Sean Baker, director de Take Out, Prince of Broadway y Starlet presentó en Colombia – en el marco del IndiBo 2015 – su última producción: una película filmada con un celular que combina el drama y el humor de dos prostitutas trans en Los Angeles. Cerosetenta habló con él.
Sentada frente a Sean Baker la única parte de su cara que no puedo dejar de mirar es su nariz. Una nariz alargada, puntiaguda y respingada en la punta. Con ella parece olfatear cada esquina en busca de buenas historias, como un sabueso hace cuando persigue a su presa. Con ese olfato, Sean ha encontrado personajes marginados de la sociedad que están dispuestos a compartir sus experiencias con él. Así y con más trabajo de campo e investigación, Baker empieza a armar sus proyectos cinematográficos.“Take Out” y “Prince of Broadway”, por ejemplo, los dos nominados al premio Jhon Cassavet de cine independiente Spirit en 2009, muestran las dificultades que enfrentan los inmigrantes en Estados Unidos. El contenido de estas dos películas son producto del encuentro entre el director e inmigrantes ilegales que abrieron su mundo y contaron su historia. Por otro lado, Starlet – también nominada al premio Jhon Cassavet en 2013 y ganadora del premio de cine independiente Spirit: Robert Altman ese mismo año – acerca al público al mundo de la pornografía. En esta película, las locaciones utilizadas son reales. Por ejemplo, los dos lugares en los que vive Jane – una de las protagonistas – son “casas para modelos” donde mujeres jóvenes, dedicadas a la industria del cine para adultos, viven en la vida real. Baker, además, es el creador de dos comedias de televisión: Greg the Bunny y Warren the Ape en las que los personajes principales son dos títeres.
En enero de este año -2015-, Sean Baker estrenó su última producción: Tangerine. La película fue proyectada en uno de los festivales de cine independiente más grande de Estados Unidos: Sundance. Colombia, en el marco del primer festival de cine independiente de Bogotá IndieBo 2015, tuvo la oportunidad de tener la premier para latinoamerica de esta película. El 21 de julio fue presentada con la presencia de su director, co-guionista y co-cinematografo: Sean Baker y co-productor y co-cinematógrafo: Radium Cheung, HKSC.
Tangerine cuenta un día en la vida de una prostituta trans en busca de su novio y proxeneta. El día de navidad Sin Dee Rella (Kitana Kiki Rodriguez) se entera de boca de su mejor amiga Alexandra (Mya Taylor), también mujer trans, que su novio y proxeneta la ha engañado con una mujer cisgénero mientras ella estuvo en la cárcel por 28 días. A partir de ese momento inicia la travesía de estas dos mujeres por Los Angeles.
La historia de la película nace, nuevamente, del deseo de Baker por enfocarse en microcosmos o subculturas que no han sido mostradas por Hollywood. Para esta producción en particular, Baker escogió develar la vida de prostitutas trans que viven y trabajan en la esquina que une Santa Mónica y Highland en Los Ángeles, Estados Unidos: un lugar considerado un “distrito rojo no oficial”, según palabras del director.
Todo se trata de la amistad de estas dos mujeres y también tiene que ver un poco con la familia. Por eso la película se desarrolla en la noche de navidad, porque no importa si celebras navidad o no, es una fecha que se asocia con la familia
La película combina la comedia con la realidad brutal a la que se enfrentan las prostitutas trans. Esta iniciativa de mostrar tragedia con humor surgió de Mya Tyalor, quien hace el papel de Alexandra y es una trabajadora en la zona. Ella hizo prometer al cineasta dos cosas antes de apoyarlo en su investigación de campo. Primero, él debía mostrar la realidad brutal de las prostitutas trans que trabajan en esa área y segundo, debía hacer una película graciosa. Esta mujer fue el «pasaporte» de Baker y su co-guionista Chris Bergoch para entrar a ese mundo. Mya conectó a los guionistas con Kiki Rodriguez (Sin Dee Rella) quien sería al final la protagonista de la historia. «Buscamos a alguien que nos colaborara porque queríamos hacer esto de la manera más respetuosa posible… entre todos desarrollamos el guión y la trama. El guión principal fue idea de Kiki», contó Baker.
