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Candidatos de terror: los miedos que despiertan los candidatos a la Alcaldía de Bogotá

Le preguntamos a expertos qué candidato les da miedo, y por qué, y qué miedo le producen las propuestas y los candidatos punteros, de acuerdo a sus miradas específicas en temas importantes para la ciudad.

por

cerosetenta


28.10.2023

Son elecciones y es Halloween. Por eso, le preguntamos a expertos qué candidato les da miedo, y por qué, y qué miedo le producen las propuestas y los candidatos punteros, de acuerdo a sus miradas específicas en temas importantes para la ciudad. Un esfuerzo por aprovechar el espanto que se celebra en estas fechas como herramienta para que usted pueda elegir mejor. Aquí sus respuestas. Spoiler alert: todos asustan.

Seguridad:

Víctor Barrera – Politólogo e investigador del Cinep

Da mucho miedo la candidatura de Diego Molano por sus antecedentes en el Ministerio de Defensa y el Concejo de Bogotá. Tenía posturas abiertamente antidemocráticas y evidentemente represivas. Pero me da miedo porque sin ninguna vergüenza ventila propuestas anti derechos humanos y con un alto contenido de xenofobia. Me da temor un candidato así porque el consenso básico en una democracia son los límites en las posturas que públicamente se asumen. Él, sin ninguna pena, tiene propuestas que, conociendo sus antecedentes, las implementaría saltándose más de una norma legal o buscando algún esguince a la ley en caso de llegar a la Alcaldía. 

Por ejemplo, el tema de las mega cárceles, que es la resonancia bukeliana en estas elecciones. Más allá de la viabilidad, esto es problemático en un país con un alto hacinamiento carcelario y con una situación penitenciaria que se ha declarado inconstitucional. Entonces, que la propuesta para combatir el crimen sea crear más cárceles y meter a más personas en ellas me parece preocupante y no van a resolver el problema. Al contrario, sabemos que la van a deteriorar muchísimo más y denotan muy bien que el candidato tiene una concepción de seguridad basada en la vigilancia permanente de la ciudadanía.

Lo que me da miedo de los otros tres candidatos punteros (Carlos Fernando Galán, Juan Daniel Oviedo y Gustavo Bolívar) es que no hayan logrado construir una propuesta seria de seguridad con contenidos progresistas y alternativas. Eso solo permite que prosperen las propuestas light de mano dura. No tienen una propuesta alternativa y viable de seguridad que pueda abordar un problema que sabemos no es solamente de percepción, sino una realidad. La ciudadanía se siente más insegura en la ciudad.

De Oviedo me da miedo que no tenga el capital político ni la sensibilidad política para lidiar con un concejo como el de Bogotá, a pesar de ser quizás el que tiene más posturas técnicamente orientadas. Va a tener que hacer mucha negociación.

De Galán da temor la incertidumbre. Claramente es una persona que está aceptando apoyos que antes había criticado abiertamente y eso produce dudas sobre cuál es realmente su postura y si va a cambiar rápidamente una vez sea alcalde.   

Con Gustavo Bolivar el tema de seguridad no aparece de una forma seria. Tiene algunas medidas que realmente no van a tener ningún impacto concreto en la reducción de los indicadores de inseguridad de la ciudad. 

Pero en términos generales insisto en que no hay una propuesta alternativa, progresista y democrática en seguridad. Esto permite que prosperen y calen más hondo esas propuestas light de mano dura. 

Cultura

Astríd Ávila – Artista, editora y gestora cultural

Le temo a que el próximo alcalde, sea quien sea elegido, disminuya el presupuesto del Portafolio Distrital de Estímulos, que para 2023 fue de 26.6 mil millones de pesos, es decir fue un presupuesto muy alto. Ninguna campaña se ha referido de manera enfática y explícita al presupuesto de cultura, y eso puede ser un síntoma preocupante.

Temo también que todos los candidatos tengan una visión restringida de la música, ya que en sus programas de gobierno únicamente se refieren a la Filarmónica, pero no hacen ninguna referencia puntual al cierre y latente crisis de los venues independientes, ni a la informalidad de los y las trabajadoras de la música, ni a las múltiples escenas musicales que existen en Bogotá y que trascienden enormemente a la Orquesta Filarmónica.

