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Día #52

Chas: ―“No hay nada de malo conmigo. Soy normal!”―

por

Varios


15.05.2020

Performance, (1970), Donald Cammell, Nicolas Roeg

Vea la película aquí > https://zoowoman.website/wp/movies/performance/

O aquí (sin subtítulos) > https://ok.ru/video/1128756284102

Pherber: ―“¿Nunca tuviste un sentimiento femenino?”―
Chas: ―“No, nunca! Me siento como un hombre, un hombre todo el tiempo”―
Pherber: ―“Eso horrible… eso es lo malo contigo, ¿no es cierto?
Chas: ―“¿Que quieres decir?”―
Pherber: ―“Un hombre en el mundo de los hombres”―
Chas: ―“No hay nada de malo conmigo. Soy normal!”―

«Pues mira por dónde, que husmeando por una tienda de Londres en el año 98, me encuentro un titular en una revista de música que viene a decir: «Performance: Magia negra, sexo, sadismo y suicidio: la extraña verdad tras la más grande película británica de todos los tiempos», siguiendo la pomposidad y exageración de la prensa británica cuando quiere promocionar algo. En este caso, el reestreno de la película en su 30 aniversario. Y la fui a ver. […] Pero por encima de la historia, bastante provocativa por lo explícito en el sexo y la violencia (de hecho se dice que con los descartes de las escenas sexuales entre Jagger y Pallenberg se hizo un corto que ganó un festival porno en Amsterdam), la verdadera transgresión surge en el aspecto narrativo, donde Cammell y Roeg experimentan con sonidos (no hay música propiamente dicha) , con planos y encadenados insólitos y otras movidas audaces como meter un fundido en negro tan largo que el público se piensa que se ha cortado la película. A mi, particularmente, hay un momento que me parece magistral: la Pallenberg, en la cama con Fox, empieza a hacer movidas con un espejo para hacerle ver al maromo su lado femenino. Otra escena genial es cuando Fox le dice a Jagger que dentro de 30 años parecerá un tipo muy gracioso con esa pinta (ante lo que todos nos reímos mucho).»

«Pero lo que me temo es lo que realmente ha hecho a Performance una película tan reivindicada es su intensa leyenda negra: que si estuvo prohibida hasta el 71, que si había magia negra por detrás, que si la escena en que le hacen comer una seta alucinógena a Fox es real, que si Cammel se suicidó, Pallemberg se enganchó al caballo y Michelle Breton terminó en un psiquiátrico ( por desgracia, nada de esto le pasó a Jagger y hoy en día sigue dando la vara); y para los rockeritos de turno el encanto de la película ya sabeis dónde está: «Buaaaa, ¡los Stones!,¡Aquello-si-que-era-rock-n’-roll!, ¡Aquello-sí-que-era-peligroso!, que si «Sympathy for the devil» se compuso durante el rodaje, que si Jagger se iba de satanita y hacía movidas raras, que si Keith Richards y Marianne Faithfull estaban todos celosos porque sus patenaires se tomaban muy en serio las escenas de cama, que si algunas estaban inspiradas en cosas que hacía Brian Jones y que los Stones vivían realmente así y otras pijadas similares que vienen a representar la decadencia y el final de los mitificados años 60.»

―David Saavedra en Performance: Arquitectura psicodélica

«Esta película se filmó en 1968, pero no fue comercializada hasta 1970. El retraso de su estreno oficial fue debido a que su screening inicial fue desastroso, con público vomitando y saliendo de la sala. El estudio que respaldaba la película era la Warnes Bros que no interfirió mucho en el proceso, ya que sabiendo que actuaba Mick Jagger, creyeron estar financiando una versión “Stone” de “A hard day´s night”. Bastante lejos estaban de ese resultado.

Luego de ver la primera versión y disgustados por el retraso de la aparición su estrella “vende –boletos” Jagger en escena, el film terminó con su versión cortada, sobre todo la primera parte, quitando un poco de escenas de violencia.

El editor Frank Mazzo fue quien creó el rápido montaje transversal con el cual comienza la película. “Yo sabía que iba a tener que mover tomas para adelante o para atrás, o extender algo para que la toma coincida con una nota o con un marco,” recuerda el editor.  “Yo podía hacer tres o cuatro o cinco de esos cortes y ¡zas!, Era perfecto, como un latido … podía hacer cualquier cosa para esa película y funcionaría, debido a la forma en que estaba sucediendo, era como poesía”.

Y es que “Performance” no respeta tiempos, ni  los sonoros, ni los visuales pero esa libertad que se toma y la forma en que lo hace, no deja de sorprender para bien…»

Performance: La actuación que alcanza la locura, Juli Colo

«Desde cierto punto de vista podría considerarse que Performance era un estudio del inquietante efecto que Mick causaba en otros varones, especialmente en los que se consideraban más rotundamente machos. Al igual que muchos incautos en las fiestas de un cantante de rock, a Chas le daban drogas alucinógenas y se zambullía en un viaje orquestado por Tumer que hacía añicos su preciada masculinidad y ponía al descubierto un amenazante demonio interior: ¿y si era tan homosexual como el vengativo jefe de su banda? En el clímax de la película, donde aparecía travestido, con camisa de volantes y peluca rizada, Chas se había convertido en una parodia grotesca de Tumer y el propio Turner, es decir, Mick, se metamorfoseaba en Harry Flowers. Los productores confiaban en el atractivo de ver a Mick repeinado, con traje y gestionando sus asuntos como en los años sesenta nadie imaginaba que un icono del rock pudiera hacer (y, sin embargo, corno el mismo Mick haría en breve tiempo). Y repeinado, aunque sin traje, pronunciaba con desprecio y acento cockney la frase que daba título a la película y en el siglo XXI YouTube repetirla hasta la saciedad: «La única actuación que llega, que llega de verdad hasta el final, es la que alcanza la locura.»

Mick Jagger, Phillip Norman

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