Antes de presentarse en Sundance y cautivar al público con el libreto y las actrices, esta producción despertó expectativa al rededor de las herramientas utilizadas para filmarla. Por una mera falta de presupuesto el director se aventuró a hacerlo con un iPhone 5. Baker cuenta que el deseo de hacer la película fue más grande y se convenció de que podría filmarla con un par de celulares. Otras herramientas como un adaptador anamórfico colocado sobre la lente del celular, un estabilizador para evitar la vibración de los brazos y una aplicación: filmicpro, convencieron a los guionistas, productores y financieros de que hacer la película era posible.
¿Por qué el nombre: tangerine?
Sean Baker: No es un título literal. Teníamos casi veinte opciones de títulos, pero Tangerine era un nombre al que siempre regresábamos. Tenía un sentido y un sentimiento ligado a aquello que la fruta y el color dan o significan. Yo simplemente me mantuve conectado a eso. Hay algunas insinuaciones en la película como el ambientador o cuando aumentábamos la saturación de los colores en la imagen. El cine es la única forma de arte donde sentimos que debemos titular nuestro trabajo de manera literal, pero por ejemplo los músico pueden hacer lo que quieran con sus canciones, ellos pueden ser poéticos a la hora de titular, también los novelistas o los pintores. Por alguna razón en el cine sentimos que tenemos que describir la película en el título y yo no comparto esa idea.
¿Cuál es el tema que usted quiso retratar en la película?
SB: Creo que el universo o el tema que sale de esta película es amistad. Al final todo se trata de la amistad de estas dos mujeres y también tiene que ver un poco con la familia. Por eso la película se desarrolla en la noche de navidad, porque no importa si celebras navidad o no, es una fecha que se asocia con la familia. Desafortunadamente muchas de estas mujeres, por el hecho de ser transgenero, has sido rechazadas en sus hogares y la única familia que tienen son ellas mismas. Chris y yo fuimos muy conscientes de que queríamos aplicar un tema universal a esta película para que la población en general pudiera conectarse.
Sus películas se han caracterizado no sólo por mostrar problemas sociales, sino por hacer visible la vida de las personas que lidian con esas dificultades. Cuando usted entró en contacto con la industria del porno en Estados Unidos se dio cuenta que era un mundo de amistades efímeras y que no era tan extravagante como todos lo imaginamos. ¿Qué encontró en el mundo transgenero?
SB: Una de las cosas más destacables es el apoyo que se dan entre ellas, tienen un vínculo muy fuerte porque sólo se tienen entre sí y por eso escogimos hacer esta historia sobre la amistad. Otro elemento importante es el humor que estas mujeres tienen y la manera cómo lo usan para salir adelante. Todos usamos el humor a diario para llevar nuestras vida, cada uno de nosotros tiene sus propios problemas, pero imagínese lo que ellas están haciendo: lidiar con cosas que nosotros no podemos siquiera imaginar. Su identidad no es reconocida por una porción grande de la sociedad. Estas mujeres trans afro han experimentado situaciones de pobreza, han sido forzadas a entrar a una economía clandestina por la discriminación y la represión; hay muchas cosas en contra de ellas. El mundo parecería estar en contra de ellas, así que deben usar el humor incluso más que nosotros para salir adelante y arreglárselas todos los días. Eso fue lo que vi compartiendo con estas mujeres. Son muy graciosas, inteligentes, muy rápidas; por ejemplo a mi me tomaba casi un día entender una respuesta ingeniosa y para ellas simplemente era un constante bum, bum, bum. Mostrar eso era muy importante; si no lo hacíamos la película no hubiera sido honesta.
¿Por cuánto tiempo compartió con ellas?
SB: Empezamos ocho meses antes de filmar y después seguimos pasando tiempo juntos mientras grabábamos. Ellas siempre estaban ahí para verificar, aprobar y decirnos si estábamos siendo auténticos al contar la historia.
