Los vinilos del M-19

Tras cumplirse 35 años del acuerdo de paz entre el M-19 y el Gobierno Nacional, recordamos tres vinilos producidos por la organización en los años ochentas y noventas que hacen parte de la colección análoga de la Biblioteca Musical de la Paz (BMP).

por

Rafael Quishpe

docente e investigador TraCe-Uniandes


22.03.2025

arte por Nefazta

“Como quiero fiesta quiero música, de la que toca el pueblo en las tiendas y cantinas. No entiendo la música de salón. Por eso las notas que inundarán el modesto cuarto donde reciba a mis amigos han de repetir lo que canta el pueblo” – Si algún día muero (Afranio Parra, 1985)

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Marimberos de mi nación o sobre como la marimba produjo el vallenato.

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El pasado 9 de marzo se cumplieron 35 años de la firma del Acuerdo de Paz entre la guerrilla del M-19 con el Gobierno Nacional, un acuerdo que abrió el camino para otros procesos de paz en el país.   

Esta guerrilla ha sido ampliamente conocida por lxs colombianxs por hechos como la Toma a la Embajada de la República Dominicana, los vistosos robos de la espada de Bolívar y de armas en el Cantón Norte, así como la toma del Palacio de Justicia. Menos conocida, quizás, es su música y los vinilos que hicieron sus militantes durante su periodo como guerrilla activa, sobre todo en las décadas de los 80 y 90. 

Desde 2018, la Biblioteca Musical de la Paz (BMP) ha recopilado, sistematizado y visibilizado más de 3200 canciones realizadas por los distintos actores del conflicto armado. Estos son tres vinilos inéditos de esta colección que nos ayudan a entender un poco más a este grupo, su memoria, sus ideas y aspiraciones. 

La certeza del amor: un canto a la vida (1983)

Este disco tiene una historia bastante internacional, no solo por la dinámica producción de sus dos versiones (una colombiana y otra mexicana) sino también por los insospechados lugares donde el equipo de la BMP encontró las copias: una por Mercado Libre Brasil y otra en la reconocida tienda Flashback Records de Londres, que nos la vendió sin portada.

El disco musicaliza varios poemas de Afranio Parra –reconocido militante asesinado en 1989 por la Policía Nacional– y Juvenal Herrera –catedrático, historiador y dirigente sindical antioqueño–. En el disco suenan ritmos llaneros, baladas y folclóricos latinoamericanos muy cercanos a las sonoridades sandinistas de la época. 

En su lado A abre con la canción “Homenaje”, una oda a la figura de Jaime Bateman Cayón, quien también es protagonista en la portada y contraportada de la edición colombiana, lanzada en 1982. Pero la versión mexicana de 1984 es totalmente distinta. En su carátula hay un grupo de personas de distintas edades y razas danzando al ritmo de una guitarra en un paisaje con palmeras y animales.

El disco posee la canción más reconocida del cancionero de “El Eme” y que le da el título al LP: “La certeza del Amor”. La canción se compuso a partir de una entrevista realizada por Alfredo Molano a Jaime Bateman en la que este último dijo: “En un momento azaroso, imprevisible, sólo la fuerza que sobre uno han puesto y que uno ha despertado puede salvarlo. Porque el amor es la certeza de la vida. Es la sensación de la inmortalidad”.

Sólo le pido a Dios: memorias de un mañana (1991)

El asesinato de Carlos Pizarro conmocionó a todo el país el 26 de abril de 1990. En su momento, Pizarro se encontraba realizando su campaña a la presidencia por el recién fundado movimiento político ADM-19, producto del proceso de desmovilización de la guerrilla. A modo de homenaje, varios militantes y músicos solidarios se reunieron en los reconocidos estudios Ingesón de Bogotá a inicios de 1991 para versionar algunos de los temas más representativos del cancionero latinoamericano. En este disco se encuentran  canciones como los “Yarumales” (Silvio Rodríguez), “Como la cigarra” (Maria Helena Walsh), “Razón de vivir” (Víctor Heredia) o “Solo le pido a dios” (León Gieco), que le da el título a esta obra. 

Quien escuche el vinilo se asombrará por los cuidadosos arreglos musicales y, sobre todo, por la potente y melodiosa voz de la cantante. Su nombre era Carmen Cerón Portilla (Q.E.P.D), más conocida como “Coky”. Criada en una familia conservadora de Túquerres, Nariño, “Coky” desde pequeña siempre tuvo un espíritu solidario, preocupado por las causas sociales y un amor muy especial a la música. Esto la llevó no solo a militar en el M-19 sino a poner su arte al servicio de la causa revolucionaria. Un arte que, además, había sido premiado en multitud de escenarios artísticos del país tal y como consta en su trayectoria artística: Premio “Maruja Hinestrosa de Rosero” a la mejor intérprete (1974), Premio “Agualongo de Oro” a la mejor intérprete (1975) o el premio al mejor trabajo de investigación folclórica del festival “Mono Nuñez” (1986). Para Coky, el vinilo “Solo le pido a Dios” era su primer disco de larga duración y no es casualidad que las canciones elegidas para este trabajo correspondieran al Canto Latinoamericano (o también llamado Canción Mensaje), su género favorito. 

