Históricamente, los editores y reporteros han liderado el periodismo, y así la narrativa escrita ha gobernado buena parte de este oficio de contar públicamente. Pero también históricamente, los fotógrafos se han disputado un lugar en el periodismo y han irrumpido en sus relatos, proponiendo retratos de una realidad capturada por la lente. Uno de los más intrépidos fotógrafos en la historia del periodismo gráfico colombiano fue Salvador Isidro González, mejor conocido como Sady González. Sady entró al terreno del periodismo para nunca salir, sino hasta su muerte. Consiguió registrar las imágenes que más circularon en los medios de la vida social y política de una Colombia cambiante de mediados del siglo xx. Su presencia en los principales periódicos y revistas fue, así, persistente y necesaria en el contexto de un periodismo que debía incorporar lo visual, si quería transformarse definitivamente en un oficio más dinámico y competitivo, acorde con las exigencias de una audiencia cada vez más versátil.
Además de contar en imágenes instantes de la sociabilidad urbana en los mercados y el transporte público, Sady construyó relatos de la vida política de la ciudad. Por eso, las movilizaciones en las plazas fueron tema frecuente de sus reportajes gráficos. También por ello se consagró como el fotoperiodista de El Bogotazo, registrando lo que se convertiría en uno de los hitos de la violencia partidista colombiana. En la producción de muchas de sus imágenes de reportería, Sady adoptaría elementos propios de una estética documentalista, antes cultivada en la década de los 30 por Luís B. Ramos, otro fotógrafo con amplía participación en los medios nacionales, sobre todo en Cromos, la publicación reina de la imagen desde su nacimiento en 1916 y hasta la década del 60, cuando su línea editorial varió.
Sady era un líder en la reportería gráfica, pero también un hombre de su tiempo. Sin embargo, si en algo mostró Sady un genio insuperable fue en la creación de la primera agencia de fotoperiodismo en Colombia: Foto Sady. Entendió la naturaleza del periodismo no sólo como espacio narrativo, sino como escenario económico
Aunque muy destacado en El Tiempo, El Espectador, El Siglo y Semana, entre otros, Sady no sería el único en tener éxito como periodista gráfico. Leo Matiz y Abdu Eljaiek, por ejemplo, también contribuirían al robustecimiento de la práctica del fotoperiodismo nacional. Tanto su trabajo como el de otros de su época hacían eco de la producción gráfica de reporteros como Nacho López en México, muy prolíficos en la década del cincuenta, cuando el fotoperiodismo se extendía sin precedentes por toda Latinoamérica. O sea, Sady era un líder en la reportería gráfica, pero también un hombre de su tiempo. Sin embargo, si en algo mostró Sady un genio insuperable fue en la creación de la primera agencia de fotoperiodismo en Colombia: Foto Sady. Entendió la naturaleza del periodismo no sólo como espacio narrativo, sino como escenario económico. Eso le otorgó una posición privilegiada para establecer un diálogo, una negociación con los medios que necesitaban imágenes para contar y apoyar sus relatos. Mientras en México los Cassasola y los Mayo tendrían instalada su agencia de reportería gráfica desde principios de siglo xx, se le debe a Sady la visión, tardía para Colombia, de este tipo de iniciativa. Foto Sady fue clave en su momento para legitimar la reportería gráfica frente a un periodismo que le rendía pleitesía al texto escrito. Hoy esa misma Foto Sady se ha convertido en el registro de archivo de imágenes más completo y extenso que tienen los Colombianos, por vía de la Luís Ángel Arango, para entrar a su pasado social, político y cultural. Sady construyó así memoria, una que no tiene que ser solamente visual.
