Los relatores especiales de la ONU han pedido al gobierno colombiano que investigue urgentemente el asesinato del periodista indígena Abelardo Liz, tras una investigación realizada por Bellingcat y Cerosetenta. 

Los relatores de la ONU (el Relator Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias; la Relatora Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión; el Relator Especial sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación y la Relatora Especial sobre la situación de los defensores de derechos humanos) afirmaron que la impunidad ha prevalecido en el caso de Abelardo Liz, destacando que la Fiscalía colombiana también ha encontrado graves inconsistencias en los relatos de los soldados sobre los hechos, pero nadie ha sido condenado en el caso. Los relatores expresaron su gran preocupación por el «uso excesivo de la fuerza» por parte de los soldados en la manifestación de agosto de 2020 en la que Abelardo Liz recibió un disparo. 

En la comunicación se pide al gobierno colombiano que garantice una «investigación exhaustiva, diligente y efectiva» de las denuncias expuestas en el informe de Bellingcat y Cerosetenta para determinar quién es responsable y garantizar que se haga justicia. 

Hasta el momento, el gobierno colombiano no ha respondido a la carta de la ONU en el plazo de 60 días antes de que se hiciera pública. La comunicación tiene por objeto llamar la atención de los gobiernos sobre las presuntas violaciones de derechos humanos y solicitar que se investiguen a fondo. Se presentará un informe al Consejo de Derechos Humanos en el que se resumirá la comunicación y la respuesta del gobierno.

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El ruido de las balas: ¿Quién mató al periodista Abelardo Liz?

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Bellingcat y Cerosetenta analizaron 118 vídeos filmados el día en que Abelardo Liz fue herido de muerte, incluidas imágenes captadas por el propio Abelardo. Descubrimos que la bala que mató a Abelardo parecía proceder del lado de la carretera donde se encontraban los soldados colombianos y otras fuerzas de seguridad, y que la bala encontrada en el cuerpo de Abelardo coincidía con las balas y el tipo de armas que portaba el pelotón de soldados ese día. También descubrimos que los soldados dispararon sus armas contra el suelo a corta distancia de los civiles y que los soldados parecen haber iniciado el tiroteo; en ningún momento se ve a los soldados agacharse para ponerse a cubierto durante las imágenes que revisamos. Estas conclusiones contradicen los testimonios jurados de los soldados y las declaraciones públicas del ejército. 

Abelardo Liz se une a la lista de al menos cincuenta y dos periodistas asesinados en Colombia desde 1993, según el Observatorio de Periodistas Asesinados de la Unesco.

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), que representa a la familia de Abelardo Liz, declaró el miércoles que la carta de la ONU era de «gran importancia» y destacó el papel del ejército colombiano en el tiroteo mortal y su incumplimiento de las normas internacionales sobre el uso de la fuerza. También destaca la falta de avances en las investigaciones sobre el caso y pide al gobierno colombiano que dé prioridad a este caso para garantizar que se hace justicia. 

«Es lamentable que el Estado colombiano haya guardado silencio frente a la solicitud, revelando su falta de compromiso con este caso», dijo un vocero de la FLIP a esta alianza periodística.

La FLIP dijo que continuará trabajando con la familia de Abelardo para buscar justicia en este caso.

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