Una Apertura Habitualmente, las películas tienen un orden inicial, que permiten al que las observa, poder contextualiza su contenido de y entender cuál será la trama a lo largo del filme. Los primeros 22 minutos de cada obra se encargan de esto, dejando al espectador preparado y con intriga frente a lo que sucederá, o aburrido […]
Habitualmente, las películas tienen un orden inicial, que permiten al que las observa, poder contextualiza su contenido de y entender cuál será la trama a lo largo del filme. Los primeros 22 minutos de cada obra se encargan de esto, dejando al espectador preparado y con intriga frente a lo que sucederá, o aburrido y sin motivación hacia la historia anunciada. Son minutos de gran importancia, para que el director pueda embarcar a su público en el camino que llevará su película.
En el caso de “Johnny Guitar”, se tiene un comienzo construido de gran manera, con la introducción a cada uno de los personajes del filme, el preámbulo del argumento de la película e incluso permite enviar presagios al público, que permiten indagar a lo largo de las escenas, lo que sucederá, generando apuestas de posibles desenlaces en la mente de cada espectador. Lo logra con la introducción de los personajes principales, Johnny y Vienna, demostrando un poco de su personalidad y, a su vez, lanzando algunos misterios que permiten comenzar a relacionar a dichos personajes. Además, se presenta un problema central, con las quejas y reclamos realizados hacia Vienna y los enfrentamientos entre ella y Emma. Finalmente, se cierra la escena con una amenaza directa y un ultimátum entregado a la dueña de la taberna, que da inicio a una serie de eventos con los que se va desenvolviendo todo el tema principal y enfoque de la película.
Dichas escenas son de vital importancia. En mi caso particular, al ver la escena, sentí un interés por conocer el desenlace de toda la historia, por entender la relación entre los personajes, por comprender cada una de las personalidades y por indagar los resultados de las múltiples hipótesis desarrolladas al inicio del filme. Una apertura ideal para una película que cumple con todo lo que promete la escena inicial.
— Juan Pablo Díaz
¡Una película de vaqueras, no vaqueros!
La acción se lleva a cabo en el viejo oeste durante el siglo XIX, los actores presagian el advenimiento de la revolución eléctrica e industrial, el crecimiento de los pueblos y la multiculturización que esto desencadenaría. Por un lado tenemos a la imponente Vienna, ruda, fuerte, independiente dueña de su salón de juego esperando la valorización de su predio; también tenemos a Johnny Guitar/Logan pistolero de Alburquerque, viejo amor de Vienna que ahora llegaba con una guitarra para reconquistar su corazón; y del bando contrario tenemos a Emma Small, poderosa, egoísta y manipuladora dueña de la mayoría de los terrenos del pueblo junto a McIvers escandalizada por el miedo a perder poder y a Kid; en el medio esta precisamente este ultimo, Dancin´ Kid, forastero pistolero que ha llegado al pueblo con sus amigos a explotar una mina de plata, empecinado en conquistar a Vienna y enloqueciendo a Emma de amor y odio.
Me llama la atención que Nicholas Ray en esta película DE VAQUEROS filmada en 1954 (contexto machista donde existía mucha discriminación laboral hacia las mujeres, a pesar de que estas ya eran aproximadamente el 40% de la fuerza laboral en EEUU) tenga como personajes principales dos mujeres, pero no solo principales sino lideres, jefes que se imponían sobre los demás hombres y más aún siendo vaqueros; fue allí donde se hizo evidente que a este director le gustaba jugar con los roles de los géneros y los estereotipos de la sociedad. Por otra parte, la historia de la lucha de poderes viene de la mano con la historia de amor entre Johnny y Vienna y fue fascinante como los diálogos entre ellos utilizaban palabras como armas de amor:
Johnny: How many men have you forgotten?
Vienna: As many women as you’ve remembered.
Johnny: Don’t go away.
Vienna: I haven’t moved.
Johnny: Tell me something nice.
Vienna: Sure. What do you want to hear?
Johnny: Lie to me. Tell me all these years you’ve waited …
Vienna: All these years I’ve waited.
Johnny: Tell me you’d have diedif I hadn’t come back.
Vienna: I would have died if you hadn’t come back.
Johnny: Tell me you still love me like I love you.
Vienna: I still love you like you love me.
Johnny: Thanks. Thanks a lot.
Esto no lo había visto en otra película de vaqueros, tampoco que terminaran dos mujeres disparándose entre si, sin duda la influencia de la mujer se ve en la película, su trama, sus diálogos y su representación; una película de vaqueras.
— Santiago Rojas Gómez.
La Historia desde Abajo
“De América se pueden hacer muchas historias. Por lo general, solo se escribe la de los hombres, y entre la de los hombres, la de los generales, los presidentes, los gobernadores. La de quienes tienen un destino político. Lo demás queda sin autor. Pero podría hacerse la historia al revés y escribir la de los hombres más humildes, la de los ríos, la de las casas viejas, la biografía de la plaza de la capital…la de las mujeres”
–Germán Arciniegas
América mágica, las mujeres y las horas, Bogotá, Planeta, 1999, p. 15.)
En 1954 Nicholas Ray estrena su obra cinematográfica, Johnny Guitar. Simultáneamente, en Colombia se reforma la Constitución Política y se introducen los derechos políticos para las mujeres. Por primera vez en Colombia, las mujeres podrían votar.
La mujer en Colombia esta cada vez más cerca de alcanzar la igualdad material con respecto al hombre. Hoy en día las mujeres han logrado traspasar las esferas del espacio privado, y se han incorporado a la vida pública. En la actualidad ostentan altos cargos que otrora eran exclusivamente masculinos. Parece que estamos muy lejanos con respecto de aquellos días en que las mujeres estaban marginadas a las labores de cuidado y de reproducción del núcleo familiar.
No obstante, mi intención no es escribir hoy una apología al feminismo y los logros de la mujeres en miras de su trato igualitario. Este texto tiene un propósito distinto. Lo que busco es abordar una temática que probablemente para muchas haya pasado desapercibida en la narración. No se trata de contar la historia de Vienna, sino la de Old Tom.
Puede que necesiten rebobinar la película para recordar a Tom. Podrían preguntarse: ¿Quién era Old Tom? ¿Cuál fue la historia de Old Tom? Precisamente, ese es el problema.
La historia de Old Tom es la que no encontramos en los libros de historia, es la que no escuchamos en las cátedras de los colegios. La historia de Old Tom es la de los marginados históricos., es decir, la de los de abajo.
Es silenciado a guantazos por intentar hacerse oír. Ante el fracaso, recurre a su revolver como si fuera el mazo y la toga del juez, o como si fuera el trono del soberano medieval. Su arma le atribuye autoridad, pero rápidamente es revocada por una bala que impacta su pecho. “Todos me están mirando, es la primera vez que me siento importante”. Con estas palabras pasamos la página de Old Tom, y continua la historia de los poderosos.
Cabe reflexionar si esta no es la historia del dominado en la lucha de clases. Cabe cuestionarse si no es mediante la revolución que han logrado figurar en los relatos de los hombres importantes. El hombre de abajo es recordado como héroe, como víctima o como mártir. Además, es recordado solo en el momento y por la acción que lo encasillo en alguna de aquellas categorías. Si es que tiene la fortuna de ser recordado…
