Entre mayo y junio, al menos 46 mujeres fueron asesinadas en casos de violencia de género. Seguimos haciendo este doloroso conteo de la mano de Manifiesta Media.
Los feminicidios no tuvieron tregua en medio del paro nacional y fueron tan violentos como siempre. Entre mayo y junio, al menos 46 mujeres fueron asesinadas en casos de violencia de género, entre ellas, 7 mujeres venezolanas (que enfrentan un doble riesgo en Colombia), 5 lideresas, 5 mujeres trans y 2 menores de edad. En 9 casos, además, hay indicios de violencia sexual contra las mujeres o contra sus hijas.
Fueron meses en los que la violencia se siguió ensañando contra las mujeres en Tibú, Norte de Santander, como contamos en abril. En estos 61 días, otras 4 mujeres fueron asesinadas allí, incluyendo a la fiscal especializada Esperanza Navas que estaba investigando las amenazas contra las mujeres de ese municipio.
Sabemos que las cifras sobre feminicidios cambian según las fuentes, y que en todos los casos hay un subregistro. Aún así, seguimos armando la lista de mujeres asesinadas por su condición de ser mujeres teniendo en cuenta no sólo el dictamen de la Fiscalía –que es la que tipifica el delito– sino también las condiciones en las que las mataron: por la sevicia con las que las atacaron, porque la mayoría de sus agresores eran sus parejas o exparejas, o porque ocurrieron en zonas donde los cuerpos de las mujeres entran también en las disputas entre los actores armados.
Seguimos trabajando en conjunto con Manifiesta Media, quienes se nos unen para escribir, mes a mes, este doloroso conteo de mujeres asesinadas. Usamos la misma metodología, rescatamos los casos registrados por la prensa —en su inmensa mayoría regional y popular— y por organizaciones que defienden los derechos de las mujeres y los analizamos y los difundimos juntas. Nuestro objetivo sigue siendo el mismo: hacer una postal de esta forma de violencia en Colombia. Ahora lo hacemos en colectivo.
Jennifer Gutiérrez fue asesinada con tres tiros por un hombre con el que acababa de tener una discusión. Sucedió el 1 de mayo en una tienda donde venden licor en Tibú, Norte de Santander. La Fiscalía le atribuyó el crimen a alias ‘Mocho Olmedo’ de la disidencia del frente 33 de las Farc. Ella tenía 25 años y era venezolana.
El 1 de mayo, las autoridades encontraron el cuerpo de Yeiny Elena Epiayu Guariyu en una vía que conduce del municipio de Fonseca al corregimiento de Hatico, en la Guajira. Estaba semidesnuda y tenía señales de asfixia. Yeini, de 17 años, había tomado un taxi hacia un cantón militar donde trabaja su esposo para llevar una ropa, pero nunca llegó. Pertenecía al resguardo de trupio gacho y tenía un bebé de un año. No hay capturados.
Consuelo María Estrada fue asesinada el 2 de mayo por su hijo de 25 años, que luego la descuartizó e intentó desaparecer su cuerpo. El agresor fue capturado y la Fiscalía le imputó el delito de feminicidio agravado. La hermana del agresor ya lo había denunciado ante la Fiscalía por violencia intrafamiliar. Consuelo tenía 55 años, era desplazada por la violencia y se dedicaba al reciclaje.
Beatriz Moreno Mosquera era representante del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación en el Valle y fue docente durante más de 40 años en Buenaventura. El 3 de mayo, unas personas encontraron su cuerpo en una playa de La Barra con señales de tortura. Su familia dijo que no había recibido amenazas. No hay pistas sobre sus agresores.
El 4 de mayo, Liliana Rincón fue asesinada a tiros dentro de su carro en el casco urbano de Tibú, Norte de Santander. Tenía 39 años y su pareja es un soldado del Ejército. En la zona hay presencia de actores armados ilegales. No hay capturados.
