La editorial Laguna nos tiene acostumbrados a buenos libros. Este equipo independiente ha publicado novelas de autores jóvenes, ha desempolvado grandes nombres de nuestra literatura y ahora, con su sello Cohete, se lanza al mundo de la historieta con cuatro libros que son novedad de la FilBo.
por
Nicolás Acosta
22.04.2016
El cómic y la novela gráfica se han convertido en una prioridad para las editoriales colombianas. Libros como Virus Tropical de Power Paola y publicaciones como Larva y el Festival Entreviñetas han sido ejemplos claros de que las editoriales y el público lector están buscando una producción de cómic nacional. Editoriales independientes como Rey Naranjo, Editorial Robot y Surreal Cómics se han encargado de promocionar e instigar la difusión y desarrollo del cómic en el país. Ahora Laguna Libros se une a estas editoriales con su sello Cohete Cómics.
“El cómic en Colombia está empezando a recibir la atención que merece gracias al fenómeno de la novela gráfica, al cambio en la legislación cultural (Ley del libro) y a que cada vez más lectores descubren y siguen títulos y autores de historietas” asegura Pablo Guerra, editor de Cohete. Este no es el primer cómic de Laguna Libros, en 2014 publicaron Los Once financiada a través de la plataforma de crowdfunding colombiana La Chevre, pero este sello planea crear una línea de cómics para la editorial “El objetivo de Cohete Cómics es construir un catálogo interesante que sea un puente entre lo más destacado de la historieta contemporánea y los lectores colombianos. El sello se basa, en parte, en mi experiencia como lector de cómics, pues llevo décadas descubriendo y analizando historietas desde los márgenes de las grandes industrias editoriales”. Cohete despegó con cuatro libros: Uncle Bill de Bernardo Fernández (BEF), Elefantes en el Cuarto de Sindy Elefante, Dos Aldos de Pablo Guerra y Henry Díaz y Caminos Condenados de Diana Ojeda, Pablo Guerra, Henry Díaz y Camilo Aguirre.
Uncle Bill cuenta dos historias en paralelo: el paso de William Burroughs por México y el peregrinaje e investigación que BEF realiza acerca de este período en la vida de Burroughs. El cómic se aferra a la tradición del cómic biográfico/autobiográfico (los ejemplos más conocidos siendo Maus de Art Spiegelman y From Hell de Alan Moore). Lo que separa al cómic de BEF de los otros en este género es una serie de decisiones estilísticas y narrativas; aunque la novela trata sobre uno de los progenitores de la generación beat, el dibujo se mantiene lejos de la psicodelia excesiva para remitirse a una paleta de azules, blancos y negros que contrastan maravillosamente con la vida sórdida de Burroughs. En cuanto al elemento autobiográfico, BEF renueva este elemento desde la figura del fanboy, tanto así que el autor se refiere a su búsqueda como un “peregrinaje nerd”. Al enmarcarlo bajo esta cualidad, BEF le otorga sencillez y franqueza a un tipo de cómic que suele estar plagado por una necesidad apabullante de grandilocuencia.
Elefantes en el cuarto es un cómic que enmarca el proceso de auto-descubrimiento de la homosexualidad de la autora/protagonista a través de un mecanismo proustiano (remembranza a través de un registro minucioso de los objetos del pasado) mezclado con un estilo de dibujo que combina elementos de libros de ilustración para niños con un trazo sencillo que mantiene a la narración empapada en idiosincrasia colombiana. La historia de Elefantes no es poco común en el mundo del cómic (el cuerpo de trabajo de Allison Bechdel es prueba de esto) pero es poco común ver una de estas historias desvestida del cinismo y sub texto político que las caracterizan; el cómic de temática queer suele reforzar la idea del sujeto queer como el paria que construye una identidad antagónica desde la contracultura. Sin embargo, en Elefantes lo antagónico es cambiado por una familia que prefiere evadir el tema y pretender que todo está bien.
Dos Aldos es el único cómic de ficción en este line up inicial. La historia gira alrededor de Julia y Aldo, una pareja de neurobotanistas (disciplina inventada por el cómic) que durante el estudio de un desierto se encuentran con una forma de vida llamada Migani que replica el cuerpo de Aldo después de un accidente que lo deja al borde de la muerte. El cómic toma este incidente para labrar una historia que trata sobre cómo la burocracia reduce a las personas a variables de un plan que ve a los individuos como herramientas, pero lo más notable de Dos Aldos es la yuxtaposición entre un dibujo que apela a un sci-fi hardcore y una prosa que evade el technobabble para adoptar un lenguaje más idiosincrático, más “colombiano”. Al mezclar estos elementos, el cómic brinda una experiencia de lectura que podría ser entendida como la primera muestra concreta (y no forzada) de sci-fi a la colombiana.
Caminos Condenados vuelve al territorio que Laguna Libros exploró con Los Once: el conflicto armado en Colombia. El cómic reúne conversaciones, testimonios y recorridos ficticios alrededor de las tierras de Montes de María para crear un cómic que sirve como testimonio histórico, trabajo de ficción y ensayo ilustrado sobre la problemática del territorio en el conflicto.
El sello será lanzado el sábado 23 de abril a las cuatro de la tarde en el salón múltiple 7 del Gran Salón Literario de Ecopetrol en Corferias. Y los libros están todos en el stand de Laguna en el Pabellón 3 de la FilBo.