El debate sobre la venta de Isagen, fue uno de los ejemplos de consensos inesperados que se dieron entre los partidos que integran la Unidad Nacional oficialista, los independientes y los movimientos políticos de oposición.
La seguridad social y la salud pública fueron uno de los temas más recurrentes en las citaciones propuestas durante el primer año de la legislatura. En estos debates los congresistas cuestionaron tanto las irregularidades en el funcionamiento de algunas entidades e instituciones prestadoras de salud (IPS y EPS) como el papel del Gobierno al momento de enfrentar dichas situaciones. Dentro de estas discusiones se evidenció, de un lado, la participación de partidos de coalición,opositores e independientes y, de otro, congresistas activos interesados en tales asuntos (Ej: los senadores Antonio José Correa Jiménez (Opción Ciudadana) y Eduardo Enrique Pulgar Daza (Partido de la U) fueron quienes propusieron conjuntamente debates contra Saludcoop y Caprecom). Cabe destacar que pese a que los congresistas indagaron de forma particular sobre la actividad de entidades como Saludcoop, Caprecom y algunas Instituciones Prestadoras de Salud de Medellín, los debates en su mayoría estaban diseñados para cuestionar la gestión del Ministerio de Salud y de la Superintendencia de Salud.
Otro de los grandes temas fue la seguridad, defensa y fuerza pública donde el enfoque de los debates varió de acuerdo a cada periodo de la legislatura. En la primera mitad de la legislatura los congresistas centraron su interés en el proceso de paz planteando discusiones sobre el postconflicto, sabotajes y defensa del proceso de la Habana, la participación de las víctimas y los avances en los diálogos. (Ver: ¿Cómo le fue al Congreso en temas de paz?). En la segunda mitad de la legislatura, pese a que también surgieron debates en torno al proceso de paz, los congresistas plantearon citaciones sobre la situación de orden público de las ciudades capitales; en especial sobre Bogotá y la inseguridad en Transmilenio, y los índices de criminalidad en Medellín.
El presupuesto de la Nación fue otro tema frecuente en la agenda de los congresistas. Buena parte de las citaciones en relación al presupuesto tenían como finalidad analizar tanto la articulación como la conveniencia del Plan Nacional de Desarrollo. Sobre el Plan Nacional de Desarrollo se solicitaron propuestas y comentarios de las distintas carteras ministeriales y en relación a los temas de cada comisión. Igualmente se hicieron debates sobre la conveniencia de algunos temas específicos del Plan. Estos debates fueron citados por partidos de la coalición y de oposición, incluso de forma conjunta. Por otro lado, se hicieron varias citaciones para saber cómo fue la ejecución presupuestal de distintas entidades durante vigencias anteriores y cuál sería la ejecución aprobada para las vigencias futuras. Sobre este último punto también se hicieron varias preguntas a los representantes de las entidades para saber de qué forma y con qué énfasis se utilizarían los presupuestos que se asignarían.
La pobre participación de Colombia en las pruebas PISA y los escándalos de las universidades de “garaje” movió la atención y la agenda de los congresistas hacia el cuestionamiento de la calidad de la educación en el país. Estas discusiones se centraron en asuntos específicos como la situación financiera de las Universidades del Caribe, la crisis de la Universidad San Martín, la participación de Colombia en las pruebas mencionadas y en asuntos generales como la política educativa del Gobierno. La Ministra de Educación fue citada y participó efectivamente en cada una de estas citaciones. El Polo Democrático y el Partido de la U tuvieron una participación destacada al momento de proponer estos debates de control político.
La minería y la situación del sector petrolero (en especial Ecopetrol S.A.) fueron temas recurrentes en los debates de control político. En este campo fueron debatidos temas como la minería ilegal (su impacto ambiental y control estatal), la venta de ISAGEN, el estado financiero de Ecopetrol S.A. y el impacto ambiental de nuevos proyectos en materia petrolera (como la viabilidad de actividades petroleras en Bogotá D.C. y los efectos de la construcción de la represa El Quimbo). En materia ambiental se discutió lo relacionado con la técnica del Fracking, la tecnología STAR. Cabe rescatar que el debate sobre la venta de Isagen logró un consenso inesperado entre los partidos que integran la Unidad Nacional oficialista y los movimientos políticos de oposición.