Liz Vanesa López tenía 23 años y era de nacionalidad venezolana. El 4 de mayo fue asesinada a puñaladas por su pareja dentro de su casa en Chiquinquirá, Boyacá. Las autoridades encontraron sobre su cuerpo una nota que decía que la estaban siguiendo para asesinarla. Su agresor huyó.
Derlis Judith Rodríguez fue asesinada con golpes y cuchillo el 9 de mayo en un hostal de Plato, Magdalena. Las autoridades encontraron su cuerpo al otro día con signos de violencia y vieron por las cámaras de seguridad que ella entró con un hombre que luego salió solo. Derlis tenía 37 años y era de El Difícil, Magdalena. No hay capturados.
Marly Moreno Causil, 47 años, tenía una tienda naturista en Bello, Antioquia. Fue asesinada a puñaladas por su pareja dentro de su casa en la comuna 2 de Medellín el 12 de mayo. Los vecinos lo vieron huir con una maleta y una bolsa. No hay capturados.
El 11 de mayo, la lideresa Cecilia Valderrama fue a recoger una encomienda pero no regresó. Sus vecinos organizaron un bloque de búsqueda y la encontraron al día siguiente asesinada, con muestras de maltrato y violencia sexual. Tenía 48 años, era madre de 4 hijos y era la cabeza de la Asociación de Mujeres de la vereda El Escobal (Asmues) e impulsaba varios proyectos productivos en Chaparral, Tolima. No hay capturas.
El 14 de mayo, Lina María Ramírez estaba celebrando el cumpleaños de su hija en su casa en el municipio de El Carmen de Viboral cuando un hombre, que tuvo una relación con ella, llegó a buscarla, tomó un cuchillo y la atacó hasta matarla. Su actual pareja y su hijo intentaron protegerla y terminaron heridos. El agresor, que tenía 11 antecedentes, fue capturado y le imputaron el delito de feminicidio. Según un conocido, quince días antes, Lina María y él habían tenido un hecho de violencia intrafamiliar, pero ella no lo denunció.
Diana Fernanda Castañeda, de 21 años, estaba reportada como desaparecida desde el 7 de mayo. Ese día, ella salió a encontrarse con su expareja en Dosquebradas, Risaralda, donde terminó la relación tras varios episodios de violencia psicológica. El agresor la mató a puñaladas, abandonó su cuerpo y luego simuló buscarla para distraer a las autoridades, según la Fiscalía. Las autoridades encontraron su cuerpo el 15 de mayo. La Fiscalía lo capturó, le imputaron los delitos de desaparición forzada y feminicidio agravado y un juez lo envió a prisión.
Leida Patricia Aparicio se había ido de la casa después de sufrir varias agresiones por parte de su pareja, de 23 años de edad. Aún así, la madrugada del 16 de mayo, él llegó a buscarla y la atacó con 11 machetazos dentro de su casa en San Onofre, Sucre, hasta matarla. Leida tenía 20 años y era mamá de un menor de edad. El agresor fue capturado.
El 16 de mayo, Viviana Ibeth Narváez llegó a una casa de su ex pareja, Eric Ospino, en Guamal, Magdalena para cumplirle una cita. Llevaban un mes separados y ella ya había iniciado otra relación. El agresor le disparó en el pecho y luego se disparó y se suicidó. Viviana tenía 29 años y era madre de tres hijos menores de su primera relación. Eric tenía 35 años y era padre de un niño que tuvo con otra mujer.
Laura Michel, una mujer trans de 41 años, fue asesinada a golpes y puñaladas en un callejón oscuro de Magangué, Bolívar, la noche del 23 de mayo. Los vecinos no oyeron gritos por lo que las autoridades presumen que el crimen pudo haberse cometido en otro sector del municipio. No hay capturas.
Jael Amparo López salió con un conocido y unas amigas la noche del 22 de mayo en Montería, Córdoba. Al día siguiente, la policía encontró su cuerpo semidesnudo, con señales de abuso sexual y heridas de golpes en su cara en una carretera destapada del sector de Los Pericos. Jael tenía 30 años, era madre de dos niños y vivía con sus padres. La Fiscalía capturó al agresor en junio.
