¿De dónde vienen los habitantes de San José del Guaviare? En uno de los departamentos más jóvenes de Colombia la mayoría de la gente no se identifica como local. #PeriodismoenTerreno #CrónicasColombia
Albeiro (59).“Yo llegué por aquí hace más o menos unos 33, 34 años. La ilusión era en ese tiempo la coca, ¿no? Porque Guaviare era un departamento que apenas estaba comenzando a producir coca y pues uno viene en busca de mejores horizontes, de una mejor calidad de vida. Pero la coca no trajo sino destrucción, ruinas, muertes, de todo. Al principio trabajamos con la coca pero viendo que no nos dio resultado y que no conseguimos nada pues entonces nos concientizamos y empezamos a vivir de otra forma diferente. Yo desde ahí comencé en el transporte, duré 12 años de camionero. Después renuncié a los camiones y estuve trabajando en el centro de salud del departamento. Después me volví cultivador, cultivaba plátano y comencé a vivir de otra forma, no con la coca, porque no me quedó ni un pañuelo de la coca”.
Aurora (52). “Yo tengo ascendencia boyacense. Mi papá era un hombre emprendedor y vendió la finca que tenía en Boyacá y se fue a Cali. En Cali estudié la primaria y el bachillerato. Vine al Guaviare a conocer a unos sobrinitos que tenía acá y conocí a mi esposo. Mi esposo tampoco es de acá, él es de la Unión, Valle del Cauca. Nos casamos y ya llevo 35 años en el Guaviare. Mis hijos son de acá, nacidos acá, criados acá. San José del Guaviare es, a pesar de todo lo que digan las personas, un remanso de paz para criar pelados. Uno cría acá sus hijos, acá no hay pandillas, acá no hay ladrones porque en un pueblo pequeño hay limpiezas, que les llaman. Aquí no atracan a nadie, aquí deja sus cosas acá, su bicicleta ahí y se la guardan, aquí se vive muy tranquilo. Yo recién tuve mis hijos me fui para el Valle, porque decía ‘yo quiero darles una oportunidad de estudiar a mis hijos’, y me fui y casi no me aguanto el año de ver el estrés en el que estaba criándolos”.
Carmen (51). “Yo llegué al Guaviare por mi esposo. Él salió de la universidad y se vino a trabajar a El Retorno de profesor. Llegamos a San José porque él tenía familia acá. Y aquí me quedé, por un mes supuestamente, porque a mí me habían hablado muy mal de San José del Guaviare. Pero aquí estoy, llevo 22 años y no cambio San José porque San José es muy tranquilo. Acá de todas maneras hay paz, se respira paz. Usted no ve digamos ñeros, raponeros, mendigos o gente como en Bogotá, como el Bronx. Aquí no hay. Acá también puede andar con sus joyas y no hay problema. Lo de los buses acá todavía no lo hay entonces cada uno en su moto, su carro, su cicla o sale caminando y no hay problema, todavía todo queda cerca. La atmósfera, el ambiente y el aire que se respira no es contaminado. Aquí es muy tranquilo, esa es la verdad”.
Cristian (22). “Legué acá porque Bogotá es una mierda. Allá no se vive, se sobrevive. Todo es caro. El transmilenio quedó a 2.200, cuando yo estaba allá costaba 1.600. Tenía como 17 años y llegué acá con toda mi familia”.
Johana (31). “Mi papá es del Valle y mi mamá es de Boyacá. Se conocieron en Puerto Rico, un pueblo por aquí cerquita. Ahí se conocieron, se juntaron a vivir y empezaron a traer al Guaviare plátano y gallinas, en canoa, desde Puerto Rico. Eso fue hace 35 años. Así fundaron acá lo que se llama la plaza, esta plaza, la plaza campesina. En este lugar la plaza lleva 17 años porque antes trabajaban en la bomba de gasolina a orillas del río. Ahí pues trabajaban y ahí pues ya, somos cuatro hermanas”.
Jorge (57). “La historia es larga. Llego al departamento del Meta, a los Llanos Orientales, por casualidad de la vida porque yo estaba en Bogotá ya organizado. Llegué por tema de un viaje y me amañé. Después de estar amañado en Granada, precisamente, llegué a Villavicencio. Por cuestiones del destino, después de estar en Villavicencio por 8 años, me iban a joder la vida, el sistema me iba a joder la vida y me tocó salir corriendo. Entonces, como yo creo en una esencia divina que llamamos Dios, que me ama tanto y que yo amo tanto, me dijo por la noche un día hace ya 4 años ‘Jorge, madrúgese y váyase de aquí’, pero no me dijo para dónde y salgo a mirar la gente y tres personas, sin saberlo, me dijeron ‘San José, San José, San José’ y me vine para San José”.
Brayan (23): “Yo soy de acá de San José. Es que nosotros como miramos mucha televisión entonces aprende uno otros idiomas. Vean, ese John habla como gringo pero es guajiro que está aprendiendo a hablar español”.
José (70 en «años de tortuga»): “Yo soy natalmente llanero. Nací en Mapiripán pero nos criamos acá. San José es un lugar muy bonito para vivir, después de San José no existe nada. Este es un buen pueblo para vivir, lástima que se lo tiraron la… ¿cómo es que se llama?”
John (60): “Yo llegué aquí al Guaviare, antiguamente digamos, yo estaba en otra ciudad del Guaviare trabajando. Soy andariego, me conseguí trabajo acá en San José. Soy cotero hace harto tiempo”.
Molita (22). «Su nombre es Chib y tiene nueve meses. Es mi tercera hija. Mi nombre blanco es Yanila y mi nombre nukak es Molita».
Pintuco Publicidad (74). “Yo, como primera medida, muy sardino fui lavaplatos en la Texas Petroleum Company y aprendí mucha cocina y me echaron por sindicalista. Entonces vine a trabajar con caminos medicinales hace rato. Ahoritica recorrí, recorrí mucho. Trabajo la pintura publicidad, empírico, y ahora me tocó quedarme aquí en la ciudad del Guaviare hace 20 años. Uno no podía moverse para una parte porque si se movía estaban los paracos y si se movía para la otro lado estaba la guerrilla entonces era mejor quedarse quieto”.
Wilmer (33). «En la época de la bonanza de la coca muchas personas de mi etnia se vinieron desplazados al Guaviare. Somos Yurutí del Vaupes, mi papá nos trajo al Guaviare cuando yo tenía como siete años. Llegamos en un avión, un DC3. La gente fue llegando acá de a poco, éramos 10 familias y ahora somos 56».
* Esta nota fue realizada en el marco de la clase Crónicas Colombia: Guaviare 2017 e incluye perfiles y fotografías de Laura Velandia, Sara Cely y Juan Camilo Chaves.