«Los personajes tendrían que cambiar; el juego sigue, aunque no entiendan el porqué del peso si están jugando tenis, tal vez se frenarían un poco para comprender que eso que no ven y a lo que están con empeño por jugar…»
El virus está, pero no se ve, algo lo ha hecho evidente. Las acciones hacen evidente lo invisible dentro de lo que creamos.
Hace algunas semanas recordaba Blow-Up
una película dirigida por Michelangelo Antonioni. En la escena final hay
un par de mimos jugando tenis con una pelota invisible, que existe
porque la acción de ida y vuelta, de impulso de los personajes, los
gestos, y sobre todo el espacio, nos hace saber en
lo que se ve, que no podría haber otro objeto sino una pelota de tenis.
Pero en la imaginación podría ser cualquier cosa y eso cambiaría todo lo
que sucede, las acciones no serían definidas enteramente por lo visible
sino por lo que imaginamos que puede ser
y hacer la nada.
Qué pasa si decido que esa nada, que parece muy evidente, es una pelota de bolos y esa bola que imagino rompe la imagen, la escena, transgrede las acciones de los personajes y pueden llegar a sentir el peso, el volumen. No estoy pensando en que la bola siga a lo planteado en la imaginación y en las acciones de quienes la mueven, pues no conservará las características de una pelota de tenis. Será una pelota de bolos que, dentro de las leyes físicas que rigen a el mundo que conozco y veo en ese contexto que se asemeja, cambiaría todo lo que pasa en la escena. No saldría volando fuera de la cancha, y las raquetas sólo visibles por los gestos, serían inútiles. Los personajes tendrían que cambiar; el juego sigue, aunque no entiendan el porqué del peso si están jugando tenis, tal vez se frenarían un poco para comprender que eso que no ven y a lo que están con empeño por jugar, imaginando por su parte lo que ya saben (los gestos y las raquetas), no encaja con lo otro que imaginan que hacen, ni con lo que ven. Después de un tiempo, aunque sigan sin entender, a lo mejor la bola rodaría por el suelo o se acabaría el juego. No todo depende de ellos y no todo depende de mí, ahí sigue estando lo que sí se ve, eso no cambia.
Se podría tratar de ver el virus desde la imaginación. Inventar el virus. Al observar y relatar inventamos el virus, que hasta ahora no se ve sino en muertes, pero ¿cómo estamos imaginando que es el virus si sólo consideramos lo visible y lo que un solo relato dice que es? Sabemos que, si no respiramos, morimos. Aun así, tal vez no sepamos todo lo que está sucediendo, aunque podemos intuirlo, pero si no se observa y se relata, lo que cambia, si no se tiene en cuenta lo que se ve y al mismo tiempo lo que parece que es lo evidente, sólo estamos ante el silencio y el vacío sin al menos crear un dialogo de señas.
When I get older losing my hair Many years from now Will you still be sending me a valentine Birthday greetings, bottle of wine? If I’d been out till quarter to three Would you lock the door? Will you still need me, will you still feed me When I’m sixty four?
You’ll be older too And if you say the word I could stay with you
I could be handy, mending a fuse When your lights have gone You can knit a sweater by the fireside Sunday mornings go for a ride Doing the garden, digging the weeds Who could ask for more? Will you still need me, will you still feed me When I’m sixty four?
Every summer we can rent a cottage in the Isle of Wight If it’s not too dear We shall scrimp and save Grandchildren on your knee Vera, Chuck and Dave
Send me a postcard, drop me a line Stating point of view Indicate precisely what you mean to say Yours sincerely, wasting away Give me your answer, fill in a form Mine forevermore Will you still need me, will you still feed me When I’m sixty four? Ho!