Sandra Yinerth Orozco Londoño fue descuartizada por su pareja que luego botó las partes de su cuerpo en distintos lugares de Bogotá. Sus restos fueron encontrados el 22 de mayo. Sandra tenía 38 años y era ama de casa. La Fiscalía priorizó el caso y encontró que su agresor era su pareja, quien murió de un infarto después de ser capturado.
Edith Durango de Arcos tenía 35 años y era madre de tres hijos. El 25 de mayo, alcanzó a llamar a sus familiares a pedirles auxilio luego de que su pareja la atacó con un cuchillo en medio de un ataque de celos dentro de su casa en Montelíbano, Córdoba. El agresor fue capturado.
“A mi hija, no” oyeron sus vecinos gritar a Daira Zuleima Zuanare, de 22 años, la noche del 25 de mayo. Un soldado del Ejército se había metido a su casa en Sardinata, Norte de Santander y estaba abusando sexualmente de su hija de 2 años. Daira intentó protegerla y el hombre la mató a puñaladas delante de su otra hija de 5 años. Luego, tomó a la pequeña herida y agonizando y huyó hacia el cantón militar donde los soldados lo detuvieron, recuperaron a la niña y entregaron al hombre a la Fiscalía. El agresor fue desvinculado del Ejército y capturado y la Fiscalía le imputó cargos por feminicidio agravado y acceso carnal violento contra menor de 14 años.
Jenny Patricia Córdoba fue asesinada por su expareja con 50 puñaladas el 25 de mayo en su casa en Pasto, Nariño. Los vecinos oyeron una discusión, entraron a la casa a la fuerza y la encontraron tumbada en el piso. El agresor huyó. Jenny tenía 32 años y era madre de dos menores de edad. La pareja se había separado dos meses atrás, según un medio local.
Yulieth Balmaceda fue asesinada a tiros por dos sicarios en moto en el municipio de Pelaya, en el Cesar, el 29 de mayo. Era una mujer trans de 28 años que hacía trabajo sexual. La policía investiga una venganza. No hay capturados.
El 30 de mayo Yesica Alejandra López intentó defender a su hija de 18 años de un ataque a cuchillo pero el agresor la asesinó. Tenía 37 años y hacía solo un mes se había mudado a Fresno, Tolima, para trabajar en una finca. El agresor huyó.
Gloria Yaneth Hortúa Ramos, de 46 años, era una lideresa campesina de Bolívar, Valle del Cauca y pertenecía a la Asociación de Productores Hortofrutícolas de la Serranía de las Paraguas -Aprhosepas- del municipio de El Dovio, creada hace más de una década por trabajadores del campo. El 30 de mayo fue asesinada a tiros. No hay pistas sobre sus agresores.
Jennifer Herrera Hernández fue asesinada el 2 de junio por su ex pareja, Albeiro de Jesús Corzo Amaranto, con quién había terminado la relación hacía menos de un mes. El crimen se cometió en frente de su hijo de 7 años, en el barrio Olaya Herrera de la ciudad de Cartagena. Él era vigilante y luego de cometer el feminicidio se suicidó.
Ludy Lisbeth Vásquez es la novena mujer en ser asesinada en Tibú, Norte de Santander durante el 2021. El 2 de junio dos hombres que se movilizaban en una moto llegaron a la tienda que ella atendía, pidieron algo y le dispararon cuatro veces hasta quitarle la vida.
El 4 de junio hombres armados le dispararon al menos cinco veces a Yenny Samil Velázquez Velázquez, de 41 años, ante la mirada de varios vecinos en Juan Frío, Villa del Rosario, Norte de Santander. Según las autoridades, el hecho pudo haber sido cometido por la guerrilla del ELN. Ella es la tercera víctima en manos de hombres armados entre marzo y junio.
