«EE.UU. ha permitido que Israel haga lo que quiera con Palestina (con Trump no será distinto)»
En octubre se cumplió un año de la escalada del conflicto en la Franja de Gaza y hace unos días, el expresidente Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. ¿Cuál es el papel de este país en este panorama entre Israel y Palestina? Consultamos al profesor e investigador Luis Eduardo Bosemberg para revisar posibles soluciones a un conflicto que ya supera las 43.000 víctimas en la población palestina y que cada día se recrudece más.
Hace un año, Cerosetenta entrevistó al profesor e historiador Luis Eduardo Bosemberg a pocos días del ataque del grupo terrorista Hamás a la población israelí, que desató una escalada sin precedentes en el Medio Oriente.
“En Gaza no hay ningún tipo de respeto por el cuerpo médico”: ginecóloga de Médicos Sin Fronteras
Orienny Mosquera es ginecóloga colombiana de la ONG Médicos Sin Fronteras. Ha trabajado en Afganistán, Yemen, Somalia, Ucrania y Gaza, donde vio la realidad cotidiana del pueblo palestino y la precariedad en la que viven sus pacientes. Entrevista.
En ese momento, Bosemberg insistió en la negociación como la única solución para llegar a la paz. ¿Pero cómo hablar de diálogo en un conflicto que ya se cataloga de genocidio? Las cifras ilustran la crudeza de la realidad: más de 40.000 víctimas palestinas, casi dos millones de personas desplazadas, y más números de una crisis alimentaria y sanitaria que hemos intentado retratar aquí.
Desde el 7 de octubre de 2023, el conflicto geopolítico no ha hecho sino recrudecerse. En el mes de abril de este año, por primera vez, Irán atacó directamente a Israel como represalia a un ataque en su consulado en Damasco, donde murieron miembros de la Guardia iraní. Desde entonces, este combate de misiles no ha cesado entre ambos rivales: el más reciente tuvo lugar el 25 de octubre en Teherán. En septiembre, el grupo paramilitar libanés Hezbolá confirmó el asesinato de su líder Hassan Nasrallah por parte del Mossad ––la agencia de inteligencia exterior de Israel– e Israel inició su invasión al Líbano. El 17 de octubre, el jefe máximo de Hamás Yahya Sinwar –líder de los ataques del 7 de octubre– también fue asesinado en medio de un ataque de la ofensiva israelí en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza.
¿Tienen estas bajas algún impacto en el fin de la guerra? Para Bosemberg, estos asesinatos hacen parte de una vieja técnica de Israel desde hace varias décadas pero no considera que tengan un impacto que cambie el curso de la guerra. El académico insiste en la salida negociada como la única paz posible a través de los mecanismos del derecho internacional pero reconoce: “Los israelitas se encogen de hombros cuando el Secretario de Naciones Unidas habla”. El profesor también se pregunta: ¿cómo serán los jóvenes que han perdido todo en esta guerra? ¿Qué decirle a las familias que aún conservan las llaves de su casa destruida? Y sobre todo, con el reciente triunfo del expresidente Trump, ¿cuál ha sido la responsabilidad de Estados Unidos en la permanencia del conflicto? Aquí la entrevista.
Hace un año, usted insistió en la importancia de llegar a una paz negociada. Ese panorama sigue siendo un poco incierto. ¿Cómo podríamos llegar a eso?
Yo diría que ahora más que nunca la negociación es la única manera de acabar con la escalada. Estamos viendo en los últimos meses la gran cantidad de asesinatos por parte del Mossad pero también la acción de Irán disparando cohetes a los israelitas, entre varias cosas. Pero el cese al fuego es el inicio de una solución negociada. En este momento estamos en vilo todos por saber cuál será el siguiente paso. ¿Estados Unidos atacará directamente a Irán? ¿Qué hará Rusia o China? Hay mucha incertidumbre. Debemos optar por la opción de la paz negociada que debe conducir al establecimiento de un Estado palestino tal como las resoluciones 242 –adoptada después de la guerra de los seis días en 1967– y 338 –durante la guerra del Yom Kippur en 1973–. [Ambas resoluciones fueron aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU y establecen los principios para un arreglo pacífico y negociado].