Hay dos curiosidades bastante llamativas en este disco: la primera es que la canción titulada “A Carlos” es en realidad “Nosotros y mañana” del cantautor cubano Santiago Feliú. La segunda, y según el testimonio de algunos ex-militantes con los que hemos conversado, es que el apoyo financiero de este disco provino de Carlos Alonso Lucio, exmilitante del M-19, exesposo de Viviane Morales y actualmente pastor evangélico. Una curiosidad adicional: el equipo de la BMP encontró este disco a partir de un inesperado encuentro con una exmilitante del M-19 en la conocida “Casa de la Paz”, recinto cultural creado por ex combatientes de las FARC-EP en la ciudad de Bogotá.

En la dedicatoria del álbum, Lucio expresaba: “Carlos, dejaste entre nosotros la voluntad de ser los tenaces defensores de tu obra. Con Antonio Navarro, tu sucesor y todos los militantes del M-19 somos los pioneros de esa nación digna a la que diste vigorosas esperanzas hasta el último día de tu vida”.

Navarro Presidente (1994)

Luego del asesinato de Pizarro, Antonio Navarro Wolff asume la candidatura a la presidencia por el partido AD-M19. Quedó en tercer lugar, obteniendo cerca del 13% del total de votos. Luego de ser presidente de la Asamblea Nacional Constituyente en 1991 y ministro de Salud, Navarro vuelve a probar suerte en la carrera por la presidencia de 1994. Es en ese contexto que la AD-M19 Atlántico lanza este disco, el cual contiene cuatro canciones (repetidas en la cara A y B del vinilo). 

“Navarro Presidente” es un claro jingle político que a ritmo de vallenato invita a votar por el político nariñense: “Por Navarro Wolff es que votaré yo, por Navarro Wolff para salvar la patria, por Navarro votaras tu también, por tus hijos costeña, por tus hijos cachaca”. Por su parte “Mensaje y Recuerdos”, canción ganadora del tercer festival tabacalero “Carmen de Bolívar 1990” es un llamado a la paz: “Que no se hagan más disparos y manchen con sangre la flor del tabaco. Que se alegren los muchachos y saquen las madres los pañuelos blancos. Y que se den un abrazo el manso y el guapo, como dos hermanos. Que exista el calor humano y que el campo santo sea menos usado”. 

También se incluye la Canción “Palabra que sí”, un homenaje a Carlos Pizarro escrita por Alberto Luis Urrego popularizada por “Los Auténticos del Vallenato”. Resulta bastante llamativa la canción que cierra este álbum titulada “Tristeza y Lamento”, compuesta en letra y música por el famoso compositor vallenato Chico Cervantes, antiguo miembro de los Corraleros de Majagual. A ritmo de son cubano, la canción le reclama a Dios su ausencia ante tantas injusticias que pasan en el país: “Dios donde te escondes, que ya no escuchas el llanto de los hombres. Dios donde te has hecho, porque también indiferente tú te has vuelto”.

La dirección de este disco estuvo a cargo de Gregorio Gonzalez Gamez, exdiputado del AD-M19 por el Atlántico y posteriormente asesinado por miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en 1999. Para la redacción de este texto tuvimos la oportunidad de hablar con Antonio Navarro Wolff, quien negó recordar algún detalle sobre la elaboración de este disco.

Cuando este vinilo llegó a la colección nos encontramos con una sorpresa en su interior. Una pequeña tarjeta emitida por el “Club de Banqueros” señalaba el destinatario final de esta copia: Otty Patiño, actual Comisionado de Paz del gobierno Petro. Quizás la música nos recuerda que la paz es como un vinilo que viene girando de manera cíclica desde hace 35 años.

Rafael Quishpe es investigador del proyecto «Transformations of Political Violence – TRACE» (Alemania) y profesor de la Maestría en Construcción de Paz de la Universidad de los Andes. Ha trabajado como investigador y consultor en temas de Desarme, Desmovilización y Reintegración de ex-combatientes, reconciliación y la relación entre música, conflicto y construcción de paz

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Rafael Quishpe

docente e investigador TraCe-Uniandes


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