[N. de la E.]: esta nota fue publicada antes de la rueda de prensa del 18 de enero. Lea aquí nuestra actualización.
Sólo han pasado algunas horas desde el atentado terrorista en Bogotá en el que un carrobomba explotó en la Escuela de Policía General Santander en el sur de la capital. Hasta el momento en el que se escribe esta nota, van 21 personas muertas y 68 heridas. Aunque el Presidente y la Fiscalía hicieron declaraciones, y aunque ya se conoce la placa del carro y el nombre de quien lo habría llevado hasta la Escuela, aún hay más dudas que certezas sobre el atentado.
¿Quién fue el autor intelectual?
Lo poco que se sabe sobre el atentado es la información que dio el Fiscal General Néstor Humberto Martínez en la rueda de prensa que precedió el ataque. Martínez dijo que el responsable material del atentado se llamaba José Aldemar Rojas Rodríguez (que murió en el lugar, por lo que algunos especularon que se trata un ataque suicida); que de acuerdo al RUNT, la última revisión técnico-mecánica al vehículo se hizo en Arauca el 27 de julio de 2018; y que la camioneta estaba cargada con 80 kilos de pentolita. De esos pocos datos, hay algunas pistas que podrían apuntar al ELN, según Kyle Johnson, analista senior del International Crisis Group: el blanco, el estilo y Arauca. La hipótesis del gobierno apunta en la misma dirección.
El ELN, sobre todo el Frente de Guerra Urbano Nacional, ha atentado antes con explosivos contra instalaciones de la Policía. Los últimos son los tres atentados en cadena a estaciones y subestaciones de Policía en Barranquilla, Soledad y Bolívar hace casi exactamente un año. Un año antes, la guerrilla se atribuyó el atentado contra el ESMAD en el barrio La Macarena de Bogotá, muy cerca de la Plaza de Toros.
Ese frente, que se presentó oficialmente en 2014, es el brazo con el que el ELN ha querido llevar la guerra a las ciudades. Y, como contó El Tiempo, su comandante, alias ‘Ariel’, es muy cercano a alias ‘Pablito’, el comandante del Frente de Guerra Oriental del ELN que opera precisamente en Arauca y es uno de los que más se opone al proceso de paz con el Gobierno.
Lo que no cuadra, sin embargo, es la forma cómo se ejecutó el ataque. Aunque por ahora se ha dicho que pudo ser un atentado suicida, dado que el hombre que conducía el vehículo murió cuando estalló la bomba, pudo tratarse de un evento circunstancial, por ejemplo, si la bomba estalló antes de tiempo. Aún así, según Johnson, resulta extraño que el ELN buscara “tratar de meter un carro a una instalación de la Policía”. “Eso es otro nivel”, dice, teniendo en cuenta que en un ataque así, es poco probable que el autor salga ileso y, menos aún, libre.
Por eso todavía es difícil descartar otros posibles autores, sobre todo, como contó El Espectador, porque la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana en diciembre que hablaba de posibles ataques con explosivos en Bogotá y de la presencia y reacomodo de distintos grupos armados en la capital. Menciona por ejemplo a grupos pos AUC como el Clan del Golfo, las Águilas Negras Bloque Capital, los Rastrojos Comandos Urbanos, Los Paisas en la localidad de Usme o el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP) que ha sido señalada de poner panfletos bomba en distintos sitios de la capital y del atentado en el Centro Comercial Andino en 2017.
¿Cómo va a actuar el Presidente Duque?
A pesar de la tragedia que significa la pérdida de vidas y los heridos que causó este atentado, este hecho representa también una oportunidad para que el presidente Iván Duque muestre liderazgo. Y de paso, pueda mostrar acciones para subir su imagen en las encuestas. Sobre todo después de que el operativo que dio de baja a alias ‘Guacho’, el disidente más buscado de las Farc, no generó tanto impacto en la opinión pública por las dudas que cuasó originalmente que se tratara efectivamente de él como por la fecha en la que se dio (finales de diciembre en plena temporada navideña).
