Hace un año Cerosetenta salió a las calles de Bogotá y registró el silencio de los primeros días de encierro. Un año después volvemos a las mismas calles para ver la cara cambiada de una ciudad que aún atraviesa la crisis pero sigue sobreviviendo entre las grietas.
El puente del 20 de marzo de 2020 se sintió la llegada de la pandemia a Colombia. Desde días antes se adivinaba llegando, pero fue ese fin de semana —con los simulacros de cuarentena que implementaron varias ciudades y municipios del país— que la pandemia se volvió real para todos.
Fue un puente convulsionado, saturado de eventos, decisiones y noticias que le voltearon la suerte a la mayoría de nosotros.
El 21 de marzo, con 196 casos, se confirmó la primera muerte por Covid-19 en Colombia: la de Arnold de Jesús Ricardo Iregui, un taxista de 58 años que había transportado a turistas italianos en Cartagena.
El 21 de marzo, internos de la cárcel La Modelo de Bogotá se amotinaron exigiendo mejor atención a la crisis del Covid-19. El motín terminó con 24 reclusos muertos y unos 100 heridos, incluyendo 11 guardias. También hubo motines el mismo día en las cárceles de La Picota y el Buen Pastor.
El 22 de marzo, con 231 casos, se confirmó la segunda muerte por Covid en el país: una mujer de 70 años hospitalizada por síntomas respiratorios en Cali.
El 22 de marzo, Davivienda y varios otros bancos anunciaron “alivios” como el aplazamiento de cuotas de créditos.
Entonces, y a pesar de la avalancha de noticias que auguraban una crisis prolongada, pocos especulaban que hoy, un año después, seguiríamos en medio de la pandemia: ya saliendo pero con la mitad de la cara cubierta; viéndonos con otros, pero con distancia y no con todos los que quisiéramos; ya con vacuna de Covid, pero aún no con las suficientes para todos.
Hace un año, Cerosetenta salió a las calles de Bogotá, una de las ciudades que impulsó la implementación de cuarentenas en el país, y registró el silencio que inundó la ciudad en esos primeros días de encierro. Hoy, un año después, volvemos a las mismas calles para ver la cara cambiada de una ciudad que aún atraviesa la crisis pero sigue sobreviviendo entre las grietas. Estos son los retratos de entonces y de ahora.