La NYPD en Bogotá, ¿qué hay detrás del acuerdo de cooperación entre ambas policías?
La Policía de Nueva York anunció la llegada de un grupo de agentes a Bogotá. Sin embargo, hay más preguntas que respuestas sobre un anuncio que parece haber tomado por sorpresa a las autoridades colombianas.
por
Diego Forero
06.02.2024
Ilustración por Nefazta.
Van a abrir una oficina de la Policía de Nueva York en Bogotá, o al menos eso comunicaron varios medios nacionales el pasado primero de febrero. Todo sucedió luego de que la comisionada adjunta de Inteligencia y Contraterrorismo de la Policía de Nueva York, líder del grupo de analistas y oficiales que monitorean posibles amenazas como bombas o tiroteos, anunciara la creación de dos nuevas oficinas por fuera de la ciudad: una en Tucson, Arizona y otra en Bogotá, Colombia. Varios medios colombianos replicaron la noticia que, además, fue confirmada por el mismo director de la policía neoyorkina. Pero en Colombia poco se sabe del tema y no es claro cuándo, por qué y qué ganamos los colombianos con la llegada de la famosa policía a las calles bogotanas.
Para Adam Isacson, Director de Veeduría de Defensa de WOLA (Washington Office on Latin America), esta iniciativa duplica el trabajo que hace el Gobierno Federal norteamericano. “La gran pregunta es en un día típico con quién se articulan, ¿con agencias de Estados Unidos o con sus contrapartes en Colombia? Porque si resulta que solo están en su oficina sentados, puede interpretarse como una jugada política del alcalde de Nueva York”, dice. El alcalde de esa ciudad es un policía retirado que apoya constantemente a la institución en sus discursos y para el experto esta iniciativa es una forma de internacionalizar su esfuerzo por mejorar la seguridad de Nueva York. Además, explica que Adams ha sacado provecho político de la crisis migratoria que vive la ciudad. “No sé muy bien qué puede saber un policía municipal sobre el Clan del Golfo y sus operativos de tráfico de personas a parte de lo que ya sabemos”, se cuestiona Isacson.
Otro objetivo del enlace con la policía neoyorquina es entender el tráfico de drogas y el movimiento de fentanilo. Sobre este tema hay poca información, pero los objetivos de la Policía de Nueva York en el país estarían alineados con la agenda que ha marcado el Director de la Policía Nacional en sus relaciones con Estados Unidos. Salamanca estuvo en Washington, a finales del 2023, en una visita oficial en la que se reunió con funcionarios de la DEA, el FBI y con autoridades de migración.
Esta no es la primera vez que el Director ha tenido un cargo atravesado por la política. Salamanca se conoció con el presidente Petro en 2007 cuando era la conexión de la Policía en el Congreso y una vez en retiro fue el líder de empalme del sector defensa del actual gobierno. Después, fue nombrado cónsul en Miami y en abril de 2023, director de la Policía Nacional. El nombramiento de un policía en retiro como director solo había ocurrido una vez antes, cuando Álvaro Uribe nombró al general Teodoro Campo para dirigir la entidad.
Lo que ha llamado la atención del anuncio es precisamente que sea una colaboración entre las fuerzas policiales de ambos países y no entre las fuerzas militares. “Estados Unidos tiene militares entrenados sobrantes esperando ser desplegados. Pero no existen policías sobrantes esperando ser desplegados. Por eso no tenemos tantos programas de ayuda policía como si hay de ayuda militar”, explica Isacson. Colombia ha recibido apoyo militar de Estados Unidos desde 1939. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, envió a Colombia una misión naval y aérea para proteger el canal de Panamá de posibles amenazas. Este apoyo militar y financiero se ha mantenido por casi un siglo con diferentes excusas como la Guerra Fría y la lucha contra las drogas, con el Plan Colombia que inició en el gobierno de Pastrana.
Pero la llegada de policías de otras partes del mundo de forma permanente no es algo común. “Hemos visto más cosas de cooperación con otras policías para temas de transformación policial pero una oficina para combatir el crimen, y en Bogotá, es nueva”, dice, Alejandro Rodríguez de Temblores ONG.
Cerosetenta se comunicó con la oficina de prensa del Ministerio de Defensa para indagar más sobre la iniciativa que, por las declaraciones de la Policía de Nueva York, parece más un hecho con una idea como lo hizo ver William Salamanca. Su respuesta fue: “actualmente la Policía Nacional de Colombia no tiene aún contacto con la Policía de Nueva York, se trata de un proyecto que apenas se encuentra en etapa de exploración, pero no es que ya sea una realidad”. También nos comunicamos con la Policía Nacional para entender mejor el proceso de esta iniciativa y sus objetivos, pero al momento de publicar esta nota no hemos recibido respuestas.
Todavía no está claro por qué y cómo se articularían los policías neoyorkinos con las autoridades colombianas. Tampoco termina de ser claro el papel de la Policía Nacional en el proyecto, ni la posición del Gobierno Nacional sobre la iniciativa. “Un gobierno de izquierda carecería de entusiasmo de saber que hay policías de Nueva York operando en su país”, dice Isacson.
Lo que sí sabemos
Que la policía de Nueva York mande oficiales de inteligencia a otras ciudades de Estados Unidos y el mundo no es nuevo. Son uno de los cuerpos policiales más grandes del hemisferio con cerca de 36000 personas. Desde hace 20 años, con el programa de Enlace Internacional, han enviado policías a ciudades como Londres, Tel Aviv, Santo Domingo y Abu Dhabi. Actualmente tienen 18 policías alrededor del mundo y el programa busca recopilar información de operaciones antiterroristas a nivel mundial, en especial aquellas que tienen impacto en la ciudad norteamericana.
Sin embargo, el proyecto genera debate en Estados Unidos pues es financiado por una fundación con donantes y no con dinero del gobierno. Además, según el New York Times, otras agencias de inteligencia como el FBI y la CIA se han opuesto al despliegue de estos oficiales por estar realizando investigaciones antiterroristas individualmente y sin la autorización adecuada. Los oficiales que supuestamente llegarán a Colombia hacen parte de ese programa.