En medio del ambiente electoral en Colombia, la administración de Enrique Peñalosa se enfrenta a un nuevo capítulo de crisis sanitaria en su camino de reemplazar el esquema que dejó Gustavo Petro.
Para entender la más reciente crisis sanitaria en Bogotá, es importante entender que no es la primera vez que pasa, y que distintos alcaldes han cambiado el sistema de aseo de lo público a lo privado a lo público y de vuelta a lo privado. Peñalosa dice que heredó la crisis sanitaria en la que estamos por culpa de la alcaldía de Gustavo Petro, quien defiende su discurso y trata de agarrar los votos de los trabajadores que están paro en su carrera electoral a la presidencia. Quisimos hacer un recuento histórico a través de los medios para entender de dónde viene la situación actual y cómo se ha hablado de las distintas crisis sanitarias desde los medios. Una línea de tiempo de las basuras en Bogotá.
PASTRANA Y LA EDIS
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Cuando Andrés Pastrana fue elegido como alcalde de Bogotá, para el periódo de 1988 y 1990, uno de sus principales focos de atención fue las basuras. Y tan pronto como fue designado, al poco tiempo ya había declarado una emergencia sanitaria, la misma emergencia que usó el hoy alcalde Enrique Peñalosa para solventar el paro de trabajadores de Aguas de Bogotá. Pastrana activó este protocolo, lo cual le permitía a la Alcaldía contratar entidades privadas. Se habían dejado de recoger alrededor de 1.500 toneladas de las 4.000 que producía la ciudad. Entonces esta emergencia le permitió reformar en su totalidad la EDIS, la cual manejaba un monopolio ineficiente, y así poder entrar en una organización manejada por entidades privadas.
PRESAGIOS DE TORMENTA
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Antes, las empresas Lime, Atesa, Ciudad Limpia y Aseo Capital manejaban una gran porción del negocio de las basuras, y los recicladores recolectaban lo que restaba sin recibir remuneración vía tarifa. Gustavo Petro, a través del decreto 564 del 2012, estableció disposiciones para el nuevo modelo de basuras que operaría a partir del 18 de diciembre del mismo año, el iba de la mano con el programa Basuras Cero, aprobado en abril. Explicó que este nuevo esquema busca quitarle manejo a los cuatro operadores privados y dárselo a operadores públicos. El Acueducto de Bogotá estária encargado de alredor del 80% del sistema y subcontrataría a Aguas de Bogotá para que manejase el 52%. Y además, los recicladores, quienes eran un punto de apoyo fundamental de Petro, serían remunerados vía tarifa y se reducirían las ganancias de los operadores privados. Se anunció como la nueva era del reciclaje, pero el polémico anuncio fue criticado desde la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), quienes reclamaban su derecho a seguir prestando el servicio. Entonces, el Alcalde ordenaba que se impidiera la entrada de vehículos con residuos al relleno de Doña Juana para evitar que los operadores pudieran ir en su contra. Además le impuso a los bogotanos el deber de reciclar, sin definir sanciones para quienes no cumplieran y sin establecer pedagogía sobre este proceso con suficiente antelación. Gustavo Petro decía que el esquema estaba listo en un 95%.
Pero días antes de que empezara a regir el nuevo esquema, las cosas pintaban mal. El Alcalde contaba con una denuncia en la Fiscalía, dos quejas disciplinarias en la Procuraduría y una demanda en la Superindustria. Y además la administración buscaba a los operadores privados, a quienes les habían dicho que dejarían de contratar, para que ayudaran en el proceso del nuevo esquema.Lo que demostró que su anunció de que el sistema estuviera listo fue una imprecisión. Buscaba contratarlos a través de Aguas de Bogotá por medio de una subcontratación, lo cual no era una idea nueva, se había hablado de esta posibilidad como un plan B en caso de que no estuviera listo el modelo el día de su comienzo. Pero la Alcaldía dijo en reiteradas ocasiones que el esquema estaba listo en un 95% y que para el día de su lanzamiento, estaría en un 100%.
CAOS SANITARIO PARTE I
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Llegó el día, 18 de diciembre. El esquema de basuras establecido por el alcalde no cumplió lo esperado, y se contradijo en su ejecución ya que finalmente contó con la continuidad de las empresas privadas en la recolección de basuras debido a la imposibilidad de cumplir las demandas. Se entró en una crisis sanitaria en la que se retrasaron 12 horas de operación, por un 47% de basuras adicional de las que estaban previstas para recogerse. Según los medios, hubo una disculpa de la Alcaldía respecto al fracaso del esquema planteado, pero un año más tarde, Gustavo Petro desmintió esto y defendió que nunca hubo una disculpa desde el Distrito porque no fue enteramente culpa de ellos. Se pidió la renuncia del gerente del Acueducto de Bogotá. Empezaron las investigaciones.
