Colombia se acerca a la firma de la paz con las FARC. Pero más allá de los acuerdos de paz el reto para los colombianos es construir un país menos violento. Cerosetenta entrevistó a académicos de distintas áreas para saber cuál creen que es el papel de la cultura en esta coyuntura.
Con la eventual firma de los acuerdos entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano las expectativas crecen alrededor de un gran cambio, al que le han llamado posconflicto o posacuerdo. El presidente Santos, sus negociadores y su gabinete dicen que habrá desarrollo rural concertado con los campesinos y los indígenas, que habrá paz territorial, que hay recursos que llegan desde la Unión Europea y el Plan Colombia —que ahora se llama Paz Colombia— será, si se aprueba en el Congreso de Estados Unidos, el apoyo financiero para esta nueva etapa. El gobierno ha pedido desarrollar informes, como Basta Ya o el que entregó la Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas, que permitan comprender las raíces del conflicto en Colombia y sus consecuencias. El gobierno ha utilizado hashtags como #SíMeImporta o #LaPazEsPosible para que a través de redes sociales también se mueva el tema de la paz. Nos invitan a ser parte de la conversación más grande del mundo, junto a la periodista colombiana María Alejandra Villamizar para hablar sobre el, tan anhelado, transito a la paz.
Todos opinan, suman y restan. Pero, ¿cuánto le costará el posconflicto a Colombia? Tierras y posconflicto escribe Alfredo Molano; Posconflicto titula Ricardo Silva Romero; ¿Quién le teme al posconflicto?, pregunta Esteban Piedrahita, y así nos podemos quedar enumerando la infinidad de columnas que se han escrito sobre el tema.
Y no es para menos, los 50 años de guerra contra las guerrillas han dejado más de siete millones de víctimas de acuerdo con cifras de la Unidad de Víctimas del gobierno. Siete millones de personas equivalen a la población completa de países como Bulgaria, Serbia, El Salvador o todos los habitantes de una ciudad capital como Bogotá. Siete millones de personas quiere decir que el 15 % del total de la población colombiana ha sido víctima directa de la guerra.
Pero Colombia no solo tiene víctimas de un conflicto, Colombia es un país particularmente violento. La Organización Mundial de la Salud en su informe sobre la situación global de la prevención de la violencia de 2014, dice que las tasas de homicidio más altas del mundo están en las Américas: 28,5 homicidios por cada 100.000 habitantes. Colombia es el quinto país más violento de la región junto a El Salvador con 43,9 homicidios por cada 100.000 habitantes, después de Honduras con 100,9, Venezuela con 57,6, Jamaica con 45,1 y Belice con 44,7.
De acuerdo con cifras del Instituto nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) los delitos que más se comenten en Colombia son homicidio y hurto, cada uno representa el 15,8 % del total de los delitos condenados en Colombia. La violencia contra la mujer sigue siendo motivo de indignación en este país. El año pasado 41.802 mujeres fueron agredidas por su pareja o ex pareja, 17.966 fueron víctimas de violencia sexual y 145 fueron asesinadas por razones de género. La corrupción, como otra forma de violencia, mantiene a Colombia en el puesto 83 de 168 países calificados por la Organización Trasparencia Internacional. Según ellos, el índice de percepción de la corrupción en Colombia es 37. Un número que si se acerca a 0 indica que la percepción de la corrupción en el país es alta y si se acerca a 100 quiere decir que la percepción de corrupción en el país es baja. Colombia comparte la misma calificación con países como China , Liberia y Sri Lanka y quedó por debajo de países como Brasil, Tailandia o Zambia cuyo índice fue de 38 puntos.
En este escenario un país en paz va más allá de la firma de los acuerdos, construir un país menos violento necesita algo más. Por eso quisimos invitar a esta larga conversación a varios profesores de la Universidad de los Andes para que nos cuenten cómo creen que la cultura puede aportar en la construcción de paz, entendiendo la cultura desde cada una de sus áreas de estudio.
¿Cómo puede la cultura aportar en la construcción de paz?
[Haga clic en los círculos rojos para ver la respuesta de cada profesor]