Con la camiseta en el pupitre

La clase de «Fútbol, periodismo y cultura» ha vibrado con la camiseta amarilla desde el comienzo del mundial. Hoy, cuando la selección Colombia puede hacer historia, los estudiantes opinan sobre lo que significa para ellos este partido.

por

Farouk Caballero


04.07.2014

Foto: Paolaplease @Flickr

Muchos apenas abrieron sus ojos cuando Léider Preciado rompió la red en Francia 1998. Son una generación que vive su primer mundial, pero tienen la suerte de sentir el orgullo patrio con cada enganche, atajada, disputa, pase gol y, por su puesto, con el sentimiento del poema más corto del mundo: el gol. Aquí sus impresiones.

 

“Después de 16 años el mundo se detiene. Los goles, los gritos, el llanto y las sonrisas se vuelven el pan de cada día. El camino a la gloria se decora con maicena y aguardiente, mientras el himno nacional acaba con las diferencias. Nacen las leyendas, haciendo historia con un balón en los pies. El color de la camiseta une a un pueblo, mientras con cada pitazo inicial: millones de corazones se detienen”.

Miguel Angel Diaz Puentes: estudiante de: ciencia política con opción en periodismo

 

 

“A mis 19 años vivo el mejor mundial. Por primera vez tengo la oportunidad de presenciar las victorias de la selección. Es un desquite porque en el mundial de 1994 estaba por nacer y en el 1998 apenas podía pronunciar la palabra fútbol. Ahora puedo ver, oír, sentir, y saborear el triunfo de la tricolor. Gracias a 23 jugadores estamos en cuartos de final de una copa mundial. En estos momentos, solo espero que la vida y la selección me deparen más mundiales como este”.

Alejandro Ramírez: estudiante de filosofía cursando opción en periodismo.

 

 

“La selección Colombia demuestra, tanto a los ciudadanos como a los forasteros, que este deporte va mucho más allá de unas personas corriendo detrás de un balón. Con cada partido jugado unen más al país entero, al dejarlos sentir nuevamente esa ilusión y orgullo de ser colombianos. Nos muestran  lo importante que es trabajar en equipo y meterle pasión a lo que a uno le gusta. Cada gol y baile realizado por los jugadores hace que la celebración de todos los hinchas sea tan intensa que hasta los extranjeros lo disfrutamos como si fuéramos de esta tierra”.

Gabriela del Rocío Rendón: estudiante de psicología

 

 

“Colombia está de moda. La selección brilla con luz propia en el mundial, tenemos una pequeña posibilidad de alcanzar la gloria máxima: levantar la copa en Brasil. En nuestra escuadra se encuentran James Rodríguez, máximo artillero de la competición, y Juan Guillermo Cuadrado, líder de asistencias. Con baile, buen juego, alegría y humildad el tricolor nacional llamó la atención del mundo entero. De hecho, Metro, un tabloide británico, invita a la afición inglesa a apoyarnos tras la eliminación de su selección. Ya somos ganadores sin importar el resultado del próximo 4 de Julio a las tres de la tarde frente al anfitrión. Con algo de suerte, y mucho mérito propio, el resultado probablemente sea a nuestro favor. Ojalá el viernes logremos celebrar en paz. Colombia puede dar un paso más para ser campeón, pero dependerá de nuestra cultura hacer una fiesta enorme sin muertos, ni tragedias”.

Alejandro Tellez: estudiante de administración

 

 

“El punto más alto la historia futbolística de Colombia es James Rodríguez. Desde la victoria frente a Uruguay, la presión sobre el 10 de la selección ha aumentado. Cada reportaje, cada comercial de televisión e incluso cada repetición de sus goles le refuerza al país que la responsabilidad es suya. Poco a poco, la Selección Colombia se ha convertido en la Selección Rodríguez, pero ¿seremos igual de hinchas si James comete un error frente a Brasil, si —ojala no pase— se come un penal? Por más de que la Selección tenga grandes individualidades no se puede ser facilista y dejarle la responsabilidad de un resultado a un solo jugador. Por eso les suplico compatriotas: no hay que trillar al héroe”.

Gabriela Gómez: estudiante de literatura y opción en periodismo.

 

 

“Colombia: país de diferentes costumbres, sabores, reinados  y etnias, pero en el cual, el fútbol es el deporte que más mueve masas y despierta pasiones. Su gente lo necesita para olvidar los problemas. Corrupción, nexos presidenciales con mafiosos, hackers en campañas políticas, son sólo algunos de los problemas que el fútbol nos hace olvidar. Todo este furor hacia el deporte, ha explotado aún más a partir de la buena actuación de la selección Colombia, pero esta alegría no viene sola, ya que muchos oportunistas políticos aprovechan las gestas del deporte nacional para obtener mayor popularidad”.

 Nicolás Felipe Hurtado Estupiñán: estudiante de derecho

 

 

“Leer frases en pleno Mundial como: ‘la última vez que Colombia tuvo tanta emoción Betty iba a volver con su nuevo look a Ecomoda’, no son descabelladas. Pero ahora Es el fútbol lo más positivo que nos une como nación. Nos sentimos identificados con el universo de la pecosa. Él, ella, niños, ancianos, gente del fútbol, gente no futbolera, extranjeros y artistas internacionales sienten que la Selección Colombia es un motivo de orgullo que no tiene barreras. Es la novela que nos volvió a pegar al televisor y nos unió como colombianos”.

Mario Vargas Yaver: estudiante de ciencia política.

 

 

 

* Farouk Caballero es literato, egresado de la Maestría del CEPER y profesor de la clase Fútbol, periodismo y cultura de la opción en periodismo. @faroukcaballero

 

 

 

 

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