¿Cuál es su pasatiempo?
Armar cosas. Electrónica para globos aerostáticos o cohetes supersónicos, muplas. Hago también Aero compuestos. Salgo. Me gusta bailar, me gusta escribir, me gusta tomar cafés. Soy un geek pero no del tipo gamer, ni del tipo anime, sino geek del tipo juegos de rol. Un geek electrónico. Me la paso comprando cosas. También soy emprendedor. He emprendido o ayudado a emprender unas 18 veces en mi vida. Ahora estoy consolidando uno que se encarga de articular para asesorar entidades. Básicamente, empresas que tienen ideas para desarrollar y no saben hablar en el lenguaje de los académicos, o académicos que tienen lindos proyectos pero no tienen ni idea de cómo contárselos a la industria. Hay otro que es derivado de uno de nuestros proyectos más bonitos. Un clúster de empresas que vende misiones aerospaciales a colegios. Hay muchos chicos que fueron del proyecto y ahora quieren ser independientes, entonces los hemos ayudado con sus creaciones.
¿Cuál considera usted que ha sido su mayor logro personal o profesional?
Disfrutar mi trabajo. Mi trabajo es mi hobbie. Lo que más me gusta es poder interactuar con gente de muchas disciplinas. CEMUA es el grupo en el que yo crecí, me formé y del cual sigo siendo parte. El 75% de los integrantes del equipo son ingenieros, y de esos solo el 39% son electrónicos. El 11% son científicos, gente de física, de microbiología. El 8% son de economía y de administración. El 4% son de comunicación social, de antropología y del sector público. Un 2,5% son de artes y diseño. Tenemos gente de todas partes. Ingenieros de todas las ramas que existen en esta Universidad, incluso algunas que no están en esta Universidad. Siempre que se trabaja tenemos una confluencia de ideas, pero además una confluencia desde distintas disciplinas. Eso es muy bonito porque uno aprende mucho.
¿Cuáles son los retos más grandes que enfrenta la ingeniería eléctrica o electrónica en Colombia?
La industria colombiana está acostumbrada a hacer las cosas como hace 40 años. Si abrimos cualquier cajetilla de ascensores -del ascensor
más moderno de Uniandes, por ejemplo- vamos a encontrarnos con una electrónica de antes de que yo naciera. El sector industrial
electrónico es casi inexistente en el país, es básicamente comercial. Muy pocas personas hacen desarrollo y aquellas que lo hacen no
están acostumbradas a una competencia internacional. Somos una universidad que hace investigación, que quiere tener una transferencia hacia la industria, pero que no tiene un sector industrial maduro. El reto aquí es cómo hacer que crezca ese ecosistema. Eso es parte de lo que tratamos. Intentamos impulsar a los chicos para que hagan sus propios emprendimientos y formen, ojalá, empresas exitosas.
¿Y los retos de los ingenieros?
El ingeniero uniandino es un ingeniero que está formado para resolver problemas, o sea, nosotros no les enseñamos a ustedes cómo se hace un procedimiento específico y único, sino que les enseñamos cómo adaptarse a lo que venga. Sin embargo, el problema de todos los ingenieros, y me incluyo, es que siempre creemos que nuestro desarrollo es el mejor y que somos interdisciplinarios, cosa que es buena pero también es mala. Por ejemplo, las puertas de Transmilenio son mecánicamente divinas: no tiene riel abajo, se abren desde arriba, no espichan gente y tienen todo lo importante. Sin embargo, su sistema electrónico es un fracaso. A veces pasa el bus equivocado y se abren. Es un peligro. Y todo porque una empresa de ingenieros mecánicos desarrolló el sistema. Esto sucede porque a los ingenieros les dicen: “su ingeniería resuelve los problemas”, pero nunca les enseñan que su ingeniería más otras ingenierías y otros campos los resuelven mejor. Creemos mucho en nuestra profesión y asumimos que podemos solucionar el mundo, se nos olvida el usuario final y terminamos diseñando para nosotros mismos.
¿Cuál es su principal motivación para ser docente?
El rol de un profesor es tratar de llevar el estado del arte un granito más allá para que todos vayan sacando su pedacito en el gran mundo del conocimiento. Pero también hay que devolver parte de ese conocimiento a las nuevas generaciones, ese es el rol del docente. Entonces, yo no escogí ser docente, yo escogí ser profesor que ya incluye la docencia y me gusta. Yo fui cuentero, es algo que se me da bien. He tratado de llevar algunos desarrollos que hemos hecho devuelta a la academia, como en el caso de Iron Man.
¿De dónde nace el curso de Tecnología de Iron Man?
Yo soy geek, súper fan de Spiderman desde que era niño. Conozco Marvel Comics desde los 10 años. La gente no suele meter electivas de electrónica tal vez por temor a que se les baje el promedio, o a que les toque trabajar muy duro. Creen que es difícil, enredada o muy abstracta. Así que como departamento nos preguntamos: ¿cómo podemos atraer estudiantes para que vean que la electrónica tiene sus encantos? Bajo esa premisa, duré ocho meses de mi vida planeando ese curso para que fuera tecnológicamente muy competitivo. Toda la publicidad que hice fue un papelito que dice: tecnología de Iron Man. Lo compartimos en Facebook y ya. Planeé 30 cupos. Empezando nos fue bien y el departamento los subió a 60. Luego hubo lista de espera. El departamento me llamó para saber is habían cupos para otras universidades, incluso me habían preguntado si puedo adaptar el curso para empresas.
La clase usa como hilo conductor a Iron Man, pero no vemos la película. Estudiamos de verdad cosas. Cuando hablamos del núcleo estudiamos tipos de generadores. Hay una actividad en donde se reparten por países y tienen que hacer sostenible su país. Tienen recursos energéticos, dinero, poblaciones diferentes, y tienen que suplir energía a todos sus habitantes. Otra actividad interesante son los ensayos. Hay uno sobre el uso de la información, sobre cómo los gobiernos, las personas y las empresas nos vemos obligados a dar información personal o a recolectarla. Es interesante, los estudiantes hacen críticas duras.
Sin embargo, para mí es muy importante que la gente no solo lea y escriba sino que también haga. Porque en este tipo de áreas, tu puedes saber mucho teóricamente pero también necesitas esa práctica para poderte arriesgar en la vida. Así que en el proceso los estudiantes tienen que, al menos, soldar dos punticos. Hay gente que en su vida había soldado. Hay gente que no conoce el sótano del ML. “¿Sótano del ML?”, “¿el ML tienen sótano?”, esas son preguntas que nos hacen. No saben qué es la pecera. “¿Cómo así, ¿es que hay peces en ingeniería?”, o “Profe ¿hay que llevar vestido de baño a la pecera?”. ¡No!