Mya le hizo prometer dos cosas: primero, mostrar en la película la realidad brutal de las mujeres que trabajaban en esa zona y segundo, hacerlo gracioso. Cómo hizo para mostrar los dos lados?
SB: Era una tarea de cada escena y con cada personaje. Estuvimos muy atentos para identificar si nos estábamos pasando o si no estábamos haciendo mucho. Luego en la edición buscamos la música apropiada, decidíamos qué escenas llevaban qué tipo de música. Tuve que encontrar un balance, incluso no se si pueda articular cómo lo encontré, pero sabía que teníamos que permitirnos ir a esos lugares que podrían considerarse peligrosos. Fue muy importante reírnos con ellas y no de ellas. Nosotros nos reíamos del comportamiento y eso está bien, es decir, si miras en este momento a tu alrededor, en esta sala, estoy seguro que están pasando muchas cosas chistosas en el comportamiento de la gente. Nunca fue nuestro objetivo convertirlas en un chiste y eso es muy importante. Lo que hacíamos era darle cuerpo a cada escena con el apoyo de todos; los chistes podían salir de la interacción de ellas con otra gente o de lo graciosas que podían ser en sus diálogos.
¿Está enterado de cuál a sido la acogida de la película entre la población trans?
SB: Hasta ahora las reacciones que hemos recibido han sido muy positivas y eso es maravilloso. Tuvimos reseñas de personas transgénero de todo el mundo y es muy interesante porque todos los días nos llegan nuevos tweets y nuevas reseñas. Creo que la gente está muy sorprendida por la película; al principio les preocupaba que pudiera perpetuar el estereotipo por el hecho de que las protagonistas son trabajadoras sexuales. Pero nuestra meta era detallarlas y humanizarlas hasta un punto donde esos estereotipos no fueran posibles.
¿Se imaginó que esta película iba a causar tanto interés?
SB: No, pensé que iba a estar más dividido. Pensé que por el tema a debatir en la película podría tener algo de vida, pero nunca me imaginé que iba a tener el amor que tiene. Hasta el momento ese amor ha venido de todos los países en los que hemos estado. Ya lo mostramos en todo Estados Unidos y la película parece tener un atractivo universal.
¿Cómo escogió la locación?
SB: Es geográficamente exacto. Donut Time significaba todo para mí porque está exactamente en la esquina de Santa Mónica y Highland, así que es un punto de referencia geográfico. Yo le dije a mis productores: yo no quiero hacer la película si no es en Donut Time. Una vez conseguimos el lugar todo funcionó muy bien.
Mi escena favorita es cuando Alexandra está dentro del taxi con Rasmik, el taxista que hace uso de sus servicios, y entran a una estación de lavado de carros ¿cómo logró esa escena?
SB: Muchas gente me ha dicho lo mismo y estoy muy contento porque era algo que quería hacer desde hace 20 años. Siempre había querido filmar una escena dentro de una estación de lavado en una sola toma a lo largo de todo el lavado del carro. Cuando las chicas me contaron que la mujer de alguien usaba la estación de lavado de carros porque es más barato que un motel y es rápido -en estos lavados de carros tienes cinco minutos de intimidad absoluta, estas en un carro y nadie puede verte – yo dije: ¡sí voy a filmar la escena que siempre he querido filmar! Yo no sabía qué tipo de escena iba a ser, hace veinte años pensaba que iba a ser el asesinato de alguien dentro de una estación de lavado. ¿Si me entiendes? no lo tenía claro y esto me dio la oportunidad de filmar esa escena.
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La música resulta muy atractiva, ¿cómo llega ella? ¿cómo fue la adquisición por parte de la disquera Milan Records?
SB: Yo estaba buscando la banda sonora correcta para esta película y en esa época estaba adicto a una aplicación llamada Vine. Veía todas las noches estos videos de 6 segundos y me encontré con WolfTyle, una joven de 18 años que compartía sus videos allí. Cuando lo escuché dije: este es el sonido de la película y encontré el track mandando mensajes por internet.
