Hoy es 28 de diciembre y por eso, publicamos nuestro popular y único listado de las mejores (¿peores?) frases del año.
Esas que nos marcaron: por lo malas, pero sobre todo por lo reveladoras de los personajes y hechos en los que se dijeron y que los llevaron a ser comidilla nacional durante el tiempo (días, horas) que duran los escándalos en este país. Algunas son de llorar de la risa y otras son simplemente de llorar. Un mal chiste, como el gobierno de Iván Duque. ¡Pásela por inocente!
El presidente más impopular en décadas no sabe conjugar. Era 27 de enero, día del funeral de Carlos Holmes Trujillo, ex ministro de defensa y ex canciller, y quien murió por covid-19, cuando Duque pronunció esta frase que eliminó cualquier solemnidad de la ceremonia, desató una oleada de burlas y lo llevó a graduarse definitivamente como el Memepresidente de Polombia. Ese mismo día, el país se burló de una noticia falsa: que el equipo que negociaba las vacunas no sabía hablar inglés, y se indignó con los tres días de luto nacional que decretó el Gobierno por la muerte de Holmes Trujillo a pesar de que el país ya contaba para ese entonces con más de 52 mil muertos que, a diferencia de él, no tenían un cargo en el Gobierno.
En un país donde periodismo y polémica quieren ser sinónimos, la ‘nueva’ revista Semana nunca decepciona. Esta vez en abril, cuando reveló un “polémico informe” hecho por la policía judicial y dirigido a un juez de la Justicia Penal Militar de apellido Jitler –como el ‘polémico’ dictador y genocida nazi, pero con ‘J’– y con un ‘polémico’ resultado: que el culpable del asesinato de Dilan Cruz había sido él mismo, que no calculó bien sus movimientos y se ‘metió’ en la línea de tiro del capitán del Esmad, Manuel Cubillos. Aquí nuestra investigación del Segundo a segundo del disparo que mató a Dilan Cruz que contradice tan polémica afirmación.
Este año varios personajes de la farándula política nacional –incluyendo a la propia policía– mostraron sus influencias nazis. Álvaro Uribe Velez no fue la excepción. Su versión de la teoría de la “revolución molecular disipada” para darle sentido al estallido social colombiano y su intento por explicar las amenazas que parecen desplegarse por ellas trayendo al país al neonazi chileno Alexi López para explicar conceptos filosóficos de Gilles Deleuze y Felix Guattari nos dejó estupefactos. Por un momento pensamos que alguien le había hackeado la cuenta a Uribe, luego pensamos que le estaba haciendo un homenaje a Peñalosa con sus licuadoras luminosas. Hoy ya no sabemos ni qué pensar.
Podemos exagerar pero, a nuestro juicio, esta frase sepultó cualquier intención del hijo mayor del expresidente Álvaro Uribe por ser candidato presidencial. Ocurrió durante una entrevista con la revista Bocas del periódico El Tiempo. En la primera pregunta, reveló que su hermano Jerónimo fue obligado por su papá a tragarse su propio vómito. ‘Regaños formativos’, explicó. Menos mal este tipo de agresiones ya están prohibidas por ley y el expresidente sigue con su imagen por el suelo.
En agosto de este año, la alcaldesa de Bogotá tuvo la idea de crear un comando conjunto entre Policía Metropolitana y Migración Colombia para judicializar migrantes. Esta propuesta, según el colectivo El derecho a no obedecer y su barómetro de la xenofobia, se llevó todos los primeros lugares en los conteos sobre xenofobia: tuvo un alcance de 404,1 mil interacciones en Twitter e impactó a 2.06 millones de usuarios.
El 19 de agosto, el periodista Juan Diego Alvira de Noticias Caracol llamó en vivo a la entonces Ministra de TIC, Karen Abudinem, a su teléfono personal para que respondiera por el escándalo del contratista Centros Poblados y los 70 mil millones de pesos que se ‘perdieron’ y con los que se buscaba llevar internet a regiones apartadas. Habían acordado que la llamada quedaría grabada y que Alvira tendría el celular personal de la Ministra para preguntarle por el contrato que terminó embolatado en cositas. En susurro, Alvira pronunció esta frase pero la ministra no contestó. Después renunció a su cargo.
Que no, que él no iba a ser candidato, que no iba a renunciar a ser rector, dijo en febrero. Lo dijo varias veces, ante las cámaras de televisión nacional, ante el Consejo Superior de la Universidad. El 27 de agosto se lanzó a la presidencia en medio de un revuelo mediático. En diciembre tiene el 5.7 % de intención de voto en primera vuelta, según la última encuesta de Invamer.
“La pacificación de la Comuna 13 sí valió la pena (…) Si hubo violaciones, que las castigue el Estado. (…) Mi comportamiento ha sido totalmente demócrata, me siento muy feliz de pacificar la comuna”, dijo en noviembre el nuevo ‘alfil’ del petrismo y ex gobernador de Antioquia, Luis Pérez. Lo dijo luego de que empezaron las críticas por su alianza con el Pacto Histórico, liderado por Gustavo Petro. Él era alcalde de Medellín cuando, en 2002, el Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe, lanzó la Operación Orión, que sumó 71 homicidios a manos de paramilitares, 17 a manos del Ejército, 105 desapariciones forzadas y dejó 80 civiles heridos. Hoy Gustavo Petro dice “nosotros dijimos que era un pacto sin vetos” ante los cuestionamientos por sus alianzas.
El 2 de mayo, tres días antes de que sicarios en moto planearan y ejecutaran el homicidio de Lucas Villa, el Alcalde de Pereira dijo esta frase y ante los medios continuó: «vamos a convocar a los gremios de la ciudad y a los miembros de la seguridad privada para hacer un frente común junto a la Policía y el Ejército para recuperar el orden». El llamado fue duramente criticado y el alcalde dijo que había sido ‘malinterpretado’. En diciembre, sin embargo, volvió a causar polémica cuando dijo que él ha autorizado a la Policía Nacional a “dar de baja” a aquellos delincuentes que se opongan a los operativos de seguridad ciudadana. «Si hay fricciones con ellos e intentan fugarse, yo he autorizado, inclusive, con el respeto de los derechos humanos, pero dependiendo de la confrontación y garantizando el uso de la fuerza, que les demos de baja si es el caso para garantizar la seguridad ciudadana de todos los pereiranos», como contó El Tiempo.
El ‘mejor fiscal de la historia’, el hombre detrás del ‘segundo cargo más importante del país’ pronunció esta frase merecedora de entrar a este conteo a días de que se acabe el 2021. Ahora para decir que sus críticos son delincuentes. ¿Se referirá a las víctimas que reclaman justicia ante una entidad abiertamente politizada o a los periodistas que no dejan de destapar sus escándalos?
No hace falta explicación. Aquí están los ‘jóvenes Cabal’ y su explicación de por qué apoyan a la candidata de ‘la gente de bien’ de este país.