Elena Villamil está en una carrera contra el tiempo. Su casa en el barrio San Martín quedó rodeada por modernos edificios, centros comerciales y muros de concreto. Ella, sin embargo, seguirá resistiendo
por
Camila Bolívar
Estudiante de la maestría en periodismo de la Universidad de los Andes
08.01.2020
Hace 30 años, Elena Villamil llegó con sus hijas a esta casa en el barrio San Martín. El barrio es vecino del Centro internacional que, por ese entonces, hasta ahora se estaba consolidando como un proyecto de revitalización urbana en el centro de Bogotá. Con el paso del tiempo y con la llegada de nuevos habitantes a barrios como La Macarena y La Merced, el barrio San Martín, quedó rodeado entre nuevos y modernos edificios, centros comerciales y muros de concreto.
La huerta de Elena crece en medio de torres de cemento. Con lo que cosecha hace mermeladas y aromáticas, que vende por encargo. En esta casa nada se desperdicia: los residuos de cocina sirven para el compostaje y el agua de lluvias para limpiar, regar y descargar los baños. Sus invernaderos ahora son las fronteras de su casa que cada día pierden luz, vital para sus cultivos, mientras avanzan los muros de concreto que la rodean. Elena está en una carrera contra el tiempo: hace unos meses una constructora instaló una sala de ventas en el lote de al frente de su casa. Ella, sin embargo, seguirá resistiendo.
*Esta historia fue realizada en la clase Géneros Periodísticos de la maestría en periodismo del Centro de Estudios en Periodismo, Ceper, de la Universidad de los Andes.