II. «Y tú en verdad la atravesarás, claro está. La violenta tormenta de arena. La tormenta de arena metafísica y simbólica. Pero por más metafísica y simbólica que sea, te rasgará cruelmente la carne como si de mil cuchillas se tratase. Muchas personas han derramado allí su sangre y tú, asimismo, derramarás allí la tuya. […]
«Y tú en verdad la atravesarás, claro está. La violenta tormenta de arena. La tormenta de arena metafísica y simbólica. Pero por más metafísica y simbólica que sea, te rasgará cruelmente la carne como si de mil cuchillas se tratase. Muchas personas han derramado allí su sangre y tú, asimismo, derramarás allí la tuya. Sangre caliente y roja. Y esa sangre se verterá en en tus manos. Tu sangre y, también, la sangre de los demás.
Y cuando la tormenta de arena haya pasado, tú no comprenderás cómo has logrado cruzarla con vida. ¡No! Ni siquiera estarás seguro de que la tormenta de arena haya cesado de verdad. Pero una cosa sí quedará clara. Y es que la persona que surga de la tormenta de arena no será la misma persona que penetró en ella. Y ahí estriba el significado de la tormenta de arena.»
«Es la historia de un hombre que cae de un edificio de cincuenta pisos. Para tranquilizarse mientras cae al vacío, no para de decirse: hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien… hasta ahora todo va bien. Pero lo importante no es la caída, es el aterrizaje.»
Pese a la situación que nos rodea, el espacio personal se ha vuelto una prioridad; aunque como individuos sociales tengamos necesidad de estar en comunidad. La calle está vacía y en el hogar la cantidad de personas aumenta. Todos se reúnen, huyen de la soledad, comparten el temor a ser infectados, apequeñamos nuestro círculo al precio de la compañía, del riesgo. ¿Qué sucede si dentro de ese pequeño espacio, en el que estamos todo arrinconados, un individuo se infecta? Aproveché la carga de información que nos rodea sobre el cuidado para ficcionar un desbalance: puse a prueba mi hogar. En medio de estas paredes donde estamos reunidas siete personas decidí toser en sus espacios de trabajo, limpieza y ocio.
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―María Jose Chávez
8C.
Hoy mientas escuchaba a Lucas hablar de que pidiéramos a la universidad que se comunicara con el tema de la economía también oía decir: Hubo una matanza muy berraca.
Mataron al duro, lo mató Soldado o eso dicen. La verdad fue que jugaron la ruleta rusa y hastá ahí fue. Se lo pegó uno, llegó al hospital y por las sospechas la policía llegó al lugar de los hechos. Soldado los prendió a bala y murieron dos de la Sijin. Como estaba desde el balcón lo dieron de baja.
