Hace un año que Valentina Rojas Ortiz empezó a planificar con Bellaface Suave, unas de las pastillas anticonceptivas de menor carga hormonal en el mercado en Colombia. También una de las más baratas: mientras algunas pueden costar hasta 90 mil pesos, las Bellaface y las Bellaface Suave cuestan entre 13 mil y 17 mil pesos. Valentina empezó a usarlas cuando se quitó el implante anticonceptivo que tenía en el brazo y que le había ocasionado problemas de acné y cambios de peso. Estas pastillas, le dijeron entonces, podían ayudarle a controlar esos problemas además de ayudarle a planificar.
Hace unos 10 días Valentina cambió de nuevo de anticonceptivo. Lo hizo sin recomendaciones y porque no tuvo de otra: en ninguna farmacia de Medellín, donde vive, pudo encontrar las Bellaface Suave.
“Hace unos dos meses, que empezó la escasez, fui presencialmente a varias farmacias a preguntarlas y no las encontré. Finalmente encontré la última caja que les quedaba en una farmacia y la compré”, cuenta Valentina. Eso fue el mes pasado. Con esa caja, dice, tuvo otro mes de anticonceptivos. Pero cuando tuvo que comprar la nueva caja, hace unos días, ya no encontró.
“Sin exagerar llamé a unas 15 farmacias y ninguna tenía Bellaface, que estaban agotadas. Entonces me llegó un rumor, de una amiga enfermera, de que al parecer esas pastillas las estaban descontinuando. No sé si sea verdad, pero me tocó tomar la decisión de cambiar de pastillas”, cuenta.
No es la única mujer que se ha encontrado en ese escenario en los últimos meses. En Twitter son decenas de mujeres las que cuentan lo mismo: que las Bellaface Suave y las Bellaface —de mayor carga hormonal— ya no se consiguen, que viene pasando desde hace un tiempo, que han escuchado que ya no las van a vender más, que se han tenido que cambiar de anticonceptivo.
https://twitter.com/majougarciaa/status/1383575600435138562
https://twitter.com/brennnn0/status/1384214757645852677
No es la primera vez que escasean las Bellaface en Colombia. La primera vez fue en 2019, después de que el Ministerio de Salud regulara los precios de varios medicamentos en el país, incluyendo algunas pastillas anticonceptivas. Desde entonces, la caja de Bellaface que antes costaba unos 40 mil pesos pasó a costar entre 13 mil y 17 mil pesos. Sobre todo con la baja de precio de Bellaface Suave, esa se volvió una de las opciones más baratas para mujeres que usan anticonceptivos orales de baja carga hormonal.
Pero incluso desde antes de que bajara su precio, Bellaface era la marca de anticonceptivos más vendida en el país. Según un informe del Ministerio de Salud, en 2018 la venta de Bellaface superó los 22 mil millones de pesos en Colombia. Luego, con la baja del precio, la demanda de Bellaface subió aún más: según un reporte del Ministerio de Comercio, con la reducción de precios hubo una sobredemanda del 37% de medicamentos anticonceptivos. Pero en el caso de Bellaface, el incremento de la sobredemanda fue del 500%.
“En ese momento vimos que había gente que tal vez pensó que era un descuento temporal y entonces se aseguró varias dosis de una vez. Si tú llegas con tus 60 mil pesos a comprar la píldora y de repente ves que están a 20 mil pesos pues te llevas tres. Eso generó un aumento en la demanda muy radical y en ese momento el laboratorio —que antes era Lafrancol pero ahora es parte de la farmacéutica estadounidense Abbott— reportó que no estaban preparados para ese pico en la demanda”, cuenta Tatiana Andia, profesora de la Universidad de los Andes y exasesora del Ministerio de Salud en regulación de medicamentos en ese momento, cuando los precios bajaron.
Más bien creo que debe ser un problema, que además muchas farmacéuticas han enfrentado en la pandemia, de desabastecimiento de las materias primas de las pastillas
Pero hoy, dos años después de que el precio bajó y se mantuvo, esa ya no parece ser la explicación de la escasez de Bellaface. Tatiana Andia asegura que, teniendo en cuenta que los anticonceptivos son medicamentos que no son fáciles de cambiar —ya que crean fidelidad— no ve razón por la que la demanda de Bellaface haya aumentado drásticamente. “Más bien creo que debe ser un problema, que además muchas farmacéuticas están enfrentando en la pandemia, de desabastecimiento de las materias primas de las pastillas. De pronto es un problema en la cadena global de abastecimiento, por las limitaciones que ha habido en el comercio internacional, y tal vez por eso no están pudiendo garantizar las dosis en la calle”, dice.
Cerosetenta habló con voceros de Abbott, el laboratorio que fabrica las Bellaface, que afirmaron que no ha habido ninguna interrupción en la producción de los anticonceptivos ni planes de sacarlos del mercado. Sin embargo, sí aseguraron que el mes pasado tuvieron un problema en la cadena de producción y abastecimiento de las Bellaface, aunque no profundizaron sobre el carácter del problema. Aseguraron, sin embargo, que no fue un problema grave, pues ni siquiera se expidió un reporte al respecto —lo que hacen cuando hay inconvenientes importantes en la producción de un medicamento—, y que el tema se superó y el abastecimiento volvió a la normalidad.