¿Cómo lograr esa negociación cuando vemos tanta crueldad contra el pueblo palestino?
Yo pienso que hay que mantener una especie de sangre fría, de razonamiento en el sentido clásico de la palabra. Yo veo Al Jazeera constantemente y veo a los niños, las mujeres, las viudas y las familias enteras que desaparecen. Me siento muy solidario con los palestinos, han sido 40.000 personas, es en definitiva un genocidio… Pero la cuestión es práctica, ¿cómo solucionar los problemas? Decimos: “no negociamos con Israel porque nos asesinó a 40.000 personas”. Si uno sumara la cantidad de muertos palestinos en todas las guerras –doce en total si contamos desde la de 1948 hasta la que acaba de explotar en el Líbano–, los palestinos siempre han sido las mayores víctimas. Solo en la Guerra del Líbano de 2006 hubo 1.200 civiles muertos palestinos y ciento y pico de israelitas. David Ben-Gurión, exprimer ministro de Israel, lo dijo claramente: “nos dan un golpe, ellos reciben dos”.
No sería el primer intento de paz. ¿Por qué no han triunfado los anteriores procesos?
El primer gran líder egipcio, Anwar el-Sadat, se dio cuenta que Israel había llegado para quedarse y negoció con ellos en el 77. Esto le costó la vida en el 81 por parte de grupos terroristas. Y así pasa. Pero yo creo que cada vez hay más posibilidad de negociar y mucho más ahora que le dieron un golpe durísimo a Hamás. Entonces, hay que ser práctico más allá de las ideologías, más allá del dolor. Somos empáticos con el dolor de los palestinos pero hay que negociar. Imagínate la cantidad de jovencitos que están en este momento y que crecerán con el odio a los israelitas. “Me mataron a mi papá, mi mamá, mi primo, mi familia entera desapareció menos yo”, podrán decir muchos. ¿Qué van a hacer ellos cuando sean más grandes? Imagínate tú la cantidad de dolor de ambos lados, ¿no? Porque los judíos vivieron en el 7 de octubre un momento complicado y eso supone un odio contra los palestinos.
Uno de los errores históricos que ha conducido a que no exista una verdadera paz en Medio Oriente es el papel de Estados Unidos.
¿Cuál se podría decir que ha sido uno de los mayores obstáculos para alcanzar la paz?
Uno de los errores históricos que ha conducido a que no exista una verdadera paz en Medio Oriente es el papel de Estados Unidos. Siempre aparece allí como el mediador. Recordemos la famosa foto en el proceso de paz: Isaac Rabin (exprimer ministro israelí) y Yasser Arafat (expresidente de la Autoridad Nacional Palestina) y en la mitad Bill Clinton, como mediador [Acuerdos de Oslo, 1993]. O la foto de Jimmy Cárter junto al presidente egipcio Anwar al-Sadat y el primer ministro israelí Menachem Begin [Acuerdo de Paz Israel-Egipto en 1979]. Pero cuando uno ve en realidad, no ha sido un mediador sino que más bien ha apoyado las exigencias de Israel. Le han dado carta blanca. Igual que los alemanes que cargan con una culpa histórica. Pero eso tiene que cambiar. Así parezca simplista, yo sí creo que cuando el señor Biden coja un teléfono y le diga al señor Netanyahu: “¿sabe que? o usted deja de bombardear o se le acabó el chorrito”, se resolverá todo. El personaje más poderoso del mundo, que es el presidente de los Estados Unidos, tiene el poder pero solo insisten en que Irán debe pagar las consecuencias. ¿Y por qué Israel no?, me pregunto yo. Cuando Putin bombardea ciudades, dicen: ‘el monstruo del Oriente’, pero cuando Israel bombardea, ahí sí están calladitos. ¿Dónde están los derechos de los ciudadanos y todo lo que habla Naciones Unidas? Esa es la doble medida o la hipocresía de occidente.
