María Angélica Riascos y Paula Valentina Eugenio Forigua
En la primera semana que llegó a trabajar como editora de esta revista, Natalia llenó las paredes de la redacción con letreros que rezan "No llore, llame!", "Al escribir —por caridad—, quítese la corbata" y "Reportería, reportería, reportería". Es politóloga de la Universidad de los Andes, donde también terminó una Maestría en Periodismo. Trabajó en la Silla Vacía y fue editora la Silla Pacífico. Toma más café del que debería.