Los voceros de la farmacéutica también aseguraron que la escasez de las Bellaface, que aseguran que viene desde hace un tiempo y ya se debió haber resuelto, también se debe al acaparamiento de dosis por parte de las usuarias. Entonces, ante la escasez, las mujeres compran varias cajas por miedo a no conseguirlas después, lo que agota el aprovisionamiento del medicamento en la calle y deja a otras mujeres sin posibilidad de adquirirlo.
Por otro lado, en un tweet publicado por una usuaria de Twitter, que contactó al laboratorio a través de mensaje directo, el laboratorio parece asegurar que sí hay demoras en la producción de Bellaface en Colombia pero que se retomará el abastecimiento total en las próximas semanas.
De cualquier manera, las pastillas siguen escaseando en las farmacias. Hasta la publicación de esta nota, las Bellaface estaban agotadas en al menos 10 de las grandes cadenas de farmacias en Bogotá, pero en otras tres ya estaban disponibles: en la Droguería Alemana, en Cafam y Farmalisto —donde sí había Bellaface pero no Bellaface Suave, la versión del anticonceptivo con menos carga hormonal—.
Laura Gil, ginecóloga, obstetra y vocera del Grupo Médicos por el Derecho a Decidir dice que en lo que va de este año sí ha visto una escasez de Bellaface en sus pacientes. “Ya le he cambiado la fórmula a varias pacientes que me llaman y me dicen que no la encontraron. No tengo datos de mercado, pero por ahora esas son las únicas que me han dicho que no se consiguen”, dice. Algunas otras pastillas por las que sus pacientes han cambiado han sido Dienille, Sibilla o Yael.
“En el mejor de los escenarios, las mujeres buscan rápidamente un concepto médico y preguntan cuál [pastilla] es equivalente y cambian de una a la otra”. Gil asegura, además, que si es un cambio informado a otras pastillas con los mismos compuestos no hay implicaciones para las mujeres y para su salud. “Sin embargo, esa no es la realidad. La mayoría no tiene acceso rápido a la información médica, y entonces puede que se empiecen a tomar otras pastillas sin un buen criterio médico, por ejemplo las que en la droguería les dijeron que eran parecidas; o puede que dejen de tomarlas por no saber cuáles son equivalentes y eso tiene implicaciones graves porque en ese intervalo pueden quedar en embarazo sin quererlo”.
Camila* fue una de las mujeres que al no encontrar Bellaface en Bogotá simplemente dejó de tomar las pastillas anticonceptivas.
“Al principio pensé que las encontraría en otra droguería de la ciudad, pero por varios días las estuve buscando, en droguerías físicas y en las páginas de internet, y en todo lado estaban agotadas. En varios lugares me dijeron que hace meses que no llegaban”, cuenta y dice que mientras las estuvo buscando pasaron unos 5 días en los que no se tomó las pastillas: prefería guardar la esperanza de encontrarlas a arriesgarse a probar una marca nueva.
“A mí me dan mucho miedo los efectos secundarios. Las Bellaface siento que ya las conozco y me ha ido bien, pero hace unos años cuando usaba otra marca tuve cambios emocionales que no quiero volver a sentir nunca”, dice.
Laura Gil asegura que aunque existen muchos tipos de pastillas que se formulan según sus particularidades, todas las disponibles en el mercado son en general muy parecidas. Varía en ocasiones el tipo específico de hormona que contienen, así como la cantidad de miligramos de esa hormona, pero en general, dice, las pastillas disponibles en el mercado son buenas y seguras.
“La recomendación es que cuando uno cambia de tipo de pastillas es mejor no hacer el descanso de 4 o 7 días”, dice la ginecóloga refiriéndose a las pastillas para el final del ciclo que contienen las cajas y que le dan al cuerpo el descanso de la hormona. “A veces en el cambio de dosis hormonal puede haber un ajuste en las hormonas del cuerpo que provoquen un escape ovulatorio. Entonces si tú te estabas tomando unas pastillas que traían 3 miligramos de una hormona y te cambias a otra marca que se ve parecidísima pero tiene dos miligramos, es posible que en ese cambio se liberen los mecanismos que tenían detenida la ovulación”, asegura. Dice que es prudente, al hacer el cambio, esperar al séptimo u octavo día de empezar la caja para estar segura de que ya no hay peligro de quedar embarazada.
En general, las cosas que tienen que ver con salud sexual y reproductiva a veces se dejan un poco de lado y no se consideran emergencia. Pero las consecuencias de que se acaben las pastillas son gravísimas
Pero mientras no todas las mujeres tienen acceso a esa información, son muchas las que se enfrentan a la escasez de las Bellaface tomando decisiones a partir de lo que les han dicho, de lo que les dicen amigas, de lo que les dicen en las farmacias, de lo que encuentran en internet o simplemente dejando de tomarlas y esperando que se acabe pronto la escasez.
“En general, las cosas que tienen que ver con salud sexual y reproductiva a veces se dejan un poco de lado y no se consideran emergencia. Pero las consecuencias de que se acaben las pastillas son gravísimas: son embarazos no deseados, abortos inseguros. Hay mujeres que por problemas de salud es riesgoso que queden embarazadas, y a pesar de que tienen el derecho de abortar no todas las mujeres están dispuestas a hacerlo”, asegura Laura Gil.
Por el momento, fuentes cercanas al Ministerio de Salud y al laboratorio le dijeron a Cerosetenta que si bien se ha detectado una escasez de las pastillas en la calle, no ha habido un gran desabastecimiento que dispare las alarmas. Y ya el medicamento, dicen, empieza a redistribuirse en las droguerías del país.
*El nombre fue cambiado a petición de la fuente.