La filigrana detrás de la literatura cuir en habla hispana Radiografía de un género literario que elude las definiciones.
Radiografía de un género literario que elude las definiciones.
Radiografía de un género literario que elude las definiciones.
Hablamos con autorxs y académicxs sobre el panorama actual de la literatura cuir en Colombia y cómo se puede habitar lo cuir de diferentes formas, desde la escritura hasta los temas que se presentan.
La palabra “queer”, a inicios del siglo XX y mayoritariamente en Estados Unidos, se usaba como insulto y de forma peyorativa hacia la comunidad LGBTQ+. Significaba “extraño”, “raro” y se utilizaba como mecanismo de represión y rechazo.
Pero, a finales de ese mismo siglo, esta palabra fue reapropiada por la comunidad y su significado pasó por una transformación. Empezó a utilizarse como una etiqueta dentro de la comunidad y hoy en día sigue funcionando como una autodenominación positiva que se incluye en la sigla en inglés LQBTQ+.
Dentro del género literario, la palabra “queer” o “cuir” y su adopción para describir esta corriente literaria también ha pasado por varias transformaciones.
Una de las definiciones, como nos comparte Laura Arenas, profesional en estudios literarios y promotora de lectura por instagram @sabeapapel, se puede entender como literatura que es “escrita sobre y por personas disidentes del sistema sexo-género o que tienen una orientación sexual diversa”.
Para Tania Ganitsky, escritora colombiana y profesora de literatura, esta corriente literaria consiste en obras escritas por personas cuir que abordan lo cuir desde cualquier ángulo.
Juliana Martínez, PhD y profesora de diversidad sexual y de género de American University, enfatiza en el impacto de la literatura cuir en la producción cultural: “Esta literatura visibiliza las vidas y experiencias de las personas que no son heterosexuales o cisgénero, que históricamente han sido invisibilizadas”. Y agrega que: “La gran mayoría de historias que conocemos en la literatura y en las diferentes formas de producción cultural son historias que centran las vidas y los sentimientos de las personas hetersexuales, cisgénero y han silenciado las voces de las personas que no lo son”.
Además, esta literatura logra construir un ordenamiento diferente para contar historias. Juliana Borrero, traductora y escritora colombiana de Las extraterrestres (2021), dice que la literatura cuir es un espacio y un lenguaje que no viene regalado: “el lenguaje que heredamos es creado por una cultura y un pensamiento heterosexual, y prácticamente hay que recrearlo, flexibilizarlo y hay que hacerlo nuestro y acomodarlo a nuestrxs cuerpxs”.
Pero, el ejercicio de darle una definición puntual a qué es la literatura cuir puede tener efectos contrarios a lo que se busca a través de esta. Felipe Sánchez, literato y periodista cultural, nos plantea una discusión clave para ampliar la conversación: “Siempre vamos a chocar con los bordes cuando intentamos fijar una definición, algo contra lo que se han rebelado siempre los movimientos de liberación LGBTIQ+: más que identificación, el horizonte es la des-identificación, el desmonte de los aparatos de construcción de identidades”.
Por esta misma línea, el periodista y escritor colombiano, Pedro Adrián Zuluaga describe la literatura cuir como una mirada oblicua, rara, y una forma de mirar el mundo: “Lo cuir expande lo representable, lo que es visible y en ese sentido es un ejercicio de libertad y de ampliación porque se enfrenta a todo lo que ha sido silenciado y reprimido que, en buena medida, tiene que ver con la sexualidad pero no solamente”.
Y lo cuir también se puede expresar en la escritura y en la forma en la que se desarrollan los temas. Andrea Salgado, periodista y escritora colombiana de la novela La lesbiana, el oso y el ponqué (2017), complementa esta perspectiva: “Aquello que no encaja dentro de la norma no necesariamente se refiere a todo lo que tiene que ver con las preferencias sexuales o con la forma en que te defines identitariamente, sino que también podría extenderse a la forma que toma la literatura y a una búsqueda que va más allá de lo binario”.
Para Giuseppe Caputo, escritor colombiano, a la palabra “cuir” se le debe dar espacio para una constante transformación. Y con esto, una mirada interesante que se le puede hacer al género literario es desde la forma, la estética y no quedarse únicamente con los temas que se plantean: “Cada artista tiene la posibilidad de usar el rayo enrarecedor, sea cual sea su orientación sexual o identidad de género. Para mí, lo interesante es mirar de qué forma una obra refuta o abraza los valores sociales, políticos y económicos dominantes”.
Sánchez tiene una visión similar en la que la forma cumple un rol fundamental para la propuesta literaria cuir: “Esta mirada reconoce que lo queer, en tanto desviación o perversión, no sería un asunto únicamente de autor o trama, sino de amaneramiento y torsión del sentido o de la forma. Una ‘lengua loca’. En esa línea, habría (y ya habido) literaturas muy cuir que no han estado necesariamente vinculadas a autores o autoras LGBTQ+ o que pueden hablar de cualquier otro tema, pero cuya lengua literaria está enloquecida”.
Además, el uso del lenguaje puede complementar este objetivo estético de distorsionar y crear nuevas propuestas por medio de la escritura y complementar los temas que se proponen. Mario Henao, profesional en estudios literarios, comparte una perspectiva de lo cuir que nace de una definición de Luis Felipe Fabre y es que el lenguaje se puede enrarecer, complicar y dentro de esas torceduras se aleja de una representación tradicional de escritura; lo que llega a reflejar lo cuir.
Así como la literatura cuir se escabulle de definiciones –y en cambio, busca un horizonte de desidentificación–no existe tampoco una bolsa temática que sea exclusiva de esta literatura.