Ninguno de los tres candidatos que puntean en las encuestas se refiere en su programa de gobierno a los CREA (antes CLANES) un proyecto que inició en 2013 en la alcaldía Gustavo Petro y cumplió 10 años en 2023. Este programa ha sido innovador en el fomento de la educación pública en cuanto a prácticas artísticas se refiere y requiere mejoras y ampliación. 

Pero el mayor temor que tengo es que todos los candidatos a la Alcaldía de Bogotá tengan una visión simplista y utilitaria de la cultura, que muchas veces se desvíen hacia la «cultura ciudadana» para no hacerse cargo de proponer una política pública cultural seria en la ciudad.

Medio ambiente

Sabina Rodríguez van der Hammen, abogada ambientalista, integrante de la Veeduría Ciudadana para la Protección de la Reserva van der Hammen.

Desde la  Veeduría, revisamos las propuestas ambientales de todos los candidatos y el único que nombra la reserva Van der Hammen es Gustavo Bolívar. También es el único que hace referencia específica al no endurecimiento de humedales, es decir, a no hacer ciclorutas, puentes, caminos en cemento para visitar los humedales o los cerros orientales, que son zonas protegidas ambientalmente en Bogotá. 

En general, todos los candidatos hablan de la protección ambiental, del cambio climático, del desarrollo sostenible, pero lo importante es la visión sobre cómo se administran, manejan, gestionan nuestras áreas protegidas. Ese es el punto neurálgico. El tema ambiental no es prioridad de ninguno de los candidatos, ni siquiera en tiempos de crisis climática y ambiental. Sus programas de gobierno se quedan cortos y poco o nada dejaron ver en los debates frente al tema. 

Y el mayor temor es que nos pase lo que pasó con Enrique Peñalosa y toda la discusión ambiental tan intensa que tuvimos durante los cuatro años de su gobierno. Es importante recordar que cuando Peñalosa era candidato para su segunda administración, en 2015, nunca nombró a la Reserva, pero el día que se posesionó, se fue en contra.  Por eso, dice mucho que los candidatos no la nombren, porque en materia ambiental a todo el mundo le encanta ponerle etiqueta verde o sostenible, pero no sabemos en qué compromisos concretos esto se materializa. 

Carlos Fernando Galán es el candidato que más miedo me da. Da miedo porque es el que va arriba en las encuestas y el que se presenta como el más conciliador. Pero Galán no se refiere a la Reserva, aunque sí se refiere a la prolongación de la Avenida Boyacá hacia el norte. Esa es la pelea actual porque esta prolongación corta completamente la conectividad de la Reserva. Está en trámite el licenciamiento ambiental y no se quiso hacer diagnóstico de alternativas. Entonces, en últimas, lo que se hace con esa vía es que la Reserva tenga que ajustarse a la vía y no la vía a la Reserva, como debería ser, si nos importa la protección ambiental. Esa es una primera alerta importante. 

Otro aspecto importante es la llegada de los peñalosistas fuertes a la campaña de Galán desde el Partido Verde, como los exconcejales Lucía Bastidas y Jorge Torres, que defendieron totalmente las propuestas anti ambientales de Peñalosa. Eso deja ver cuál es la visión que está ahí. Ya sabemos que van a fragmentar la Reserva con la Boyacá, pero lo que se viene es muy complicado. Es más de lo mismo y da mucho miedo porque no dicen nada ahora, pero terminan actuando igual que Peñalosa sin decirlo. Frente a esto, Oviedo poco se ha referido al tema y Diego Molano, también como concejal, fue un gran defensor de todas las apuestas de Peñalosa.

Finalmente, mirar a los financiadores de la campaña de Galán es de terror, porque son todas las constructoras. Ese tipo de financiación no es menor, porque habla del tipo de compromisos que está adquiriendo el candidato. 

Entonces pareciera que el escenario más positivo frente al silencio es dejar la Reserva quieta y pasar las vías. Y es gravísimo porque no podemos seguir esperando, mientras siguen avanzando las actividades ilegales sin que la CAR haga un control eficiente. El peor de los escenarios es que salgan con algún proyecto como el de Ciudad Norte, que nunca fue anunciado ni en el plan de gobierno, ni en los debates, ni durante la campaña por Peñalosa. Todavía no se descarta que alguien lo pueda revivir, aunque creo que políticamente es poco inteligente y más bien lo que quieren hacer es fragmentar mucho la Reserva e ir creando una red vial que más adelante permita que alguien pueda volver a proponer este proyecto. Entonces definitivamente no hay un compromiso con la Reserva y tampoco con la protección de los humedales y de los cerros y en general, de la estructura ecológica de Bogotá. 