Siempre se habla de la influencia de Israel en occidente, pero ¿podríamos explicar a qué se debe? ¿Qué impide que occidente actúe en contra de Israel?
Los judios tienen un poder sobre Estados Unidos muy grande. Por darte un ejemplo, muchos pagan las campañas electorales de senadores, congresistas, y por eso aplauden a Netanyahu. No importa lo que haga Israel. Estados Unidos los favorece siempre. Además, están en posiciones en la alta sociedad, muchos de ellos en Hollywood, en la prensa, el famoso lobby judío.
El 27 de septiembre se confirmó la muerte del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, y el 17 de octubre la muerte del jefe máximo de Hamás Yahya Sinwar. ¿Podría darse un giro en el conflicto a causa de esto?
No, yo creo que esta es la continuidad de una serie de asesinatos de líderes que Israel viene haciendo no solo en el último año sino desde hace varias décadas. La técnica de asesinar a sus enemigos es una constante de Israel. Así que en términos geopolíticos, la muerte del jefe de Hamás es un asesinato más. Ahora, también hay que pensar que en el caso de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, este era un tipo importantísimo, es como haber asesinado al presidente de Estados Unidos. Están asesinando a personajes muy importantes que tienen una gran base social, es decir, aquí son vistos como terroristas, pero hay millones de personas en el Líbano que consideran lo contrario. En muchas partes, él es un líder más allá del terrorismo. Es una persona que representa o representó la liberación del Líbano en contra de las invasiones israelíes, por ejemplo.
Sobre la presencia de Estados Unidos en el conflicto, ¿cómo ha sido el manejo del conflicto en el pasado por parte de otros mandatarios? Por ejemplo, el de Barack Obama.
Obama hizo el famoso discurso “A new beginning” en el Cairo donde reconoció al Estado Palestino así como el sufrimiento judío. Sin embargo, a pesar de sus intentos por reanudar un proceso de paz, el mismo día que iba a reunirse con Netanyahu, este anunció la construcción de más asentamientos en Cisjordania. Fue una sentada diplomática muy directa. Los israelíes tienen esa posición de ‘no rendimos cuenta ante nadie, hacemos lo que queremos’. En los 70, el primer ministro decía: “el Holocausto permite que nosotros hagamos lo que queramos”. Y así ha sido. Los que criticamos a Israel ya somos tildados de antisemitas y eso tiene una gran cantidad de aristas complicadas.
Donald Trump acaba de ganar las elecciones presidenciales. ¿Cuál fue su posición en el primer mandato?
En términos generales, en cada periodo presidencial los cambios son menores. Tanto los presidentes norteamericanos, la élite política, los congresistas, los medios, el New York Times, CNN, todos a favor de Israel y en contra de los palestinos. Siempre pintan un poco la idea de Israel como la víctima. Pero hay algunas diferencias. Por ejemplo, Trump hizo cosas que no se esperaban. Desde los 90, había un debate sobre si reconocer a Jerusalén como la capital. Sabes que la capital oficial es Tel Aviv y Jerusalén es una zona de disputa en el Derecho Internacional. Trump trasladó la embajada norteamericana a Jerusalén reconociendo por ende la ciudad como la capital oficial, cosa que nadie se había atrevido a hacer. También reconoció la soberanía de Israel sobre los territorios de los Altos del Golán, que se han visto como un territorio sirio bajo ocupación israelí. Su plan de paz era invertir plata en Gaza y en Cisjordania. Yo decía: ¿van a comprar la dignidad nacional de los palestinos con dólares? Trump fue el más radical.
¿Y ahora qué se puede esperar en este nuevo periodo presidencial?