En noviembre del 2013 la Procuraduría presentó un informe del seguimiento frente al nuevo esquema de basuras diseñado por la Alcaldía de Bogotá. La implementación del esquema no se había cumplido después de 11 meses, especialmente la inclusión de la población de recicladores, quienes eran unos de los mayores defensores de Petro. De los 13.757, sólo 4079 se habían beneficiado del nuevo esquema. Este proceso llevó a la destitución del alcalde Gustavo Petro y del ex gerente del acueducto de Bogotá Diego Bravo el 9 de diciembre de 2013. Alejandro Ordoñez anunció que Petro quedaría inhabilitado para ejercer cargos públicos por 15 años en el llamado caos de las basuras. Entonces empezó la lucha de Petro en el balcón para desacreditar su inhabilitación y apelarle a la idea de que su modelo de aseo era de referencia mundial.
SANCIONES VAN, ESQUEMAS VIENEN
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En el 2014 la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le ordenó a la Alcaldía desmontar el esquema, además de las sanciones económicas que impuso a tres entidades y diez funcionarios del Distrito. Dio un plazo para su ejecución, pero la Corte Constitucional suspendió el plazo, fue hasta el 2015 que la Corte le dio la razón a la SIC. A finales de diciembre del 2015, se le estableció un plazo de seis meses para que se organizara un esquema de libre competencia. Enrique Peñalosa es elegido alcalde y empieza una lucha entre la inocencia de Petro en los errores del anterior modelo, y la necesidad del nuevo esquema que plantea el recién elegido alcalde quien busca volver al manejo con operadores privados.
El Distrito menciona que tienen que pagar una suma de 20.520 millones de pesos por la sanción impuesta por la SIC, Peñalosa ataca nuevamente a Petro y este se defiende. Peñalosa pide autorización para licitar su nuevo esquema de aseo, sin embargo, se encuentra con una problemática. Si saca a Aguas de Bogotá puede beneficiar al Acueducto que había perjudicada por pérdidas de esa empresa por al menos 32 mil millones de pesos, pero sería una decisión poco popular y que los trabajadores no estarían de acuerdo. Y la popularidad de Peñalosa ya estaba bajo la presión de su revocatoria. En enero del 2018 es aprobada la licitación de aseo que reemplazaría el modelo establecido por Gustavo Petro en 2012, y se menciona el manejo de la recolección de basuras por medio de cinco operadores privados. Se divide la ciudad en cinco zonas, designadas como Áreas de Servicio Exclusivo. A partir del 12 de febrero de 2018, los operadores tendrían que empezar la implementación de vehículos y contenedores, para que de esa manera en octubre, el esquema estuviera funcionando en su totalidad. Sin embargo, los primeros en protestar esta licitación fueron los trabajadores de Aguas de Bogotá, subcontratada por Acueductos de Bogotá que cubre el 80% de recolección de basuras de la ciudad, fue inhabilitada de participar en la licitación de nuevos operadores por contar con 52% del total. Se preveé que puede venir una situación tensa pero se procede con el proceso de cerrar Aguas de Bogotá.
CAOS SANITARIO PARTE II
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El jueves 1 de febrero, 3700 trabajadores de Aguas de Bogotá entraron en paro por la nueva licitación de aseo de Bogotá. Dentro de sus protestas estaba la preocupación de varios por perder su empleo y lo que empezó como una protesta pacífica, escaló a enfrentamientos con la fuerza pública. Como todavía no había llegado el 12 de febrero, fecha en la que los nuevos operadores entrarían a implementar el nuevo esquema, la ciudad entró en una nueva emergencia sanitaria en la que 12 de las 20 localidades fueron afectadas por la falta de recolección de basuras. Esta emergencia declarada por el alcalde Peñalosa, le permitía, como en su momento lo hizo Andrés Pastrana, la implementación y contratación de los operadores privados para solventar el impacto de la crisis.
Dentro de este nuevo episodio de las basuras, se revivió la discusión entre Petro y Peñalosa sobre esta situación. En la que por un lado el actual alcalde culpa a la anterior administración de la crisis actual y menciona que a pesar de que se entró en este caos, la medida era necesaria. Y por otro lado, el excalde aprovecha su carrera presidencial para impulsar su discurso en contra de las entidades privadas y a favor de las entidades públicas. Antes de que entre a regir el nuevo esquema, la ciudad está llena de basura y como pasa en un año electoral, la situación se vuelve una arena en la que se pelea por quién le puede sacar más votos a las basuras.