Movilidad

Darío Hidalgo, profesor de Transporte y Logística de la Universidad Javeriana.

Mi principal miedo es que ninguno de los candidatos sea capaz de enfrentar los dos grandes retos que tenemos en el muy corto plazo,  que son la inseguridad vial y la calidad del servicio del transporte público. La inseguridad vial está disparada. Estamos bordeando los 600 muertos en siniestros viales al año, desde el 2016 no teníamos números tan altos. Afortunadamente en las propuestas de gobierno de Juan Daniel Oviedo y Carlos Fernando Galán hay unas propuestas sólidas con respecto a recuperar la visión cero para gestionar mejor la seguridad vial, especialmente controlar el tema de la velocidad, que es el factor de mayor riesgo.

Me asusta mucho que en el programa de gobierno del ex senador Gustavo Bolívar no aparezca la palabra “seguridad vial” por ningún lado, indicando que no es un tema de campaña para este candidato. Me asusta mucho, además, su inconsistencia: en campaña habla de subterranizar la primera línea del metro que ya está en construcción y al mismo tiempo, firma documentos en notaría de que no detendrá la construcción del metro. Las dos posturas son incompatibles, el metro elevado ya se está construyendo y cambiarlo a subterráneo implica parar, liquidar y cambiar los contratos que existan, volver a diseñar y tener problemas en ejecución que al fin y al cabo pararían el proyecto.

Me asusta que sigan estigmatizando el transporte público que existe y que no tomen acciones para mejorar su calidad, la  seguridad, la confiabilidad y sobre todo la eficiencia. El sistema de transporte público en este momento tiene una eficiencia muy baja, en el cual se recorren muchos kilómetros y no se recogen suficientes pasajeros y esto nos está costando inseguridad a bordo de buses y en estaciones que asustan muchísimo a mucha gente. Los candidatos tienen algunas ideas de mejora son Carlos Fernando Galán y Juan Daniel Oviedo. La propuesta de Gustavo Bolívar es de largo plazo: reemplazar por tranvías y monorrieles.

Me asusta que ni Oviedo, ni Galán, ni Bolívar, (que son los que lideran las encuestas) no le darían continuidad al corredor verde de la Carrera 7 en el sector de Chapinero y es un corredor importantísimo y volverlo a rediseñar va tomar muchísimo tiempo y muchísimo costo y los usuarios de  transporte público en este corredor de Bogotá seguirán perdiendo tiempo que equivale a más de 140 mil millones de pesos al año. 

Finalmente, me asusta mucho el señor presidente Gustavo Petro metido en la campaña de Bogotá, diciendo que hay que cambiar la primera línea del metro, diciendo cosas que no son ciertas, como que el diseño él lo dejó listo hace nueve años. Dejó una ingeniería básica avanzada que era algo importante, pero faltaba mucho para tener un diseño y eso se cambió, tomaron todas las decisiones y ahora el proyecto está construido y en marcha. Entonces de pronto el que más me asusta es el presidente Petro.

Política

Miguel García, profesor de Ciencia Política en la Universidad de los Andes. 

En principio el que me da miedo es Diego Molano. Sus propuestas dan un poco de susto porque está promoviendo el populismo punitivo. Además, me parece que es una persona que a pesar de haber sido gerente público, no tuvo un buen resultado. Entonces se combina un asunto de falta de competencia, desde mi punto de vista, con unas propuestas de talante fuertemente autoritario y xenófobas.

Me da miedo Gustavo Bolívar porque no tiene más experiencia que la de haber sido un parlamentario y promover debates. Pienso que por ejemplo su proyecto de infraestructura con el metro que nos movería en una dirección de lo que sería lo ideal, puede ser un riesgo muy grande en términos de demandas gigantescas por parte del consorcio chino y de demorarnos más con un sistema de transporte que es indispensable. En este tema, yo he comprado el argumento de que es mejor tener metro aunque sea imperfecto. Además, no creo que Bolívar tenga como decirle que no al presidente Gustavo Petro con el metro. Que haya firmado un documento en una notaría no es garantía de nada. ¿Para qué arriesgarse?