Las declaraciones al respecto que ha hecho Trump son totalmente contradictorias. Por un lado, lo escuchamos en un momento diciendo que había que apoyar a Israel. Pero según él, “a terminar el trabajo”, a que verdaderamente Netanyahu logre sus objetivos, es decir, acabar Gaza, poblar Gaza con judíos, tal vez. Por otro lado, lo escuché también con unos líderes musulmanes que lo estaban apoyando en su campaña hablando de paz y ellos le decían que querían la paz tanto en Ucrania como en Gaza y él decía que sí, que por supuesto. O sea lo contrario que acabo de citar. Yo pienso que la cuestión con los musulmanes era una manera de ganar votos en plena campaña electoral. La tendencia es más bien a favor de las declaraciones que le decía al principio, el apoyo a Israel totalmente irrestricto. Esto implica la posibilidad de lo que siempre ha querido Netanyahu, es decir, atacar a Irán con apoyo norteamericano. La tendencia más agresiva por parte de Trump es la que vamos a ver. Pero los políticos prometen muchas cosas y después hacen otras así que está por verse.
¿Cómo ha sido la presión de la comunidad internacional y la respuesta a las víctimas?
Están los palestinos que han perdido a su familia, que les quitaron su casa. Un palestino dirá: ‘mi abuelo vivio en esa casa en Tel Aviv. Allí se la quitaron los judíos y yo tengo la llave de esa casa’. Desde la primera guerra, salen 750.000 refugiados palestinos, pero no hay manera de que regresen. ¿Qué le dices tú? Ya no hay caso, no hay caso, lo único que en este momento puedes intentar y es lo que nosotros insistimos es desde el derecho internacional, aplicar la resolución de Naciones Unidas de querer un Estado Palestino. A eso le apunta la comunidad internacional. Pero ¿quién lo cumple? Pues me dirán: ¡ingenuo! ¿Quién le para bolas al señor Guterres, el secretario general de Naciones Unidas? Los israelitas se encogen de hombros cuando habla. No solo eso, el señor Netanyahu fue a Naciones Unidas a decir que esa era la casa de la oscuridad antisemita. ¡Él es el único al que le permiten hacer eso! Imagínate que llega alguien a tu casa a decir que es la casa de la oscuridad…
Cuando Putin bombardea ciudades, dicen: ‘el monstruo del Oriente’, pero cuando Israel bombardea, ahí sí están calladitos. ¿Dónde están los derechos de los ciudadanos y todo lo que habla Naciones Unidas? Esa es la doble medida o la hipocresía de occidente.
Si hablamos de la población civil, ¿ha cambiado la percepción de los israelitas sobre la guerra?
Yo creo que Israel se ha radicalizado. Según las encuestas, un 75% está apoyando la campaña de la invasión al Líbano y en Gaza ni hablar. Una gigantesca mayoría está a favor de ‘acabar’ con ellos y se refieren a los palestinos como ‘asesinos terroristas’. Mataron 1.200 judíos así que para ellos es revivir toda una persecución histórica. Con respecto a los palestinos, no he visto encuestas, pero son 40.000 muertos. ¿Qué pueden pensar? ¿la paz o la venganza? La venganza es la que han venido haciendo en los últimos 80 años. Israel dice: ‘es la peor matanza después del genocidio de la Segunda Guerra Mundial’.
¿Y de los palestinos?
De Palestina podría decir exactamente lo mismo. Esta ha sido la peor guerra de todas las once anteriores. Y ya sé que esto va en contra de mi tesis de negociación. ¿Cómo negocias con todo lo que acabo de decir?
Sé que es difícil dar una respuesta pero le hago la misma pregunta. ¿Cómo?
Los que abogamos por una solución negociada sabemos que para que eso se de, debe pactarse la fundación de un Estado Palestino. Pero hay otros que dicen que no hay caso. La posición de Israel es sentirse que son el pueblo elegido así que no negocian, lo que buscan es echar a los palestinos o ‘transferirlos’, es el eufemismo que utilizan. Si hay que poner el camino entre vencedores y vencidos, la realidad es que se sabe quién ha sido el fuerte y quienes los débiles: los palestinos. Todos estamos de acuerdo en la importancia y lo necesario que es una una salida negociada del conflicto, pero en definitiva, yo cada vez lo veo más imposible.