El anuncio de que Duque tuvo que alterar su agenda por un problema estomacal no es la primera vez que al periodismo nacional le toca cubrir las funciones estomacales de nuestros presidentes. Presunto Podcast estrena columna en 070 sobre medios, popó, pipí, kk.
Estamos seguros de que el día que un medio titule “Al Presidente le dio popó” será el día que se rompa internet. No va a pasar —lástima— porque sería un click bait infalible. Todavía no hemos perdido el humor infantil que ama el emoji de popó y sin lugar a dudas, la palabra popito es lo más tierno que escucharán en el idioma español. Pero aunque los medios no digan que al Presidente le duele el pipí o que le dió la popó, saben que meterle escatología a los titulares llamará la atención necesaria para que alguien, aún en domingo, se digne a darle clic a su noticia. Sucedió, sin embargo, que el domingo pasado Duque tuvo un problema estomacal, y muchos medios nacionales decidieron que el asunto era noticia.
Digamos que, en términos noticiosos, no es que no estuviera pasando nada con el Presidente durante el fin de semana: fue a la Guajira a prometer cobertura de agua potable y crear 14 proyectos de energía renovable usando el viento que viene del mar; luego con gente de Naciones Unidas visitó Fonseca, otro municipio del mismo departamento, para hablar con exguerrilleros de cómo va el tránsito a proyectos productivos, después en Rioacha fue a un batallón y saludó a los soldados. Luego lanzó una página web para que la gente aporte ideas a su gobierno, después viajó al eje cafetero a encontrarse con el Presidente de Honduras para hablar de turismo y caficultura, y luego tenía planeado ir a Marquetalia para revisar los avances de la atención a las familias afectadas por los deslizamientos del pasado 11 de octubre, pero al final no pudo ir porque se enfermó y tuvo incapacidad de un día.
Entonces había noticias importantes. Podíamos hablar con cifras y periodismo de datos sobre infraestructura, acueductos y política pública en la Guajira, sobre los aciertos y retos que hay frente a la reincorporación de exguerrilleros o explicar mejor qué es eso de la economía naranja de la que tanto hablan y citar a expertos que nos expliquen cómo eso, en serio, podría mejorar o no el mercado del café en el país, y muchas otras preguntas.
Pero bueno, es igual de importante explicar que al Presidente le dió diarrea, vómito y fiebre. Duh. Es la salud del Presidente, obviamente es importante, y como buenos consumidores de medios queremos saber por qué, dónde, cómo y cuándo.
La última vez que tuvimos una emergencia escatológica, lo que debería ser ya una parrilla mediática al parecer, fue cuando el ex presidente Juan Manuel Santos se orinó involuntariamente durante un acto electoral en 2014. Este incidente ocurrió por consecuencia de la operación de su cáncer de próstata, y tuvo que ser el mismo Santos el que salió a los medios a asegurar que podía aspirar a la reelección, a pesar de lo sucedido. Y en vez de hablar de la viabilidad de sus propuestas, de su gobierno, la discusión volvió nuevamente a ser de índole escatológica, portadas y titulares sobre la mancha oscura en el pantalón beige de Santos.
Quedan algunas preguntas, ¿es mal periodismo informar que el Presidente no cumplió su agenda por estar enfermo cuando no es algo significativo para su gestión? Si vamos a usarla, al menos que sea una estrategia de empaque. Podemos escribir en el titular que el Presidente tiene diarrea, porque sí, la gente lo va a leer, pero en el cuerpo del texto podemos hablar de cosas que realmente nos afectan como ciudadanos frente a la gestión y seguimiento del gobierno de turno y si quisiéramos ir más allá incluso podemos resaltar a los lectores que cayeron en la estrategia de leer nuestro artículo por el título escatológico, pero sorpresa, ahora están informados.
*Esta columna fue escrita por Sara Trejos y Sebastián Payán coeditores de Presunto Podcast