Cuando la gente de Millan Records vio la película nos contactaron y le entregamos casi todas las canciones, creo que sólo nos quedaron faltando cuatro. Es muy interesante porque estos músicos fueron muy generosos dándonos sus canciones por muy poco dinero y hora les puede ir mejor si empiezan a vender sus canciones de esta manera; ganan más visibilidad.
Siempre nos enteramos de las historias exitosas, pero no nos enteramos de las dificultades detrás de ese éxito. ¿Puedes contarnos cómo lidiaron con las dificultades? ¿Ustedes estaban filmando con un celular, no se preguntaban si eso iba a funcionar o no?
SB: Sí, pero esto viene de una decisión donde no tienes otra opción. Llegas al punto donde te preguntas qué más puedo hacer. Es un punto de desesperación y un deseo ciego de hacerlo. Entonces no puedes pensar en todas las cosas negativas, no puedes pensar en que te va a salir mal, solamente puedes pensar en cómo voy a hacerlo bien. Eso es todo lo que puedo decir. Mientas lo haces debes pensar positivo y creer.
RC: Como en todas las películas, hay mucha edición, hay música, correcciones.
¿Entonces no hay diferencia ente la postproducción de una película grabada con un celular y una filmada con cámaras tradicionales?
No.
¿Cómo lidiaron con la memoria limitada que tiene un celular?
RC: Eso nunca fue un problema, la compresión con ese celular en particular era muy buena. Solamente llenamos el teléfono dos o tres días. En las noches Sean extraía el contenido y lo convertía en archivos de película que en tamaño son 10 veces más grandes.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de filmar con un iPhone?
RC: No quiero llamar la atención hacia el producto en particular. Yo hablaría de filmar con un celular o un dispositivo pequeño, no un producto específico. Usted puede filmar con una GoPro u otros celular, con una tableta, etc. Lo maravilloso de eso es que el nivel de intimidación de una cámara grande frente a tus actores se minimiza. Con actores regulares, eso no es problema, ellos tiene cámaras todo el tiempo a su alrededor, pero con actores que están actuando por primera vez, el teléfono hace una gran diferencia. Los actores que actuaban por primera vez lo hicieron muy bien, muy tranquilos y natural.
Lo difícil de usar un teléfono es que no es posible cambiar el foco. Entonces perdimos muchas herramientas de filmación tradicionales. Tuvimos que diseñar nuestras escenas de esa forma y no usar esa herramienta.
¿Cómo lograron buen sonido?
RC: Teníamos una persona y un lugar específico para el sonido, con todas las herramientas necesarias: mixer, bum, etc. La filmación fue con el celular, pero el sonido lo grabamos por separado, de manera profesional como en cualquier otra película.
¿Cuál fue su argumento para convencer a los financieros que apoyaran esta película?
RC: Afortunadamente Sean tenía unos amigos que apoyaron enormemente la película.
¿Quiénes son?
RC: Los hermanos Duplass se unieron y financiaron el proyecto junto con otro socio.
¿Podría hablarnos un poco sobre el concepto de democratización de la creatividad?
RC: Estamos viviendo un periodo muy emocionante para la gente creativa y creo que esta película es un ejemplo perfecto porque en realidad no requirió de tantas cosas para ser producida. Años atrás hacer una película implicaba unos gastos difíciles de asumir. Hoy en día, casi todo el mundo puede pagar un celular u otros productos tecnológicos. Entonces si ves, la tecnología nos ha liberado. El acceso a herramientas tecnológicas es muy asequible y el presupuesto ya no es una excusa para no desarrollar proyectos creativos.
El público ha prestado mucha atención al hecho de que usamos un par de celulares para filmar la película, pero yo espero que otros cineastas – jóvenes cineastas – se lleven de esta película no la idea de haber sido filmada con un producto en específico, sino que si usted tiene una buena idea y auténtica entonces cuéntela, haga la película y no espere que lleguen los millones de dólares para grabarla en cámaras sofisticadas.