Aún así, yo distingo entre poca competencia y malas ideas. Las malas ideas las tiene Molano que, aunque ha tenido experiencia en gerencia pública, ha demostrado poca competencia y poco criterio, y eso es asustador. Lo de Bolívar es poca experiencia y eso, más el metro, genera preocupación. No tiene experiencia y no tiene la articulación que necesita un cargo como este. 

En cambio, la clase política que apoya a  Carlos Fernando Galán no me da miedo. Esa película de terror yo me la aguanto. Ya la vi y sé como es el desenlace: algunos protagonistas mueren y la mayoría sobreviven. Lo que sí me da miedo es que sea una decepción y la cantidad de referentes del pasado, como usar chaqueta roja en 2023. Galán representa lo anacrónico. 

Género

Juli Salamanca, coordinadora de la Liga de Salud Trans 

Me parece terrorífico que no haya ninguna candidata mujer y que eso haya sido tan naturalizado. Hay un montón de manes, no hay priorización de los derechos LGBTI ni de los derechos de las mujeres y yo sí creo que las mujeres estamos no solo para jugar un rol simbólico, sino uno real en las contiendas electorales. 

Con candidatos como el general Jorge Luis Vargas o Diego Molano me da miedo que los derechos de las personas LGBTI en Bogotá sufran un retroceso. En la alcaldía de Claudia López, desde su Dirección de Diversidad, se pudo adelantar una materialización de esos derechos. Me imagino a estos dos personajes cerrando las casas refugio para personas LGBTI que han sufrido algún tipo de violencia. Me imagino que opten por la no vinculación de personas LGBTI en puestos de su administración. También veo a una Policía que sigue la visión de Iván Duque de ir en contravía de los derechos de las personas LGBTI. 

De Carlos Fernando Galán me da miedo que llegue otra pandemia y vuelva a poner el decreto Pico y Género, que tuvo un impacto sobre las vidas de las personas trans porque hubo perfilamiento policial, hubo violencia policial, crecieron los estereotipos y los prejuicios y aumentó la violencia tanto digital como en las calles.  

De Gustavo Bolívar me asusta que se rodee de gente no técnica y que no incluya en sus equipos de trabajo a personas LGBTI con experiencia en trabajo con esta población. 

De Juan Daniel Oviedo me asusta que no cumpla su palabra. Es uno de los candidatos con mayores propuestas para las personas trans y de apoyo a las trabajadoras sexuales. Él es muy cercano a las trabajadoras sexuales del barrio Santa Fe, entonces me asusta que haya generado expectativa y que cuando llegue se embriague de poder y no pase nada. 

Valentina Enciso, Paula Acero y Alison Rodríguez, Fundación Artemisas

Da miedo que los candidatos no conocen, no han entendido y no comprenden lo que implica el cuidado. Todos le están apostando a fortalecer las manzanas de cuidado sin tener una noción real de qué es redistribuir las labores de cuidado, porque nunca han estado en esa posición de cuidar a alguien. También da mucho miedo que no reconozcan el cuidado como una labor remunerada, sino que es una sobrecarga que no requiere remuneración. Esto desconoce que las mujeres aportan el 20% al PIB anual, por encima del comercio, por ejemplo. 

Da miedo que siga el desconocimiento por parte de los candidatos con relación a la ruta de prevención y atención a las violencias basadas en género y que se limiten, simplemente, a un tema de acoso. Es importante que se tenga clara la ruta de atención para este tipo de violencias y que se piense en un sistema que no solo atienda, sino que también haga una prevención efectiva y que se tenga claro las entidades que las atienden y que pueda haber un sistema único que pueda prestar ese servicio.

Finalmente, da miedo que en muchos de los discursos de los candidatos se repita instaurar programas donde las mujeres puedan trabajar desde casa, lo que puede ejercer unas cargas adicionales a las que ya ejercen las mujeres dentro de sus hogares. Las mujeres van a estar todo el día encerradas en sus casas y eso tampoco les va a permitir tener espacios de esparcimiento por fuera de sus labores, tanto en la casa como dentro de sus trabajos. 

Además, desde Artemisas también hemos visibilizado que en muchos de los planes de gobierno de los candidatos se habla de implementar un programa para préstamos para las mujeres, sobre todo en electrodomésticos. Sabemos que hay una feminización de la pobreza y que no todas las mujeres que los asumen los pueden pagar desde lo que se propone en los programas. Allí puede haber una precarización de estas mujeres que ya están empobrecidas. 