En la rueda de prensa de ayer, Duque fue escueto pero dijo que ordenó a todos los servicios de inteligencia del Estado de dar con los responsables y evitar más actos de violencia y pidió la unidad de todo el país en el rechazo contra el terrorismo. Ese mismo mensaje lo repitió en la alocución presidencial de las 9:30 de la noche donde llamó nuevamente a la unidad.
Según un analista de seguridad que consultó Cerosetenta —que pidió la reserva de su nombre para no comprometer su opinión con la de la organización para la que trabaja—, el Presidente Duque está enfrentado a un dilema: o actúa estratégicamente en contra de un blanco particular o toma acciones represivas más generales y amplias como por ejemplo, como regular las redes sociales o actualizar el estatuto antiterrorista. Esto último le permitiría mostrar un discurso de mano dura pero sería menos efectivo para mostrar resultados rápidos.
“La respuesta que le de el Gobierno a este atentado es lo que más va a impactar su imagen”, dice. Y agrega, “la pregunta también es si aprovechará este momento para buscar réditos personales como líder o le seguirá dando el liderazgo a su partido, sobre todo al ala radical. Si logra hacer algo rápido puede ganar capital político propio. Aunque ahora sube la percepción de inseguridad, eso le da un margen mayor de maniobra”.
Por lo que dijo el presidente en la corta alocución de la noche, las medidas inmediatas que tomará van más dirigidas hacia la segunda opción. Habló, por ejemplo, de fortalecer los controles en las fronteras y a las entradas y salidas de las ciudades, fortalecer la inteligencia de la fuerza pública, promover la participación ciudadana para conseguir información y perseguir los grupos armados ilegales y sus fuentes de financiamiento. Faltará ver qué pasa mañana.
Por ahora, Duque parece desmarcarse de la reacción inicial del ex presidente Álvaro Uribe y de su partido de usar este atentado para reiterar sus ataques al proceso de paz con las Farc e, incluso, de negar cualquier posibilidad de reactivar los diálogos con el ELN. De hecho, no mencionó en ningún momento a pesar de que varios medios señalaron a esta guerrilla como la principal sospechosa.
¿Cómo va a actuar la Fiscalía?
El atentado de ayer es también una oportunidad para la Fiscalía y un respiro para el Fiscal General Néstor Humberto Martínez que terminó el 2018 como el principal antihéroe del país. Al punto de que por primera vez se organizaron marchas ciudadanas para exigir su renuncia. Que le sirva, también para levantar su imagen, depende de cómo actúe al frente de esta investigación.
El Fiscal, como el Presidente, también tiene encima la presión de actuar rápido para mostrar resultados. Pero le juega en contra los errores que tuvieron las investigaciones de los atentados con explosivos en Bogotá en el 2015 y 2017 y la bomba que estalló en el baño del Centro Comercial Andino que dejó tres mujeres muertas y otras ocho heridas.
En agosto del año pasado, y tras varios meses de estar capturados, un juez dejó en libertad a los 10 presuntos responsables que supuestamente hacían parte del Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), acusado de estar detrás de esa seguidilla de atentados con explosivos en Bogotá. Luego, en septiembre, otro juez revocó esa decisión y los volvieron a capturar. Sin embargo, en noviembre, un juez absolvió a uno de los detenidos, Mateo Gutiérrez, que acusado de haber hecho parte del MRP. Aunque la Fiscalía apeló el fallo, los familiares y amigos de Gutiérrez lo usaron para decir que lo usaron como chivo expiatorio de un falso positivo judicial, como contó El Espectador.
Ese tire y afloje minó la confianza de ciertos sectores en la justicia. Una imagen que también quedó muy golpeada con el escándalo de corrupción del caso Odebrecht. Por eso es clave cómo va a actuar la Fiscalía en este caso que conmocionó al país.