El retorno del oso andino | una historia atípica de conservación en Chingaza
Durante los años 80, en el Macizo de Chingaza, la población de oso andino había disminuido. La cacería, los incendios y la presión por actividades agropecuarias amenazaban a la especie, cuya presencia se había convertido en leyenda…
Este es un reportaje sobre cómo la población de oso andino en Chingaza pasó de casi desaparecer, a convertirse en un símbolo de conservación.
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¿Cómo ha cambiado nuestra relación con el agua? ¿Qué tan preparada está la ciudad para la próxima sequía? ¿Es posible pensar en otras formas de cuidar y distribuir el agua? Encuentre el reportaje completo en nuestro canal de YouTube y acompáñenos todo el mes con nuevos contenidos en redes.
Hablar del oso andino en Chingaza, territorio a pocos kilómetros de Bogotá, implica poner a prueba la idea de que la historia la hacemos únicamente los humanos. La creación del Parque Nacional Natural Chingaza, creado en los años setenta para asegurar el agua de la ciudad más poblada del país, provocó unos efectos colaterales que sentaron las bases para el regreso del oso. Se disminuyó la ganadería, los incendios y las actividades agropecuarias que ponían presión a esta especie.
Hablamos con la historiadora, Claudia Leal, que nos detalló la historia de la creación del parque y la necesidad de pensar que los animales «también hacen la historia». Para ella, esas políticas de conservación hay que pensarlas de la mano de un agente clave en esta historia, el mismo oso. Y hablamos con Luis Jaime Alméciga, un campesino local, que vivió en carne propia los cambios que ha tenido ese territorio desde su infancia.
Hoy, con una población restablecida, el oso sigue cambiando la historia de los humanos que recorren, visitan y habitan cerca de Chingaza. Y abre la discusión para pensar un conflicto socioambiental que incluye a humanos (citadinos y campesinos) y animales (osos, venados y vacas).
