El activismo de la agenda Provida

Este sábado, en varias ciudades del Colombia, grupos en contra de la legislación progresista del país saldrán a marchar en las denominadas “Marchas por la vida”. Una serie de manifestaciones públicas que buscan rechazar los avances legales en términos de aborto, eutanasia y derechos LGBTI.

El próximo 5 de mayo las fuerzas cristianas conservadoras del país volverán a agitar una de sus banderas más importantes, la agenda provida. En 45 ciudades y municipios se desarrollará la XII Marcha Nacional por la Vida, evento convocado por la Plataforma Unidos por la Vida. Dicha plataforma tiene como objetivo manifestarse en contra de las decisiones jurídicas que atentan contra “la vida desde su concepción y hasta la muerte natural”, según sostiene Andrea Garzón Contreras, del comité impulsor de la misma. Detrás de este evento se esconde toda una agenda política que busca incidir en medio de la campaña electoral.

La Plataforma Unidos por la vida reúne a personas y organizaciones que desde 2006 se oponen a las decisiones de la Corte Constitucional con respecto al aborto y la eutanasia en el país. Se ven a sí mismos como defensores de la vida, de los más débiles, de los que no tienen voz, que están amenazados por las decisiones antidemocráticas y a puerta cerrada que la Corte toma en contravía de las mayorías del país que se oponen a dichas decisiones.  

Los objetivos puntuales que este movimiento tienen en materia jurídica son la derogación de la siguiente normatividad: Sentencias C-355 de 2006 y T-627 de 2012 y la circular externa 003 del 26 de abril de 2013 de la Superintendencia de Salud que despenalizan y reglamentan el aborto en tres casos específicos; las Sentencias C-239 de 2007 y T-970 de 2014 que despenalizan la eutanasia en adultos;  Sentencia T-544 de 2017 que reglamenta la eutanasia en menores de edad, así como la reglamentación emitida por el Ministerio de Salud al respeto; y la Sentencia C-071 de 2015, que permite la adopción de menores de edad por parejas del mismo sexo.

Esta manifestación se inscribe dentro de la línea de acción política que inició con las denominadas “Marchas por la Familia”, que se presentaron en el país el 10 de agosto de 2016 en contra de las supuestas cartillas “homosexualizadoras” de la entonces ministras Gina Parody. Continuó con su injerencia de la votación del Referendo por la paz con la denominada fantasma de la llamada “ideología de género”, que le dio un protagonismo inesperado a las iglesias evangélicas en el triunfo del NO, y en la que Consejo de Estado determinó que fueron usados engaños y mentiras para el triunfo.

Ahora, para mantener la vigencia del tema, han enmarcado su acción dentro del debate electoral pidiendo a los candidatos presidenciales “pronunciamientos claros y firmes en favor de la vida, introduciendo medidas en sus programas de gobierno que cumplan con esta petición del pueblo Colombiano”, que definan si son provida o antivida, si acatan o no las sentencias promulgadas por la Corte, para poder contar con su voto.

En América Latina no se ha dado nunca un feminicidio, no existe, pues no se ha comprobado jamás 'que el victimario haya asesinado a la mujer por el hecho de serlo'

Como era de esperarse la Conferencia Episcopal Colombiana, que reúne a todos los obispos del país, y la confederación Evangélica de Colombia (CEDECOL), que reúne a las iglesias de este culto, han expresado su apoyo a la marcha. Para Ricardo Tobón Restrepo, Arzobispo de Medellín, es preocupante “cómo se multiplican en el país diversas acciones contra la vida humana: promoción del crimen del aborto, asesinatos (…) y últimamente, la reglamentación que ha hecho el Gobierno de la eutanasia para niños y adolescentes, aun contra las clamorosas manifestaciones del pueblo colombiano”, por lo que considera que los católicos del país deben protestar en contra de tales circunstancias. Similar opinión tienen en CEDECOL, donde argumentan que la sentencia de la Corte Constitucional que reglamentó el aborto a causado la muerte de miles de bebésindefensos en el vientre de sus madres, así que creen de suma importancia “manifestarse enérgicamente contra este holocausto moderno, ya que solo  en Bogotá, según cifras  de la Secretaría de Salud, superamos las 23.000  Interrupciones  Voluntarias del  Embarazo, es decir,  bebés que han perdido la vida, solo  porque aún no tienen la fuerza para defenderse por sí solos”.

Habrá diferentes actividades en el marco de la marcha, una de las más llamativas es la conferencia previa que se dictara en la ciudad de Barranquilla titulada “La verdad sobre la ideología de género”. Será dictada por Nicolás Márquez y Agustín Laje, dos activistas argentinos, que defienden posiciones de derecha. Son autores del Libro negro de la nueva izquierda, ideología de género o subversión cultural, con el que desarrollan un amplio proselitismo político a lo largo de latinoamérica en contra de estos derechos.

