Al menos 30 personas han sido asesinadas bajo el pretexto de «violar la cuarentena»
En los territorios que han sido históricamente abandonados por el gobierno, los grupos armados han impuesto sus propias restricciones de cuarentena. En departamentos como Cauca y Nariño son varios los casos de asesinatos a personas que no han cumplido las medidas impuestas por los grupos armados.
En Colombia la pandemia no solo llegó con la crisis en salud y la crisis económica con las que han sido golpeados decenas de países en el mundo. En Colombia la pandemia también llegó con amenazas de muerte y vidas que se han extinguido no por el virus sino por las balas.
Desde el inicio de la cuarentena, grupos armados como el ELN, disidencias de las Farc o grupos descendientes del paramilitarismo han impuesto sus propias reglas de cuarentena en los departamentos donde tienen control territorial. Según la Defensoría del Pueblo, en departamentos como Cauca, Nariño, Bolívar, Valle del Cauca y Guaviare han circulado panfletos en los que esos grupos armados respaldan las medidas de aislamiento del Gobierno Nacional e imponen sus propias reglas con el argumento de prevenir el contagio del Covid-19. Las medidas van desde restricciones de movilidad y toques de queda diferenciados para migrantes venezolanos, pasando por agresiones físicas, amenazas de muerte y destrucción de carros y motos, hasta asesinatos.
La masacre en Samaniego, Nariño, en la que fueron asesinados nueve jóvenes y varios más quedaron heridos, es, probablemente, el caso más reciente.
Los ataques ocurren en los mismos departamentos que el Estado ha desatendido históricamente y donde, en cambio, los grupos armados ilegales han desplegado su control. Muchos son territorios de comunidades indígenas y comunidades negras.
Cerosetenta revisó la información recopilada por Human Rights Watch, la Defensoría del Pueblo y por medios de comunicación y encontró que son al menos 30 las personas que han sido asesinadas en Colombia bajo el pretexto de que estaban infringiendo las normas de aislamiento impuestas por estos grupos. La persona de mayor edad tenía 57 años, la menor tenía 9 meses.
Encontramos, además, casos en los que tenemos más dudas que certezas pero que consideramos importante mencionar. Por ejemplo, el de Carlos León, un patrullero de 33 años que atendió una llamada en Mesitas del Colegio, Cundinamarca, de un grupo de jóvenes que estaba violando la cuarentena y que terminó siendo asesinado por uno de ellos.
El de Jaumefi Rojas Chávez, Julián Orlando Maldonado, de 30 años, y John Jairo Oca Cuspián, de 31 años, que fueron asesinados por cuatro hombres armados en Corinto y que aún se investiga si fueron atacados por violar el aislamiento o por rencillas personales.
Un joven de 23 años que murió por arma de fuego en medio de un enfrentamiento con la Policía en Kennedy, Bogotá, después de que varios agentes trataran de multar a unas 20 personas por incumplir la cuarentena.
Y Juan Luis Guzmán, un joven de 21 años de la población LGBT que fue detenido por la Policía en Arboletes, Antioquia, por no cumplir el aislamiento obligatorio y luego fue encontrado muerto en la estación de Policía, presuntamente después de haberse colgado de un barrote con una prenda de ropa. Su muerte sigue en investigación.