Camila Pulgarin, de 19 años, salió de su casa en la noche del 4 de junio y al día siguiente fue encontrada sin vida y con signos de violencia en una finca en Girardota, Antioquia. De acuerdo con una denuncia en redes, la mamá de Camila la encontró en una cama, desnuda y con moretones. Al parecer, en la finca también se encontraba un hombre con el que ella había estado departiendo. No hay capturados.
Maira Alejandra Calderón Trejos, de 29 años de edad, fue asfixiada al interior de un motel ubicado en Yotoco, Valle, el 6 de junio. No se conoce ninguna información de su agresor.
La profesora y autoridad indígena del Resguardo Paéz, Oneida Argenis Yatacué, fue asesinada a tiros junto con su esposo en la madrugada del miércoles 9 de junio, en la vereda Media Naranja en Corinto, Cauca por un grupo armado. Se desconoce si estaban amenazados. No hay capturados.
Maury Carolina Lozano, de 27 años, intentó evitar que su pareja siguiera peleando con su hermano pero su pareja le disparó y la mató. Ocurrió el 9 de junio en el barrio Las Flores, en Barranquilla. El agresor fue capturado y tiene antecedentes por secuestro extorsivo y hurto según la Policía Metropolitana de Barranquilla.
La Fiscal especializada en Tibú, Esperanza Navas, fue asesinada por hombres armados el 9 de junio y murió camino al hospital. Antes de su muerte, expresó su preocupación por los numerosos casos de feminicidios en Tibú, Norte de Santander en lo que va del año. Navas, era madre de dos niñas y estuvo vinculada a la Fiscalía General de la Nación 13 años, aproximadamente.
El 9 de junio, Sally Lucía Tejada, de 9 años, fue víctima de abuso sexual y feminicidio. La niña se encontraba jugando con sus amigos, después desapareció y un par de horas después, fue encontrado su cuerpo con signos de tortura y asfixia en un caño cercano al asentamiento Haití, del barrio Comuneros I, de la ciudad de Cali.
Cataleya Martínez Machado fue asesinada el 10 de junio al interior de su casa en El Copey, Cesar. Era una mujer trans y fue asesinada con arma blanca. Sus asesinos huyeron.
Sabina Bolívar, 53 años y venezolana, fue atacada con 40 puñaladas por su pareja en su casa en Barranquilla el 10 de junio. Murió en el hospital un día después. La hija mayor de Sabina contó que el agresor intentó violarla en la mañana y luego, mientras su hijo de 13 años se metió a bañar, la atacó con un cuchillo y un destornillador. El agresor fue capturado y la Fiscalía le imputó el delito de feminicidio agravado.
Leidy Carolina Trujillo tenía 36 años, era madre de tres niños y trabajaba como operaria de aseo en el Instituto de servicios varios de Ipiales, Iservi. El 12 de junio, las autoridades encontraron su cuerpo con señales de abuso sexual en un barrio que al parecer es muy peligroso. La Alcaldía de Ipiales ofreció una recompensa de 20 millones de pesos por información que conduzca a esclarecer el crimen.
El 12 de junio, la policía encontró el cuerpo de Hasbleidy Xiomara Ospina en un canal de aguas negras en la vía entre Suba y Guaymaral, a las afueras de Bogotá. Ella había sido reportada como desaparecida el 26 de mayo, luego de que le dijera a su familia que iba a almorzar con un amigo. No volvieron a tener noticias de ella. Tenía 26 años y era mamá de un niño de 11 años. No hay pistas sobre sus agresores.
Elvia Helena Mendoza de 36 años fue asesinada a puñaladas luego de que intentó proteger a su hija de 16 años de ser violada por su pareja en la casa que compartían. Sucedió el 13 de junio en Luruaco, Atlántico. El agresor, padrastro de la joven, se suicidó.
Luciana Moscoso, una mujer trans, estilista y maquilladora profesional, fue hallada sin vida en su apartamento, ubicado en el barrio Ciudad Berna, en Bogotá. Estaba envuelta en una cobija de su cama y con la misma ropa que vistió siete días atrás. De acuerdo con las autoridades, el apartamento estaba desordenado y hacían falta algunas pertenencias. Se cree que pudo haber muerto por asfixia mecánica. No hay capturados.
