Dicen los que saben que Sandra Meluk —la nueva directora de la Orquesta Filarmónica de Bogotá— es la combinación perfecta entre una artista y una administradora. “Tiene la sensibilidad de un músico y la eficacia de un gran ejecutor”, dice el productor Iván Benavides. “Es una persona que ha hecho música y que ha luchado incesantemente por hacer más digna la profesión en Colombia”, dice Ramiro Osorio, director del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
Tienen razón. Sandra dirigió la carrera de Estudios Musicales de la Universidad Javeriana, fue Coordinadora Musical de la Orquesta Sinfónica Nacional, estuvo al frente de las cuatro primeras versiones del Festival de Música en Cartagena y, hasta el día de su nombramiento como directora ejecutiva de la Filarmónica de Bogotá, dirigió la programación del Teatro Mayor. Pero además de administrar grandes empresas culturales, Sandra es música graduada de la Universidad de Los Andes y, aunque ya no le queda tiempo para estudiar, toca violín desde los diez años. “La gestión me ganó y soy feliz trabajando para que otros puedan hacer música”, dice. Cerosetenta habló con ella sobre su nuevo cargo como directora de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Lo que sí es claro es que la Orquesta Filarmónica necesita con urgencia una sede de ensayos y eso no está en discusión
¿Cuál es el reto más grande que tiene la Orquesta Filarmónica en este momento?
Yo creo que uno de los retos más importantes que tenemos los estamentos culturales es realmente acercarnos a todos los públicos. La Orquesta Filarmónica de Bogotá ya tiene 50 años de trayectoria y un público cautivo gracias al trabajo que ha hecho. Ahora, el reto es buscar nuevos públicos con programaciones diferentes, invitando a distintos tipos de artistas, recorriendo la ciudad y estando atentos a la música contemporánea en Colombia. El movimiento de jóvenes compositores ha crecido mucho y creo que hay que darles un espacio importante en la programación.
¿Qué cambios le esperan a la orquesta bajo su dirección?
Lo más importante es tener clara una dirección artística que no solo lidere la Orquesta Filarmónica sino todas las agrupaciones que ahora hacen parte de la institución: la orquesta juvenil, la orquesta de cámara, la banda juvenil y el coro filarmónico. Además, es urgente comenzar el proceso de búsqueda de un director —musical— titular. Ese es el primer paso para poder tener una directriz clara.
¿Qué va a pasar con el proyecto de construir una sede para la orquesta en esta nueva alcaldía?
Hasta el momento ni el alcalde ni la Secretaría de Cultura han recibido el proyecto y sus correspondientes estudios. Sin recibirlo no se puede tomar ninguna decisión al respecto. Lo que sí es claro es que la Orquesta Filarmónica necesita con urgencia una sede de ensayos y eso no está en discusión.
¿Qué música escucha alguien que se encarga de que los demás puedan escuchar música?
Jajaja… Oigo cosas de todo tipo. Eso depende de mi estado de ánimo y del momento, qué quiero oír y cuál es el ambiente que tengo alrededor. Si hablamos de música clásica, Bach ha sido responsable de toda mi formación, entonces me voy hacia Bach. También me gustan mucho los románticos: Brahms y Schubert. Y si no es música clásica, de verdad que oigo de todo. Pongo boleros, me fascina la salsa, manejo oyendo cantantes populares… De todo es de todo.
Top 5 para principiantes de la música clásica
1. Lo más importante, diría yo, es que vayan a un concierto en vivo. No es lo mismo tener el disco de Miguel Bosé que ir a un concierto de Miguel Bosé. Lo mismo pasa en la música clásica. No es lo mismo escuchar una grabación que tener la experiencia en vivo y en directo
2. Escuchar canciones de Franz Schubert.
3. Acercarse a las sinfonías de Beethoven.
4. Escuchar a los grandes orquestadores como Gustav Mahler.
5. Oír música barroca.
Pero definitivamente, no perderse la experiencia de la música en vivo. La orquesta es un instrumento maravilloso, tiene 99 músicos —en el caso de la Filarmónica de Bogotá— con colores e instrumentos distintos. Eso es lo que lo enamora a uno.