Gaviria, que si, que no, que tal vez, que noooo, que siiiii, que tengo la primicia: Se lanzó. Gaviria fue el gran show de los medios, por ahora.
Angie: Y ya también tuvo su primera decepción, con tantas entrevistas ya metió la pata. Y no hay que olvidar que en esta elección a todos les dio por ser outsiders, nadie quiere partido político. Todos son vírgenes en militancia e higiénicos en malas prácticas. Por eso, intentan lanzarse mediante firmas, sin apoyo partidista, buscando proyectarse como independientes y ocultando cualquier relación con el poder político o económico tradicional.
Omar: Y los medios tan bonitos, siguen esta farsa. No hay outsiders, todos han sido políticos de partido.
Angie: Se podría decir que casi se alcanza a notar una predilección por los candidatos sin votos pero “decentes” de parte de los canales de televisión y las radio más escuchadas en Colombia. Esto reafirma la idea que en realidad estos “independientes” son los jugadores del establishment.
Omar: La idea es jugar contra Petro. Los medios están en gavilla contra este “humano”. Y este señor se encarga de dar titulares agresivos y provocadores todos los días. Y esto da más piedra a los periodistas. (¡raro esto de Petro de seguir metiendo miedo!). Así, la campaña mediática está en todo contra Petro y lo que opine el señor Uribe.
Angie: El caso “curioso” es el cubrimiento al candidato del Centro Democrático, el señor Zuluaga. Desde ya lo anuncian como el ave fénix que logró resurgir de las cenizas y lanzó su candidatura en el marco del foro de empresarios de la ANDI.
Omar: Y lo curioso es que de Duque nadie se hace responsable, ni Zuluaga.
Angie: El espectáculo está por cuenta de Rodolfo Hernández, los medios “han tenido“ que hablar de él, a raíz del ruido que él mismo está generando por sus posiciones irreverentes en los programas semanales que transmite desde sus redes.
Omar: Ese señor es un espectáculo por lo bravo y atarván. Y esto demuestra que estamos buscando un no-Duque, que es tonto, ciego y prisionero de su casa estudio. En lo que se igualan Duque y Hernández es que son un meme en sí mismos.
Angie: Poco se habla de los candidatos asociados a la izquierda. No se habla mucho de esa consulta y a pesar de que todas las encuestas favorecen a Petro, ha tenido muy poco espacio en los medios para explicar sus posturas. Los medios lo buscan exclusivamente para pedirle respuestas y explicaciones a las provocaciones de los otros candidatos. El cubrimiento mediático es en su mayoría negativo con Petro.
Omar: ¿Izquierda? De eso no hay. Ni Petro lo es, si no recuerden su alcaldía, fue puro centro y más de lo mismo. Poco hizo, poco de izquierda. Y recuerden que en Colombia ser de izquierda es oler a chimenea y vestirse jipi y ser pobre. La derecha es higiénica, olorosa y con derecho a matar.
Angie: Poco se habla de las consultas del pacto histórico y poco menos se habla de sus candidatos.
Omar: ¿Pacto histórico? Ahhh! Pacto histérico porque si junta a Benedetti, Roy, Petro y Francia Márquez hay adrenalina. Lo raro de todo es que, sin estos candidatos, la campaña sería más aburrida y floja de ideas que el gobierno de Duque.
Angie: Hablando de Francia, en este cubrimiento mediático las mujeres han estado prácticamente invisibilizadas. Muy poco o nada se habla en los medios sobre las aspiraciones de Angela María Robledo o Francia Márquez.
Omar: Recordemos que los medios son machistas (inclusive cuando informan las mujeres), clasistas (raro esto porque la mayoría de periodistas son de baja clase en busca de superarse), racistas (y eso que solo hay una negra de candidata), sumisos ante los Galán, Gavirias, Peñalosas y soberbios ante los de apelliditos.
Angie: Tampoco se sabe nada acerca del juego de los cristianos, quienes se rumora que también harán una consulta para elegir a su propio candidato presidencial.
Omar: Perooo, si todos somos cristianos y de dios, y esos voticos ya servirán para todos… espere no más… Y los medios rezando.
Angie: Para cerrar diría que es claro que el centro no es independiente, la maquinaria política tradicional entendió que debe lavarse la cara, los empresarios entendieron que la forma de bajarle la espuma a Petro y al paro nacional es impulsando candidatos con el expediente más limpio y los medios de comunicación ya escogieron un lado.
Omar: Los medios escogieron un lado: contra Petro. Y la sorpresa será el mudo Char que está ahí sin decir ni muuuu pero con Ministerios para su burocracia, billete pa gastar, gorra pa exhibir, partidos para mover clientelas, el Junior tu papá y Olímpica Stéreo repartiendo plata. Ya verán, Char se metióóóóó. Y sin decir nada.
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Y una mamertada final:
Volver a narrar las elecciones como una carrera de caballos, con relato deportivo y el chisme como género informativo significa abdicar de hacer periodismo y profundizar la democracia. El periodismo no se puede quedar con eso de soy el candidato de los principios (¡no cambiar es de estúpidos!, dijo Santos; ¡fue a mis espaldas!, dijo Samper; ¡yo no fui!, proclama Uribe);
Soy el candidato de dios (con eso no comemos y al final todos los votos evangélicos van para donde haya más mermelada);
Soy el candidato de la familia (que nos recuerda que somos mafiosos ya que ponemos el beneficio de la familia sobre el de la comunidad);
Soy el candidato de la anticorrupción (La corrupción es el modo en que el Estado llega con algo a los ciudadanos, por eso, alabada sea la corrupción en nombre de la familia, dios y la patria).
Dejemos ya esa pendejada mediática, investiguemos y hablemos de la agenda que importa al ciudadano. Los medios deberían conectar las campañas con la agenda ciudadana en los temas claves que expresó el estallido social: La violencia policial, la violencia contra la mujer, el acoso sexual, el medio ambiente, la educación pública gratuita, la renta básica, la política de derechos… Hagamos periodismo, no es mucho, y es todo.
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Ya viene ¡qué pendejada 2! donde contaremos como lo está haciendo cada medio. Bueno, si es que los medios deciden hacer periodismo.