La policía encontró el cuerpo de Hillary Rossana Agudelo, de 23 años, el 16 de junio en una zona boscosa de Medellín. Tenía varias heridas de puñal, una muy profunda en el cuello, y estaba tendida sobre unos troncos. No hay capturados.
Diana Jaramillo Henao era lideresa comunitaria del barrio “Cinco Estrellas de la Gabriela», en el municipio de Bello, Antioquia. El 20 de junio fue asesinada junto con otras dos personas, un hombre y una mujer, y sus cuerpos fueron encontrados en bolsas plásticas selladas con cinta en zona rural de Copacabana, Antioquia. Organizaciones sociales han denunciado la presencia de actores armados ilegales en la zona.
Después de 5 años de relación, Luzdelly Motta Yagüe, de 28 años, fue asesinada a puñaladas por su pareja, Leónidas Carrillo Escobar, de 37 años. Sucedió la noche del 20 de junio dentro de una casa en zona rural de Garzón, Huila. El agresor fue capturado cuando trataba de huir y una vez capturado, intentó suicidarse con un vidrio roto en el calabozo. La Fiscalía le imputó el delito de feminicidio. El agresor aceptó los cargos.
Leidy Zamara Rodríguez fue atacada a machetazos por su pareja de 47 años que luego la abandonó en una playa del río Ariari en el municipio de Fuente de Oro, Meta. Ella llegó con vida al hospital pero murió el 24 de junio. Tenía 19 años, era madre de una niña de dos años y ya había sido agredida por el hombre en ocasiones anteriores. El agresor fue capturado.
El 25 de junio, pescadores de Barranco de Loba, en Bolívar, encontraron el cuerpo de Anyeli Carolina Pérez, de 19 años, flotando en el río. Estaba amordazada, tenía amarradas las manos y las piernas y heridas de cuchillo. Su cuerpo estuvo sin identificar en Medicina Legal hasta que un hombre llegó a reclamarlo. Contó que era venezolana y vivía en El Banco, Magdalena. No dio más información y hasta ahora no hay capturados.
María Córdoba tenía 23 años y estaba reportada como desaparecida. El 26 de junio, la policía encontró su cadáver desmembrado en una quebrada de Girón. Un tatuaje permitió que una mujer que la conocía la reconociera en Medicina Legal con una foto de ella. No hay capturas.
Al día siguiente, y también en el río Magdalena, fue encontrado el cuerpo de Estefany Rodas Meza en Magangué, Bolívar. Tenía 18 años, era madre de un niño de 2 años y había sido reportada como desaparecida el 16 de junio por su familia en Caucasia, Antioquia. Le había dicho a su familia que iba a ir a la playa pero al parecer, recibió una llamada que la hizo cambiar de rumbo, según investigan las autoridades. No hay capturados.
Adriana Díaz era una mujer trans conocida como “La Biopo”, que además era migrante venezolana. Fue brutalmente asesinada a golpes por un grupo de por lo menos 20 taxistas en Tunja, Boyacá, que la acusaron de atracar a uno de ellos el 28 de junio en pleno Día del Orgullo. La Alianza Lambda de Venezuela, el GAAT y el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos denunciaron que la Policía permitió la golpiza y no actuó como corresponde. En su lugar el coronel Henry Bello, comandante de la Policía Metropolitana de la capital de Boyacá, aseguró que sí atendieron el caso.
En video quedó grabado el momento en el que la pareja de Rosalin Rojas Gómez la persigue y le dispara varias veces en la cabeza hasta matarla. Sucedió el 30 de junio en una calle de Bosconia, Cesar. El agresor identificado como John Jairo Flores de Arco se montó en una moto y se fue a su casa, donde la Policía encontró el arma y lo capturó luego de que el hombre confesó que la mató “por faltona”. La Fiscalía le imputó el delito de feminicidio agravado. Rosalin tenía 19 años y era migrante venezolana. Conocidos dijeron que la celaba permanentemente.