Márquez dirige el portal digital Prensa Republicana y es reconocido por sostener posiciones tales como que la homofobia no existe, que es imposible cambiar de sexo, que el aborto es un asesinato, que el matrimonio es únicamente entre hombre y mujer, y que el feminismo representa una agresión cultural contra las libertades de occidente. Por su parte Laje, politólogo que escribe en el mismo portal, define la ideología de género como un subproducto de la nueva que izquierda que contiene “un conjunto de ideas anticientíficas, que con propositos politicos autoritarios, desarraigan a la sexualidad humana de su naturaleza y la explican monolíticamente por la cultura”. Asimismo, sostiene, entre otras cosas, que en América Latina no se ha dado nunca un feminicidio, no existe, pues no se ha comprobado jamás “que el victimario haya asesinado a la mujer por el hecho de serlo”.

Para estos dos hombres la agenda que busca ampliar y garantizar derechos estos derechos a toda la ciudadanía no es más que el lobby bullicioso de feministas y LGBTI radicales, que intentan imponer su ideología en el marco de una lucha cultural que ellos están dispuestos a enfrentar. Sus contrincantes se aprovechan de la inocencia de los  los niños para llenarlos de ideas que parecen atractivas pero que en el fondo son corruptas, como la diversidad sexual o  la promoción de la educación sexual, “el problema de los bombones de la igualdad de género es que tienen un envoltorio muy bonito pero por dentro tienen excremento”, sostiene Laje.

Estos argumentos hacen ver a las posiciones que amaparan dichos derechos como contrarias a la defensa y la promoción de la vida. Quienes defienden el aborto y la eutanasia son promotores de una cultura de la muerte que llevaran enfermar la sociedad y a perder la civilización, en el fondo asesinos.

La publicidad para la marcha en redes sociales ha estado protagonizada por todo tipo de especies de la fauna política nacional y de la farándula: Alejandro Ordóñez, el exprocurador y excandidato presidencial; Juan Eduardo Jaramillo, el presentador de Noticias RCN; María del Rosario Guerra y Ángela Holguín, senadoras del Centro Democrático; Marco Fidel Suárez, el ‘concejal de la familia’; las actrices Marcela Posada y Amada Rosa Pérez; Andrés Pérez, el futbolista; Ana Karina Soto y Lizeth Palomino, las presentadoras de farandula en RCN, entre otros han sido los que han manifestado su apoyo a la actividad del 5 de mayo. Sus publicaciones en las redes sociales van acompañadas de hashtags como #AbreTuCorazónEligeLaVida#MarchaNacionalPorLaVida#SoyProvida#EutanasiaNo #NoAlAborto. Estos hashtags también son protagonistas del debate en el continente, como en Perú donde se realizará la misma marcha, con los mismos objetivos, el mismo día.

 

El candidato más cercano a sus ideas es Iván Duque, quien ha afirmado que es un católico provida, que está en contra del matrimonio igualitario y su partido, el Centro Democrático, se ha rechazado las decisiones con respecto a la eutanasia

Esta plataforma política no solo se queda en acciones reactivas ante lo que consideran injusto, desde su creación ha alentado una agenda legislativa encaminada a posicionar sus ideas dentro del andamiaje estatal. Promovieron el “Referendo por la vida” que buscaba modificar el Artículo 11 de la Constitución para que quedará redactado así: “El derecho a la vida es inviolable.  ‘Desde su concepción hasta la muerte natural’, [n]o habrá aborto provocado, no habrá pena de muerte”, que no fue aprobado por la Registraduría Nacional porque más del  50 % firmas fueron invalidadas.

Asimismo, aseguran que a la fecha ya existen empleados públicos provida en todas las instancias del Estado y que 15 de los congresistas elegidos, así como un sinnúmero de funcionarios en cargos de elección popular, han firmado el “Manifiesto por la vida”. Dicho documento contiene 10 puntos donde expresan sus principios ideológicos, que bien se condensan en la siguiente frase: “promover siempre un espíritu protector de la vida humana y la familia constituida por la unión estable de un hombre y una mujer, sin excepción alguna”.

Igualmente, proponen alternativas tanto para el aborto como para la Eutanasia. En cuanto al primero aseguran que la solución está en crear un organismo estatal que brinde apoyo y atención para las mujeres con embarazos inesperados o difíciles, para que así estas decidan no abortar, logrando defender la vida desde su concepción. Frente a la eutanasia exigen que se garanticen los cuidados médicos y paliativos, suficientes y oportunos, para los pacientes con enfermedades graves y terminales, algo que ya es un derecho. Estas soluciones están fundadas en el concepto de familia tradicional y, sostienen, son la alternativa frente a la salida fácil que representa la imposición de la muerte.

La marcha del próximo 5 de mayo se produce a tres semana de la primera vuelta presidencial por lo que buscará posicionar su agenda en el el debate electoral. El candidato más cercano a sus ideas es Iván Duque, quien ha afirmado que es un católico provida, que está en contra del matrimonio igualitario y su partido, el Centro Democrático, se ha rechazado las decisiones con respecto a la eutanasia. La derecha espera catapultar el tema en medio de la campaña y conseguir una merma significativa de derechos en Colombia.

 

*Eduardo Ayala Montealegre es politólogo de la Universidad Nacional y en la actualidad cursa la Maestría en Periodismo de la Universidad de los Andes. Su pasión es la política y su oficio es el periodismo. Su gata se llama Dulce.

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