Desde un punto de vista temático: “Los géneros se han hibridado de formas alegres, juguetonas e insospechadas: hay relatos de autoficción sobre procesos de tránsito de género; poesía viva sobre el deseo marica y el sexo lésbico; reflexiones entre la literatura y el ensayo sobre la enfermedad, la amistad y el estigma; biografías en espejo entre autores tutelares del pasado y vidas disidentes del presente; delirios náuticos y ciencia ficción cuir; hasta novelas más clásicas de formación LGBTQ+ en la ciudad. Los temas son tantos como lxs autorxs.” nos dice Felipe Sánchez.
Además de esto, los cuestionamientos dentro de la literatura cuir también son políticos: “La literatura cuir tiene una apuesta política, explícita o implícitamente, porque es una literatura que cuestiona la violencia contra la comunidad LGBTQ+ sobre la cuál está fundado el pacto social” nos cuenta Juliana Martínez.
Caputo complementa esto y dice que la estética puede ser una manifestación de lo cuir y también es política: “Me interesa pensar lo cuir desde lo estético, ¿qué sería una estética cuir? Pensaría que son estéticas que, por un lado, hibridan el género literario, lo contorsionan y lo tuercen, así como contorsionan el género del binario. Y pensaría, sobre todo, que son escrituras que no están colonizadas” dice.
Nos habla puntualmente del amor: “Hay muchas representaciones positivas del amor romántico que se entienden desde el éxtasis del enamoramiento o desde el éxtasis del despecho. Y si creo que hay que repensar el amor más allá de eso. Entender que el amor romántico también puede llegar a ser muy opresivo y justamente si algo hemos propuesto las disidencias sexuales es pensar en otras formas el amor y sus diversas expresiones”.
Y también de las heridas: “Es importante que el arte no reitere el mundo sino que lo reimagine. Que el arte agriete y permita repensar lo naturalizado. Sin embargo, eso es muy distinto a pensar que el arte tiene que ser una ejemplificación perfecta de los activismos. Creo que una literatura madura reconoce la complejidad humana y se atreve a mirar la herida y el deseo. Porque entre más comprende uno la herida, que nunca son heridas individuales, son sociales e históricas, uno mejor comprende la alegría que ha salido desde el fondo del dolor”.
Esta literatura también pone en crisis la misma etiqueta que intenta definirla. Aunque por un lado, han sido fundamentales a lo largo de la historia para luchar políticamente contra un sistema que no quiere reconocerlas, pueden caer en la trampa de transformarse en encasillamientos que dividen. Andrea Salgado nos comparte una perspectiva sobre esto: “Las políticas identitarias son muy valiosas, pero complejas en la medida que tienden a encerrarnos en nichos dentro de un sistema patriarcal, binario y capitalista que lo absorbe todo. En lugar de unirnos, muchas veces terminan dividiéndonos. Y lo cuir en su esencia no era eso. No era un volver a hacer un ejercicio de la ilustración y de la clasificación de los seres en cubículos”.
“El mercado y la industria editorial son difíciles. Si tu piensas en la literatura cuir y en sus intersecciones, ha sido históricamente muy complicado publicar. Porque la literatura cuir rompe los paradigmas de lo socialmente aceptable y de la cisheteronormatividad. Al hablar del deseo homosexual, del deseo trans y de la cotidianidad de las personas LGBTQ+ se rompe el pacto social alrededor de la heterosexualidad y de ser cisgénero como norma social y eso es castigado con el silencio” dice Juliana Martínez.
Pero, en los últimos años, las editoriales independientes del país han cumplido un rol fundamental para empezar a crear un espacio de divulgación y fortalecimiento de este campo. Se ha visto un aumento en el interés de les lectores por acceder a esta literatura lo que ha ayudado a construir el campo literario que sigue en desarrollo y en expansión. Entre las editoriales colombianas que le están apostando a la divulgación de literatura cuir están Laguna Libros, Yarumo, Himpar, Cajón de sastre, Saudade.
Y aunque el panorama de editoriales independientes y de publicaciones se ha ampliado, sigue siendo relevante reconocer, como dice Martínez, que: “En general ha sido un espacio de difícil acceso y de décadas de publicaciones autogestionadas. Hay una deuda muy importante con lxs autorxs cuir y sobre todo si pensamos en la interseccionalidad; que se publiquen más mujeres, más voces trans, más autores no binaries y que tengan otro tipo de experiencias. Creo que también es importante pensar en las relaciones de poder que hay dentro de la propia comunidad”.
Les compartimos las recomendaciones que nos dieron lxs autorxs y académicxs para adentrarse en la literatura cuir latinoamericana:
*Como la flor: voces de la poesía cuir colombiana contemporánea – antología de varios autorxs
*Ladrida de Analú Laferal
*Las malas de Camila Sosa Villada
*Aureola de Carole Meso
*La insumisa de Cristina Peri Rossi
*Ciencia ficción travesti de Claudia Rodríguez
*Galápagos de Fátima Vélez
*Un beso de Dick de Fernando Molano Vargas
*Bramidos de agua dulce de Flor Bárcenas
*La frontera encantada de Giuseppe Caputo
*Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara
*Huaco retrato de Gabriela Wiener
*Papeles salvajes de Marosa Di Giorgio
*Tengo miedo, torero de Pedro Lemebel
*Tener un cuerpo es mala poesía de Sebastián Martínez Vanegas
*¿Qué ruido hace un beso? de Sebastián Giraldo
*Desarticulaciones de Sylvia Molloy
*Redonda y radical: antología poética de tatiana de la tierra de tatiana de la tierra
*Una mujer sobre otra de Yulieth Mora Garzón