Migración

Mauricio Jaramillo, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario

Mi mayor miedo es que se use el discurso migrante como una excusa electoral. Ya empieza a haber candidatos que hablan de cárceles para migrantes. Ya empieza a haber candidatos que empiezan a identificar a ciertos grupos con la criminalidad. Es preocupante, porque no hay que olvidar que venimos de una administración que tuvo varias salidas en falso respecto de la población migratoria y a juzgar por lo que ha pasado en otras partes de América Latina, donde algunos gobiernos locales han endurecido su discurso —que además es muy redituable electoralmente—, me preocupa que de alguna manera se vea que es útil apuntar hacia los migrantes como si ellos fueran fuentes de inseguridad.

Hay que aclarar que la competencia respecto a migración en términos generales es del Gobierno nacional, a través de Migración Colombia, concretamente. Es decir que todo lo que se diga va a depender de lo que finalmente el gobierno decida hacer. Desde esa perspectiva, la función de los alcaldes es complementaria, y están obligados a articularse con el Gobierno. Entonces, tanto los candidatos que son cercanos al Gobierno, como los que se declaran independientes, todos están obligados a articularse. Y ojo, en el caso de Gustavo Bolívar, él está también obligado a guardar independencia del Gobierno de Gustavo Petro de resultar elegido. Él no es elegido por Petro. Él es elegido por una gente y acá hay un proceso de descentralización.

Una de las cosas que yo creo que nos debe inquietar también es la ausencia del tema migratorio en los debates para la alcaldía de Bogotá, más allá de una que otra alusión solo hay lugares comunes. Mi impresión, tal vez me equivoque, es que los candidatos no se quieren comprometer con un tema que ven como espinoso, que ven como que les puede quitar votos y llegan a patinar. Sin embargo, me parece incluso más preocupante que no haya habido una suficiente presión por parte de quienes han hecho los debates para darle mayor visibilidad al tema migratorio.

Infraestructura sostenible y movilidad

Fernando Rojas, profesor de movilidad urbana de la Universidad Javeriana, y director del espacio “Planeta Bogotá” en Canal Capital   

La parte más difícil para los tres candidatos que van punteando es que dos tienen una visión similar y hay uno con una visión más radical sobre la infraestructura sostenible. Sin descartar la importancia del medio ambiente, es muy complicado que Bogotá pueda ser una ciudad competitiva sin lograr tener una conexión hacia el norte. Es imposible. Digamos claramente que la posición de Gustavo Bolívar es una posición mucho más proambiental, pero no tiene una visión que le permita a uno entender cómo conecta la ciudad con el resto de la ciudad y con el resto del país. Claro, yo creo que también es importante tratar de entender cómo las otras dos visiones lo van a lograr. Galán y Oviedo, tienen el desafío, por su personalidad y por lo que han venido hablando, de ofrecer ese punto medio.

Cuando uno no tiene claro para dónde va, cualquier cosa le va a funcionar. Pensando en Gustavo Bolívar, su discurso de la multimodalidad de transporte es fundamental. Pero esa multimodalidad tiene que estar acompañada de entender qué es lo que está pasando en Bogotá. Doy un ejemplo que se relaciona con un problema de todos los candidatos a la alcaldía, los actuales y los que han pasado: todos reivindican el transporte público, pero ninguno ha logrado mejorar la calidad del transporte público en los últimos 20 años. Todos hablan de que hay que dejar el carro, pero ninguno ha logrado generar una política de uso del carro racional y responsable que vincule a la ciudadanía más allá de darles garrote.

Relacionado con lo anterior está la cuestión del Pico y Placa. No puede ser que esta sea la única manera de gestionar el tráfico en Bogotá. La medida ha terminado por incentivar la adquisición de vehículos. Entonces la pregunta del millón es: ¿si no es Pico y placa qué es lo que van a hacer? Lo que encontramos es que la gran mayoría de los candidatos proponen o quitarlo o mantenerlo, pero la solución no es ninguna de las dos. ¿Cuál es la reflexión que están haciendo alrededor del uso del vehículo? Es un problema que no es de esta campaña ni de la alcaldía actual, ni de la anterior, sino de los últimos 20 o 30 años.  

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